lunes, noviembre 29, 2010

Defienden mexicanos tala controlada para reducción de emisiones

El Financiero, Viernes, 26 de Noviembre de 2010

Agua Bendita, México, 26 de noviembre.- Pequeños propietarios mexicanos de tierras, que manejan bosques colectivamente, dicen que están logrando beneficios con una tala selectiva pues permite controlar las emisiones de carbono, clave en las discusiones sobre el cambio climático.

Once comunidades que comparten un aserradero en el pueblo de Agua Bendita en el central Estado de México, que procesa tablones para fabricar muebles y para la construcción, dicen que se captura más carbono cortando árboles y plantando nuevos que dejando los bosques intactos.

"Los bosques aquí tienen un dueño y los dueños tienen el derecho a hacer el aprovechamiento", dijo Fernando Canto, un técnico de la cooperativa forestal que determina qué árboles pueden ser cortados.

El tema de permitir o no que los bosques sean conservados sin tocarlos estará en el centro de las negociaciones por un acuerdo para frenar el cambio climático global, en una reunión que se llevará a cabo en el centro turístico mexicano de Cancún la semana próxima.

Según los estudios más recientes, el corte y quema de bosques contribuye con cerca de un 10 por ciento de las emisiones de gases invernadero, que los científicos dicen son el origen del aumento del nivel de los mares y de la temperatura global.

Los países ricos están pidiendo fondos para un esquema respaldado por las Naciones Unidas para proteger a los bosques y así reducir las emisiones que produce la deforestación y la degradación del suelo.

El proyecto, conocido como programa REDD, podría permitir la puesta en marcha del comercio global de carbono con créditos por unos 30,000 millones de dólares al año.

La tala selectiva y el manejo de bosques captura más carbono en promedio que los parques nacionales, de acuerdo con un estudio divulgado esta semana por la Iniciativa Derechos y Recursos, con sede en Washington, y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.

En los bosques con tala controlada y plantación de árboles nuevos se captura un mínimo de 98 toneladas de carbón por hectárea, cerca de 50 por ciento más que que la cantidad capturada por los árboles en reservas, según el estudio.

Esto podría significar una mayor cantidad de carbono para ser comercializado por parte de México si los propietarios pueden probar que estar protegiendo los recursos.

Community forest management in Mexico has become a powerful instrument to achieve forest conservation

A study to be released next week by the Mexican Civil Council for Sustainable Forestry (CCMSS) and the Rights and Resources Initiative (RRI) presents new research and analysis demonstrating how community forest management in Mexico has become a powerful instrument to achieve forest conservation, while at the same time improving local livelihoods. The authors of this document propose that under the current international efforts to reduce emissions from forest deforestation and degradation, community-based forestry should be taken in account as one of the best options to mitigate CO2 emissions.

Press Release [English] Executive Summary [English] Report [English] [Español]

domingo, noviembre 28, 2010

Pronunciamiento de la Campaña Mesoamericana de Justicia Climática

Pronunciamiento de la Campaña Mesoamericana de Justicia  Climática ante los Estados de Centro América frente a las negociaciones del Clima en la COP 16 en Cancún, México.

Guatemala, 10 y 11 de noviembre de 2010.

DEMANDAS EN EL MARCO DE LAS NEGOCIACIONES  CLIMÁTICAS INTERNACIONALES.

Centroamérica cuenta con una extensión aproximada de 533,000 km2, con más de 42 millones de habitantes, entre poblaciones indígenas, ladina, mestiza, afro-caribeño y blanca. Posee el 7% de la biodiversidad mundial, en la cual se destacan bosques tropicales húmedos; 8% de la superficie de los manglares del mundo y la segunda barrera de arrecifes del planeta.
La región no ha contribuido a la génesis del cambio climático pues sus emisiones de gases de efecto invernadero son mínimas (genera solo el 0.5% del total de emisiones de GEI del planeta). Según el Panel Intergubernamental de Científicos de Cambio Climático (IPCC, 2007) América Central se ve amenazada por las proyecciones de los años 2020, 2050 y 2080, los cuales indican que la temperatura podría alcanzar niveles de 1.0 a 5.0 °C durante la estación seca, y 1.3 a 6.6 °C durante la estación lluviosa.
En el caso de las precipitaciones, se proyecta una disminución del 9% en la mayor parte del istmo; además, se prevé un incremento del nivel medio del mar entre 37 y 44 cm para el año 2065.
Por todo lo anterior demandamos:
A- Reconocimiento y reparación de la deuda ecológica.
Junto al movimiento social del planeta que lucha por la Justicia Climática, demandamos el reconocimiento de la responsabilidad histórica del Norte global y su obligación de garantizar la restitución y reparación de la deuda ecológica, que incluye la deuda climática que mantiene con el Sur global. La deuda climática es parte de una gran deuda ecológica que el Norte le debe al Sur adquirida durante siglos de saqueo de recursos naturales, explotación desmedida y violación de derechos humanos.
Los países desarrollados, principales causantes del cambio climático, deben asumir su responsabilidad histórica y actual, reconociendo y honrando su deuda climática en todas sus dimensiones, como base para una solución justa, efectiva y científica al cambio climático. En este marco exigimos a los países desarrollados que:
1. Restablezcan a los países en desarrollo el espacio atmosférico que está ocupado por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica la reducción y absorción de sus emisiones.
2. Asuman los costos y las necesidades de transferencia de tecnología a los países de Centroamérica para su adaptabilidad al cambio climático.
3. Establezcan políticas para aceptar y ofrecer condiciones de vida digna a los migrantes climáticos entre sus territorios y fuera de ellos.
4. Asuman la deuda de adaptación en Centroamérica relacionada con los impactos del cambio climático, proveyendo los medios para prevenir, minimizar y atender los daños que surgen de sus excesivas emisiones.
5. Honren estas deudas como parte de una deuda mayor con la Madre Tierra adoptando y aplicando la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en Naciones Unidas.
6. El enfoque debe ser orientado a restituir la dignidad y calidad de vida de las personas y no solamente de compensación económica para garantizar la justicia restaurativa.
7. Exigimos a los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la efectiva aplicación de los estándares nacionales e internacionales de derechos humanos y los derechos de los Pueblos Indígenas, entre otros instrumentos pertinentes, en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para resolver los desafíos planteados por el cambio climático.
B- De cara a la COP 16, en Cancún.
1. Visión compartida.
Exigimos que en el marco de la Convención, CMNUCC, la cual determina “la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antrópicas peligrosas para el sistema climático”; los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C.
2. Vigencia de la Convención y del Protocolo de Kyoto.
Es necesario que las negociaciones climáticas se desarrollen en el marco de la CMNUCC. Rechazamos los intentos de un grupo de países ricos de invalidar el Protocolo de Kyoto, el único instrumento legalmente vinculante específico para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados.
Igualmente, rechazamos el ilegitimo “Entendimiento de Copenhague”, que permite a estos países desarrollados ofrecer reducciones insuficientes de GEI, basadas en compromisos voluntarios e individuales, que violan la integridad ambiental de la Madre Tierra conduciéndonos a un aumento de alrededor de 4°C.
3. Mitigación.
En Cancún, se debe aprobar la enmienda del segundo período del Protocolo de Kyoto, que se extiende de 2013 al 2017, en el cual los países desarrollados deben reducir sus emisiones domésticas del 50% para el año 2020, respecto a 1990; sin incluir mercados de carbono y otros sistemas de "flexibilización" que ocultan el incumplimiento de las reducciones reales de emisiones de gases de efecto invernadero.
4. Adaptación.
Rechazamos la imposición del concepto de adaptación de los países del norte respecto al cambio climático, entendido como la resignación a los impactos provocados por sus emisiones históricas, siendo ellos quienes deben adaptar su estilo de vida y de consumo ante esta emergencia planetaria.
La adaptación y la reducción de la vulnerabilidad deben de ser los ejes principales alrededor de los cuales se construyan las estrategias nacionales y regionales ante al cambio climático, teniendo como sujetos la relación holística entre naturaleza y seres humanos.
5. Financiamiento.
Es necesario construir un Fondo de Adaptación exclusivo para enfrentar el cambio climático como parte de un mecanismo financiero manejado y conducido de manera soberana, transparente y equitativa por nuestros Estados, en el seno de la CMNUCC y sin la participación de las instituciones financieras internacionales actuales. Éste debe constituirse con el 6 % del PIB de los países desarrollados. Según estudios preliminares realizados en el marco de esta Campaña Mesoamericana, se estima que Centroamérica requiere la transferencia de unos 15 000 millones de dólares anuales, hasta el año 2030, para impulsar las medidas apropiadas en materia de adaptación y mitigación climática.
6. Desarrollo de capacidades y tecnologías regionales, nacionales y locales.
Es fundamental el establecimiento de un fondo de financiamiento e inventario de tecnologías apropiadas con pertinencia cultural y liberadas de derechos de propiedad intelectual, en particular, de patentes que deben pasar de monopolios privados a ser de dominio público, de libre accesibilidad y bajo costo.
En el marco de la Convención rechazamos los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Asociación y toda forma de aplicación de los Derechos de Propiedad Intelectual -ADPIC-. Se deben lograr acuerdos claros para apoyar acciones tendientes a crear, desarrollar y fortalecer capacidades científicas, tecnológicas e institucionales en los países de Centroamérica, requeridas en materia de adaptación y mitigación, incluyendo el rescate y revalorización de las tecnologías locales y ancestrales.
7. Rechazo a las falsas soluciones.
Rechazamos las falsas soluciones promovidas desde los países industrializados como el comercio de emisiones de CO2, los bonos de carbono, la producción de agro-combustibles, la energía nuclear, la geo-ingeniería, las mega-hidroeléctricas, la transferencia de emisiones norte-sur, los transgénicos, la biología sintética y los mecanismos de desarrollo limpio –MDL-.
Asimismo, rechazamos los mecanismos de mercado, como el mecanismo de REDD (Reducción de emisiones por la deforestación y degradación de bosques) y sus versiones + y ++, que están violando la soberanía de los pueblos y su derecho al consentimiento libre, previo e informado.
Estas falsas soluciones están destinadas a la satisfacción del mercado del norte y la cultura de consumo individualista y no a las necesidades, aspiraciones y demandas de los pueblos, generando el despojo de los territorios y el desplazamiento forzado de nuestras comunidades, dejando en grave riesgo la seguridad y soberanía alimentaria.

EL MODELO DE VIDA DEL NORTE, NO ES NUESTRO PARADIGMA
Centroamérica demanda un clima donde florezca la paz, la justicia social y la sustentabilidad
ambiental.
Los pueblos centroamericanos no necesitamos agredir a nuestra Madre Tierra para el buen vivir. No nos vemos en el espejo del consumismo y el derroche, junto a la exclusión y privación de una vida digna. Vamos a aprovechar racionalmente el potencial productivo de nuestros bienes naturales para mejorar la calidad de vida de toda la población.
En este sentido los que estamos sufriendo los impactos acelerados del cambio climático en Centroamérica, basándonos en nuestros saberes ancestrales y tradicionales de pueblos originarios y comunidades étnicas, en equilibrio y convivencia con la madre naturaleza; promovemos alternativas para la transformación social, política y económica orientadas con los principios y valores de sustentabilidad, justicia, humanidad, igualdad y equidad de género.
Proponemos a los gobiernos y Estados de nuestra Región, de América Latina y del mundo, la construcción y aplicación de programas y políticas públicas inclusivas, incluyentes y propositivas orientadas a impulsar medidas en respuesta a las causas y los efectos que genera el cambio climático, las que deberán tener en cuenta los siguientes componentes:
1- Revolución energética. Pasemos rápidamente a la generación de energías sustentables, que garanticen la indemnización por los daños ecológicos y el acceso universal a los servicios energéticos, con respeto a las culturas y condiciones de los territorios.
2- Gestión sustentable del agua. La autosuficiencia hídrica, el manejo integral de cuencas y el derecho humano al agua.
3- Soberanía alimentaria. Apoyemos la producción y reproducción de la economía campesina y la reforma agraria integral.
4- Diversidad biológica. Evitemos la erosión y cercenamiento de los ecosistemas, aprovechemos equitativamente el potencial productivo de la naturaleza.
5- Ordenamiento sustentable del territorio urbano y rural. Respetar la cultura de relación armónica entre los pueblos y naturaleza, reconociendo la diversidad social, cultural y ambiental en espacios que den cabida a las actividades de todas las personas.
6- Servicios públicos esenciales para elevar la calidad de vida de la población: saneamiento, educación, comunicación, transporte, recreación y seguridad.
7- Gestión estratégica del riesgo. Diseñar e implementar programas y políticas interministeriales e interinstitucionales para veinte, cincuenta y cien años.


Justicia Climática ¡ya!

El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2010

ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN, Roma, 2009


El informe El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2010 fue elaborado bajo el liderazgo general de Hafez Ghanem, Subdirector General, con las orientaciones del equipo directivo del Departamento de Desarrollo Económico y Social. La coordinación técnica de la publicación corrió a cargo de Kostas Stamoulis y Keith Wiebe, de la División de Economía del Desarrollo Agrícola (ESA), mientras que los editores técnicos fueron Luca Alinovi y Luca Russo, de la misma división, y Dan Maxwell, del Centro Internacional Feinstein de la Universidad Tufts. El personal de la División de Estadística (ESS) generó los datos subyacentes sobre subnutrición.

Descargar informe- 1.9Mb

REDD++ y pueblos indígenas

La Jornada,  18 de septiembre de 2010, Ana de Ita
 
El gobierno mexicano promoverá el Programa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD), en la 16 Conferencia de las Partes del Convenio Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP16), que se realizará en Cancún a finales de noviembre y principios de diciembre.
Las más de 170 corporaciones trasnacionales que han promovido desde la firma del Protocolo de Kyoto los mercados de carbono como un mecanismo viable para comprar créditos por reducción de emisiones a partir de los bosques de los países del sur (mientras mantienen sus industrias contaminantes en el norte) requieren una señal positiva de que los mercados del gas progresan. Estos mercados existen aun sin el REDD y tienen como trasfondo la privatización del aire, que hasta ahora es un bien común. Por más ciencia ficción que parezca, a partir de contratos de compraventa los países industrializados están adquiriendo de los países del sur la capacidad de sus bosques de capturar carbono. Es decir, están comprando y vendiendo aire.
Las corporaciones y gobiernos que han invertido en los mercados de carbono han sido enfáticos en que el carbono debe ser una mercancía totalmente comercializable. Los bonos de carbono deben poder venderse en los mercados secundarios y de derivados, participar en los índices de precios y cotizaciones junto con el petróleo o el trigo, y comprarse tantas veces como se quiera, cotizar en bolsa y entrar a mercados de especulación. Para algunos analistas, el carbono puede ser el próximo activo tóxico.
Las comunidades y gobiernos que vendan sus certificados de carbono por reducción de emisiones en el mercado primario pueden verse imposibilitadas de recuperar sus bosques puestos como garantía, cuando sus certificados sean parte de los mercados de derivados.
Pero además este programa tendrá efectos directos sobre la vida de las comunidades forestales y pueblos indígenas que habitan y dependen de los bosques. En los países del sur los bosques en su mayoría son propiedad de los estados: en África, 98 por ciento; en Asia, 66 por ciento; en Latinoamérica, 33 por ciento, mientras que una mínima parte es propiedad de comunidades y pueblos indígenas. No obstante, esos bosques de propiedad estatal son el hogar de miles de pueblos nativos, que dependen de ellos para reproducirse como tales. México es una excepción, ya que como conquista de las luchas sociales, 59 por ciento de los bosques son propiedad de las comunidades y pueblos indígenas; 34 por ciento están en manos privadas, y sólo 8 por ciento son propiedad del Estado.
Entre otras implicaciones, el REDD++ afecta los derechos de uso de los pueblos nativos sobre sus bosques, y depende de qué tan autoritario es un país para imaginar sus efectos. De ahí que la Red Indígena sobre el Medio Ambiente denunció que a partir del REDD se prevé la mayor usurpación de tierras de la historia. Las experiencias ocurridas a los pueblos ogooni en Nigeria, los ogiek de Kenia y las comunidades de guaraqueçaba en Brasil son una muestra de la política de bosques cercados, con expulsión e incluso genocidio de los pueblos indígenas que los consideraban su hogar. Al aumentar el valor económico de los bosques, el interés de agentes estatales y privados por enajenarlos de las comunidades que los habitan crece.
No obstante, en México algunas organizaciones forestales están interesadas en promover el REDD++, que incluye un componente de manejo sustentable de los bosques y de conservación de reservas de carbono. Aunque sería justo y deseable que las comunidades forestales fueran compensadas por su excelente manejo y cuidado de los bosques y por el importante papel que éstos cumplen en tiempos de crisis climática, los efectos de la política ambiental sobre los pueblos nativos prenden focos rojos que atender. La política ambiental parte del supuesto de que la conservación viene de fuera, a pesar de la evidencia histórica que demuestra que los sitios naturales mejor conservados coinciden con los territorios indígenas en el país. Es la cosmovisión de los pueblos indígenas la que ha permitido la conservación de su hábitat y no las reglas ni prohibiciones de los administradores de la política ambiental internacional y nacional.
Las áreas naturales protegidas son el corolario de una política de colonización y despojo. Atentan directamente contra la propiedad social y son un instrumento moderno para expropiar el derecho de los pueblos indígenas sobre sus territorios. En un país que continúa negando el derecho a la autonomía de los más de 56 pueblos indígenas, el REDD++ se coloca como un nuevo instrumento de enajenación del control de los pueblos indígenas sobre su territorio. Las áreas protegidas de carbono que el REDD++ establecerá tendrán los mismos efectos que cualquier otra área natural protegida, en tanto que los pagos por manejo sustentable del bosque son el señuelo para que las comunidades y pueblos indígenas lo acepten.

sábado, noviembre 27, 2010

Bosques de México "modelo para el mundo"

BBC Mundo, 24 de noviembre de 2010 Descripción: Manejo forestal comunitario en Ixtlán de Juárez, Oaxaca Foto: gentileza CCMSS

En Ixtlán de Juarez, Oaxaca, cinco mil personas manejan el bosque de propiedad comunitaria. Fotos: gentileza CCMSS

En el sur de México, una comunidad indígena ha logrado lo que en muchos lugares del mundo calificarían de casi un milagro: proteger el bosque y combatir el cambio climático, generando al mismo tiempo más de mil empleos y promoviendo el desarrollo local.

La comunidad de Ixtlán de Juárez, en el estado de Oaxaca, es una de las cerca de 8.000 en el territorio mexicano que es propietaria de extensiones de bosque. El número de comunidades que son propietarias de selvas y bosques sitúa en una posición única a México, que podría ser un modelo para el mundo, según un informe publicado esta semana.

"El 70% de bosques y selvas en México son propiedad de comunidades y ejidos, hay unas 700.000 hectáreas manejadas por las propias comunidades con estándares internacionales", dijo a BBC Mundo Iván Zúñiga, del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS), una organización no gubernamental.

Apenas días antes de la cumbre de cambio climático que tendrá lugar a partir del 29 de noviembre en Cancún, el mensaje principal del estudio "y un mensaje aplicable a todos los bosques del planeta, es que podemos al mismo tiempo capturar más carbono, conservar los ecosistemas y generar desarrollo local".

Comunidades propietarias
¿Cómo se explica que la mayoría de los bosques sean de propiedad comunitaria?
"En México ha habido un proceso de reforma agraria en el que se fue reconociendo los derechos de las comunidades indígenas a su territorio y además se otorgó tierra a otras comunidades", señala Zúñiga.
En los bosques y selvas de México viven 12 millones de personas.
A pesar de reconocer la propiedad comunitaria, el Estado había concedido licencias de explotación forestal a compañías paraestatales y privadas. Cuando expiraron las licencias hace cerca de tres décadas, las organizaciones comunitarias asumieron el manejo del bosque.
Gracias a la capacitación, ofrecida tanto por ONGs como por el gobierno, muchas comunidades están a cargo de lo que Zúñiga califica de "algunos de los bosques mejor manejados del planeta".
Sesenta comunidades, incluyendo Ixtlán, han logrado la certificación que otorga el Forest Stewardship Council, con sede en Alemania, una de las principales organizaciones en el mundo de certificación de madera producida en forma sostenible.

Las comunidades en México producen desde muebles hasta chicle biodegradable, un producto desarrollado a partir de la savia del árbol conocido como chicozapote. El chicle se exporta enteramente a Alemania y al Reino Unido. Los muebles son vendidos en su mayoría en tiendas del propio mercado mexicano.

En el caso de Ixtlán "ya no solamente producen muebles, han diversificado y son propietarias de gasolineras, sistemas de transporte y otros negocios que complementan el desarrollo local".

Pocas mujeres propietarias
Varias comunidades tienen sus propias fábricas de muebles. Cinco mil personas viven en Ixtlán, donde se han generado 300 empleos directos y 1200 indirectos, asegura Zúñiga.
Todas las decisiones se toman en asambleas, aunque son integradas casi exclusivamente por hombres, ya que la ley reconoce como propietarios a los "cabeza de familia".
"Tenemos todavía un tema de género pendiente en México, las mujeres se insertan más en las fábricas de muebles, por ejemplo, pero sigue siendo necesaria una reforma social", reconoce Zúñiga.

Ventaja internacional
Las comunidades cuidan del bosque extrayendo los árboles enfermos, evitando el ingreso de taladores ilegales, limpiando el campo para ayudar a la propagación natural de semillas.

El chicle biodegradable es exportado a Alemania y el Reino Unido.
"Pensemos en un bosque como si fuera un estacionamiento lleno de autos antiguos de gran valor. ¿Quienes serían los mejores cuidadores, los apasionados por la historia a nivel local, o los burócratas en el otro extremo del país?", señala Deborah Barry, del RRI y coautora del informe.
El estudio asegura que el manejo forestal comunitario da una ventaja a México en uno de los temas centrales de Cancún, el mecanismo de financiación conocido como REDD, o reducción de emisiones por deforestación y degradación.

México está en una posición inigualable para ingresar a todos estos mecanismos de financiamiento
REDD permite que las naciones industrializadas obtengan créditos en reducción de emisiones de carbono, a cambio de invertir en proyectos de conservación de bosques en países en desarrollo. Una de las grandes dificultades de REDD es asegurar que los fondos lleguen a las comunidades que cuidan el bosque, algo que sería fácil de garantizar en México, con su modelo avanzado de desarrollo comunitario.
"México está en una posición inigualable para ingresar a todos estos mecanismos de financiamiento", afirma Zúñiga, agregando que su país ya es el que cuenta con más hectáreas certificadas del planeta.
Proteger al bosque es una gran inversión. En las palabras de Zúñiga, "las propias comunidades ya se han dado cuenta de que vale más un bosque bien conservado que un bosque degradado".

México afronta una "aguda crisis" de agua; deficiente gestión del recurso: BM Roberto González Amador

El acceso al líquido es un factor de pobreza y marginación, señala el organismo

La Jornada Miércoles 24 de noviembre de 2010, p. 31

México enfrenta una aguda crisis de agua. Las causas están no sólo en el crecimiento de la población, que llega ya a 110 millones de personas, sino también en una deficiente gestión de los recursos hídricos, aseguró el Banco Mundial.

El acceso al agua se mantiene como un factor de pobreza y marginación en el país, en especial en las áreas rurales y las comunidades indígenas, sostuvo el organismo multilateral. Según el Banco Mundial, al menos 10.6 millones de personas en el país no tienen acceso a agua potable (casi uno de cada 10 habitantes del país) y más de una tercera parte no cuentan con un sistema apropiado de alcantarillado.

En el país persisten severas disparidades regionales respecto de la disponibilidad de agua, aun cuando se han logrado mejoras en el acceso en los años recientes, indicó el organismo en el documento que sirvió de base para valorar un préstamo de 100 millones de dólares, anunciado el 10 de noviembre pasado, para mejorar la eficiencia de los operadores de agua.

El documento elaborado por los expertos del Banco Mundial sostiene que México enfrenta una aguda crisis de agua debido al acelerado crecimiento de la población y a una deficiente gestión de sus recursos acuícolas.

La explotación de los mantos subterráneos es especialmente dramática, y la calidad del agua se está deteriorando debido a la carencia de un adecuado tratamiento, apuntó el documento. Añadió que tanto en superficie como en subterráneos, se experimenta sobre explotación y contaminación del agua, debido a un ineficiente uso de este recurso en un contexto de escasez.

Como referencia, destaca que en 1995 la disponibilidad de agua en el país fue de 11 mil 500 metros cúbicos por persona al año. En 2005 disminuyó a 4 mil 288 metros cúbicos.

Otro de los puntos de atención que apunta el organismo es el relacionado con la recuperación de los costos de distribución.

El sector de abasto y saneamiento de agua se caracteriza por significativas ineficiencias físicas y comerciales y un bajo nivel de recuperación de costos financieros, apuntó. Mencionó que muchas de las instalaciones de abasto y saneamiento no hacen un uso eficiente de los recursos hídricos.

En el proyecto que será financiado con el préstamo del Banco Mundial se consideran dos componentes: el mejoramiento en la administración de información y conocimiento en el sector de oferta de servicios hídricos y servicios sanitarios básicos, y la modernización de los servicios de operadores de agua para mejorar la eficiencia tanto comercial como física.

Nuevos préstamos

Este martes, el directorio ejecutivo del Banco Mundial liberó recursos al gobierno mexicano por 713.2 millones de dólares para financiar acciones en energía, transporte y medio ambiente, encaminadas a atender los efectos del cambio climático, informó el organismo.

Se trata de: un préstamo por 401 millones de dólares para el desarrollo de políticas públicas para alcanzar los objetivos de mitigación y adaptación ante los efectos del cambio climático; otros 307.7 millones de dólares para un proyecto de iluminación eficiente y cambio de electrodomésticos; y una donación de 4.5 millones de dólares para un proyecto de adaptación a los impactos del cambio climático en los humedales costeros del Golfo de México.

Enfrentar los retos por el cambio climático por medio de medidas de mitigación como proponen las mejoras previstas en las tres operaciones aprobadas hoy tendrá efectos positivos en mejorar la competitividad del país en el sector energético y ambiental, generándose así mayores oportunidades de empleos en estos sectores, aseguró el Banco Mundial.

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Growing a Forest, and Harvesting Jobs

Adriana Zehbrauskas for The New York Times

Ixtlán de Juárez’s enterprises employ 300 people, like Honorio Juárez, above, a pine seedling nursery caretaker. They produce furniture and care for the woodlands.

IXTLÁN de JUÁREZ, Mexico — As an unforgiving midday sun bore down on the pine-forested mountains here, a half-dozen men perched across a steep hillside wrestled back mounds of weeds to uncover wisps of knee-high seedlings.

Freeing the tiny pines that were planted last year is only one step of many the town takes to nurture the trees until they grow tall, ready for harvesting in half a century. But the people of Ixtlán take the long view.

“We’re the owners of this land and we have tried to conserve this forest for our children, for our descendants,” Alejandro Vargas said, leaning on his machete as he took a break. “Because we have lived from this for many years.”

Three decades ago the Zapotec Indians here in the state of Oaxaca in southern Mexico fought for and won the right to communally manage the forest. Before that, state-owned companies had exploited it as they pleased under federal government concessions.

They slowly built their own lumber business and, at the same time, began studying how to protect the forest. Now, the town’s enterprises employ 300 people who harvest timber, produce wooden furniture and care for the woodlands, and Ixtlán has grown to become the gold standard of community forest ownership and management, international forestry experts say.

Mexico’s community forest enterprises now range from the mahogany forests of the Yucatán Peninsula to the pine-oak forests of the western Sierra Madre. About 60 businesses, including Ixtlán, are certified by the Forest Stewardship Council in Germany, which evaluates sustainable forestry practices. Between 60 and 80 percent of Mexico’s remaining forests are under community control, according to Sergio Madrid of the Mexican Civic Council for Sustainable Forestry.

“It’s astounding what’s going on in Mexico,” said David Barton Bray, an expert on community forestry at Florida International University who has studied Ixtlán.

The Mexican government plans to showcase its success in community forestry at the global climate talks in Cancún next week. Despite fractious negotiations over reducing carbon emissions, talks on paying developing countries to protect their forests have moved further ahead than most other issues.

In developing countries, where the rule of law is weak and enforcement spotty, simply declaring a forest off-limits does little to prevent illegal logging or clearing land for agriculture or development. “Unless local communities are committed to conserving and protecting forests it’s not going to happen,” said David Kaimowitz, a former director of the Center for International Forestry Research, or Cifor, who is now at the Ford Foundation. “Government can’t do it for them.”

A recent Cifor study reported that more than a quarter of the forests in developing countries are now being managed by local communities. The trend is worldwide — from China to Brazil.

In Ixtlán, under Zapotec traditions, all decisions about the forest and its related businesses are made by a (mostly male) general assembly of 390 townspeople. These “comuneros” are required to contribute their labor as needed to the forest and its enterprises.

“You can see the harmony,” said Francisco Luna, the secretary of the committee in charge of the forest and its businesses. “For us to live in peace, we have to respect all the rules.”

Many of the problems that beset other forests in Mexico, like illegal logging and deforestation, rate barely a shrug here. Pedro Vidal García, a longtime forester in Ixtlán who now works for the Rainforest Alliance, laughed when he was asked about illegal logging in the 48,000 acres of forest the community owns.

“Anybody who tries their own illegal business is harshly judged,” he said. “The assembly is very tough.” A comunero who dares to work as a guide to illegal loggers or hunters is branded a traitor and could lose all property rights.

Rule by an assembly of equals based on ancestral customs can make running a business unwieldy. “It takes a long time to agree,” said Mr. García, whose father was one of the generation that sold their livestock to set up the community’s first sawmill. “The assembly can turn emotional, or technical.”

Last year, the community’s businesses made a profit of about $230,000. Of that, 30 percent went back into the business, another 30 percent went into forest preservation and the final 40 percent went back to the workers and the community where it pays for things like pensions, a low-interest credit union and housing for students studying in the state capital. Most of the enterprise’s foresters and managers are the university-educated sons and daughters of the older comuneros.

It is an odd business mixture, acknowledged Alberto Belmonte, who is in charge of finding new markets for the furniture and lumber that Ixtlán and two neighboring towns produce. “Pure simple socialism, which is what the communities have, and an idea of capitalism, where we say, ‘You know what? We have to be profitable.’”

Many of Ixtlán’s plain pine pieces are sold to the state government, and the factory is busy filling an order to furnish a children’s home with bunk beds and lockers. Mr. Belmonte has plans to jazz up design and crack the Mexico City market.

Julio García Gómez, 31, a sawmill worker, came back to Ixtlán five years ago from New Jersey, where he was working illegally, to raise his young family. The pay here has gone up since he returned, he said, “because of the equipment, because of the training.”

While a self-sustaining business, Ixtlán is still a work in progress. Nongovernment organizations, as well as the Mexican government, all provide financing and advice. And even the strongest advocates of community forestry acknowledge that it is not the answer to protecting forests everywhere. It works best in areas that produce quality timber, Mr. Bray said.

But it is a huge improvement on what came before.

“Things are working,” said Francisco Chapela, an agronomist who first came to Oaxaca 30 years ago and now works for the Rainforest Alliance in Mexico. “Forest management is a big success,” he continued. “If you look at old aerial photographs and compare it with what is now, the forest is increasing here.

“A lot of jobs have been created and a lot of money has come to the communities.”

Socialismo centrado en la democracia económica

La Jornada Julio Boltvinik: Economía Moral

Propuesta de Schweickart en la Semana de la Ciencia y la Innovación

Como parte de la Semana de la Ciencia y la Innovación que el gobierno del DF realizó esta semana en el Palacio de Minería, se incluyeron dos mesas redondas con temas centrales de las ciencias sociales. En la segunda de ellas, David Schweickart (DS), profesor de la Universidad Loyola de Chicago, presentó una ponencia sin desperdicio en la cual relacionó la crisis con la transformación del capitalismo en la democracia económica que, argumenta, citando a Milton Friedman, ha pasado de “ser políticamente imposible a ser políticamente inevitable”. Friedman se refería a otra: al cambio ocurrido entre 1962, cuando sus ideas como uno de los dos padres fundadores del neoliberalismo eran políticamente imposibles, a 1982, cuando se volvieron políticamente inevitables. Dice DS que el cambio ocurrió cuando el keynesianismo fue incapaz de resolver el problema de la estanflación (estancamiento y creciente desempleo con inflación), porque para atacar el desempleo se requiere más gasto público, pero para atacar la inflación se requiere menos.

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DS pasa a analizar la causa real, profunda, de la crisis. Para ello introduce una gráfica estilizada que he reproducido aquí. Después de la Segunda Guerra Mundial y durante treinta años (la edad de oro del capitalismo) la productividad del trabajo en Estados Unidos creció sostenidamente y los salarios reales subieron a un ritmo similar; después de 1975, sin embargo, los salarios reales dejaron de crecer a pesar de que la productividad del trabajo siguió creciendo rápidamente, con lo cual la brecha entre lo que produce cada trabajador y lo que se le paga (la plusvalía, diría Marx) se amplió más y más. Esta brecha, añade, haría pensar que el capitalismo entró en una crisis permanente de sobreproducción, al haber demasiada producción con relación al poder de compra. Pero el capitalismo, añade, logró que la gente, a pesar de los estancados salarios reales, siguiera comprando más y más mediante el endeudamiento. Dice nuestro autor: “La clase capitalista, en lugar de aumentar los salarios de los trabajadores para que pudieran comprar los bienes producidos, les prestaban dinero”. Pero este juego, añade, tenía que llegar a un fin: los sobrendeudados consumidores empezaron a dejar de pagar sus deudas. Y estalló la crisis.

Señala que contra la crisis se están intentando soluciones keynesianas, pero la experiencia de la gran depresión de los años 30 mostró que no son suficientes, pues a pesar del Nuevo Trato de Roosevelt Estados Unidos sólo salió de la gran depresión con la movilización para la guerra. Pero ahora, dice, no va haber una tercera guerra mundial y el aumento posible en el gasto militar es muy limitado. Se podría añadir que el estancamiento de Japón en los años 90, apunta a la ineficacia de los instrumentos de política disponibles para sacar a las economías de la crisis. Al introducir la crisis ecológica que se asocia al crecimiento galopante, el argumento de quienes proponen recuperar el crecimiento capitalista se ve, obligadamente, matizado con la idea de que ahora éste se basaría en tecnologías verdes. En opinión de DS, éste es un cuento de hadas, pues:

Requerimos cambiar nuestra economía para que su salud no dependa del siempre creciente consumo de las naciones ricas, consumo que, de cualquier modo, no hace felices a quienes vivimos en dichas naciones. Así que estamos arrinconados. Los preocupados por el creciente desempleo presionan para gastar, gastar, gastar, mientras los ecologistas denuncian que nuestra adicción al consumo está matando al planeta. Ambos tienen razón.

Por tanto, puesto que uno de los rasgos esenciales del capitalismo es que sólo puede funcionar bien con crecimiento galopante, no queda más que preguntarse si otro mundo es posible, lo cual aborda DS con gran conocimiento de causa, pues ha dedicado casi toda su vida profesional a pensar en la sociedad después del capitalismo, particularmente en sus libros Against capitalism (1993) y After capitalism (2002). Su propuesta se centra en lo que llama democracia económica y sostiene que ésta está en el horizonte. La democracia económica sería una formación social que estaría más allá del capitalismo, sería mucho más democrática que la actual y podría funcionar bien con o sin crecimiento de la producción. DS parte de lo que sabemos a la luz de los experimentos económicos del último siglo: a) Sabemos que los mercados competitivos son esenciales para el buen funcionamiento de una economía desarrollada y compleja; ésta es la lección negativa de los experimentos socialistas del siglo XX los cuales mostraron que la planificación no puede reemplazar totalmente a los mercados. b) Sabemos que se requiere algún tipo de regulación de los flujos de inversión para el desarrollo racional, estable y sustentable; ésta es la lección negativa de los experimentos neoliberales de los últimos treinta años. c) Sabemos que las empresas pueden ser manejadas democráticamente con pérdidas de eficiencia muy pequeñas o nulas y, en algunos casos, con aumentos de ella y casi siempre con considerable ganancia en la seguridad del empleo. Ésta es una lección positiva de muchos experimentos recientes en formas alternativas de organización del lugar de trabajo. Hay miles de empresas exitosas administradas por trabajadores en todo el mundo que han sido estudiadas y, hasta donde estoy enterado, dice DS, no existe ningún estudio que muestre que el modelo autoritario (capitalista) es superior al democrático.

Con estas premisas, el modelo que propone DS tiene tres componentes: a) Mercados de bienes y servicios, esencialmente iguales a los del capitalismo, pero que no incluyen mercados de trabajo ni de capital, y que están regulados para proteger la salud y la seguridad de consumidores y productores. b) Democracia en el lugar de trabajo, que remplaza la institución del trabajo asalariado; las empresas se conciben como comunidades; no como mercancías. El consejo de los trabajadores, órgano electo por los trabajadores (cada persona un voto), nombra a la gerencia a la que se otorga un importante grado de autonomía, con la obligación de rendir cuentas, los trabajadores no reciben un salario sino participan en las ganancias de la empresa. c) Control democrático de la inversión, que remplaza a los mercados financieros. Los fondos de inversión provienen de los impuestos a los acervos de capital de las empresas, que se reinvierten a través de bancos públicos. La planificación inteligente de la inversión, señala, es posible. A estos tres puntos esenciales, DS añade otros dos: uno para asegurar el pleno empleo, actuando el gobierno como empleador de última instancia, y otro para dejar un espacio en el que prospere la capacidad emprendedora. Muy interesante propuesta que tiene sentido como un todo. Tiene muchos puntos polémicos, pero los interesados en el futuro de la humanidad debemos tratarla con toda seriedad, junto con otras visiones de futuros socialistas. DS concluye diciendo con Friedman: “Tenemos que desarrollar alternativas, mantenerlas vivas y disponibles hasta que lo políticamente imposible se convierta en lo políticamente inevitable”.

Medidas para restablecer la confianza se requieren con urgencia en Cancún

Decimosexta sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16) 29 de noviembre – 10 de diciembre de 2010, Cancún, México

Recomendaciones para la COP 16

La UICN insta a una acción rápida y enérgica por parte de los Estados, comunidades y personas individuales para adoptar todas las medidas posibles para reducir de inmediato todas las emisiones de gases de efecto invernadero a fin de asegurar el logro del objetivo acordado en Copenhague, es decir, limitar el aumento de la temperatura media mundial a 2°C por encima de los niveles preindustriales. Será necesario reforzar los objetivos de reducción cuantificada de emisiones por los países desarrollados y mejorar las medidas de mitigación apropiadas a nivel nacional por aquellos países en desarrollo con economías emergentes.

Mientras continúan las negociaciones hacia el objetivo final de un acuerdo global que sea legalmente vinculante, es vital que la COP tome medidas para restablecer la confianza en forma de un paquete equilibrado de Decisiones de REDD-plus, adaptación, tecnología, transferencia de tecnología y desarrollo de capacidades.

La UICN también insta a un avance rápido en el desarrollo, la puesta a prueba y la aplicación de enfoques basados en los ecosistemas para la mitigación en los bosques y otros ecosistemas ricos en carbono y para la adaptación de los ecosistemas vulnerables y las comunidades dependientes, así como la inclusión de estas estrategias en el acuerdo global futuro y, por lo tanto, en las estrategias nacionales de adaptación y los planes de acción.

En primer lugar, es necesario poner a disposición de inmediato un nuevo financiamiento rápido adicional, tanto para la adaptación como para la mitigación, y las Partes donantes deben tomar medidas tangibles para proporcionar financiamiento a largo plazo.

La UICN insta

  • al establecimiento de un Marco de Adaptación fuerte y orientado hacia la implementación como parte de un régimen post 2012.
  • al reconocimiento de la gestión sostenible de los recursos naturales en el desarrollo de la resiliencia de los sistemas socioeconómicos y ecológicos.
  • al desembolso inmediato de medios financieros nuevos y adicionales para permitir que las acciones de adaptación sean implementadas en el terreno.
  • a todas las personas, comunidades y Partes a que adopten este tipo de acciones de adaptación, según les sea posible, hacia los objetivos del Marco previsto y hacia la reducción de la vulnerabilidad y el aumento de la resiliencia de los países en desarrollo en particular.

Para mayor información, por favor contactar a:

Stewart Maginnis
Director, Environment and Development IUCN HQ
Tel: +41 22 999 0264
Stewart.maginnis@iucn.org

Claire Parker Senior Policy Consultant
Fairhaven Long Lane
Fowlmere, Cambs
SG8 7TG United Kingdom
Tel: +44 7769664701
Claire.n.parker@btopenworld.com

Carole Saint-Laurent
Senior Forest Policy Advisor IUCN
70 Mayfield Ave
Toronto Ontario M6S 1K6 Canada
Tel:+1(416) 763-3437
carsaintl@bellnet.ca

Ninni Ikkala
Climate Change Coordinator IUCN HQ
Tel: +41 22 999 0106
Ninni.ikkala@iucn.org

Sede Mundial de la UICN
Rue Mauverney 28
1196 Gland
Switzerland
Tel: +41 22 999 0000
Fax: +41 22 999 0002
mail@iucn.org
www.iucn.org

viernes, noviembre 26, 2010

Grupos del Bosque e Indígenas rechazan en Cancún Pacto sobre los Bosques

Comunicado de Prensa Conjunto de la Coalición Mundial por los Bosques y la Red Ambiental Indígena

26 de noviembre de 2010

Los grupos advierten que REDD Violará los Derechos y Acelerará las Emisiones.

Cancún, México - Los grupos Indígenas y los grupos por los derechos ambientales advierten que un acuerdo sobre REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques) en la próxima conferencia sobre el cambio climático de la ONU en Cancún, México será un desastre para los pueblos de los bosques en todo el mundo, lo que limita los derechos de los Indígenas y campesinos sobre sus territorios. Los grupos sugieren que la verdadera solución es que los países desarrollados reduzcan las emisiones de combustibles fósiles en origen.

Si bien los negociadores en la COP 16 esperaban forjar un acuerdo sobre REDD, la Coalición Mundial por los Bosques, la Red Ambiental Indígena y una gran cantidad de organizaciones de la sociedad civil e Indígenas, advierten que cualquier acuerdo REDD reducirá las reservas de carbono de los bosques, sin tener en cuenta su valor para la biodiversidad y medios de vida rurales.

Tom Goldtooth, Director Ejecutivo de la Red Ambiental Indígena, dijo: "Sí que tenemos que detener la deforestación rampante – ya que REDD no protegerá a los bosques, ni reducirá la contaminación peligrosa. REDD permitirá a las industrias contaminantes a evitar la reducción de emisiones a través de compensaciones de los árboles y otros de los llamados "servicios ambientales". Desde una perspectiva de los derechos Indígenas y humanos, REDD podría penalizar a los mismos pueblos que protegen y dependen de los bosques para su subsistencia, sin garantías de las garantías exigibles. REDD está fomentando lo que podría ser la apropiación de tierra más grande de todos los tiempos."

Blessing Karumbidza del grupo sudafricano Timberwatch agregó, "REDD y otras falsas soluciones como los agrocombustibles y las plantaciones de sumideros de carbono son las maneras de apropiación de tierras productivas en el Sur para que más recursos baratos y comida puedan ser accedidos por los países industrializados."

Los grupos pidieron a los negociadores a abordar las causas subyacentes de la deforestación, a eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, a la industria de la bioenergía y a los biocombustibles, y a reconocer plenamente la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y otras normas internacionales, estándares y acuerdos que protegen a los pueblos en la tierra y los derechos humanos.

"Los campesinos y los Pueblos Indígenas alimentan al mundo y enfrían el planeta", dijo Marcial Arias, Kuna de Panamá. "Con el fin de seguir haciéndolo, nuestros derechos a la tierra, a la soberanía alimentaria y el acceso al agua como un bien común deben ser defendidos. REDD violará estos derechos."

Los grupos expresaron su preocupación de que las propuestas sobre la mesa en Cancún para aumentar la financiación del carbono para las plantaciones de monocultivos industriales y la explotación forestal, violaría los acuerdos realizados durante la Convención de la ONU el mes pasado sobre la Diversidad Biológica (CDB) para evitar falsas medidas de mitigación como la bioenergía, REDD, y la geo-ingeniería.

"Estas propuestas llevan a la comercialización de la naturaleza a nuevos extremos," dijo Rachel Smolker de Biofuelwatch.

Silvia Ribeiro del Grupo ETC advierte que "la estrategia de REDD para colocar a los bosques en el mercado de carbono es miope y mortal. REDD acelerará la toma de tierras impulsado por la engañosamente llamada "economía verde". La industria forestal ha sido acusado antes de no ver el bosque para los árboles, con REDD reduciendo árboles a sumideros de carbono para compensar la contaminación industrial, la industria ni siquiera verá los árboles”.

Contactos: Janneke Romijn, Coalicion Mundial por los Bosques
janneke.romijn@globalforestcoalition.org
Tel: +31 6 82 07 13 82

Anne Petermann, Global Justice Ecology Project
globalecology@gmavt.net
Tel: +1.802.578.0477 / (Cancún, México celular +52.998.167.8131 desde el 27 de noviembre 2010)

Jeff Conant, Global Justice Ecology Project (español)
jc@globaljusticeecology.org
Tel: +1.575.770.2829

martes, noviembre 23, 2010

El árbol más antiguo de Madrid es mexicano

Juanjo Robledo / BBC Mundo, España
Ahuehuete mexicano, parque del Retiro, Madrid

Ha sobrevivido a los inviernos y veranos extremos de Madrid, a la invasión napoleónica que lo utilizó como escudo para sus cañones, a los bombardeos de la Guerra Civil española y al recuerdo del conquistador de México, Hernán Cortés.

Con casi cuatro siglos de edad, el árbol más antiguo de la ciudad es un corpulento ahuehuete mexicano anclado en el Parque El Retiro.

"El árbol parece una catedral de ingentes columnas superpuestas, un Niágara de vegetación que desciende abrumadoramente hacia uno cuando levanta los ojos queriendo alcanzar toda la altura de su copa", describe el escritor español Antonio Muñoz Molina, después de descubrir este ejemplar que pasa desapercibido entre el follaje del parque.

Con más 30 metros de altura y seis metros de espesor, el ahuehuete madrileño podría considerarse un adolescente dentro de su especie (en México hay ejemplares de más de 2.000 años) pero, pese a su juventud, ha sido observador privilegiado de los cambios experimentados por la ciudad en los últimos 400 años.

Su plantación oficial en Madrid data de 1632, cuando el rey Felipe IV comenzó la construcción del Palacio del Buen Retiro, pero se cree que el ahuehuete (cuyo nombre significa árbol viejo de agua en náhuatl) llegó mucho antes a España, justo después de la caída de Tenochtitlán, la mítica capital azteca derrotada por Cortés.

Lloros del Conquistador

Ahuehuete mexicano, parque del Retiro, Madrid

Ahuehuete significa árbol viejo de agua en náhuatl.

Debajo de otro ahuehuete, que sigue en pie a las afueras de Ciudad de México, el conquistador lloraría en la brumosa Noche Triste (1520), cuando los guerreros aztecas acabaron con la mitad del ejército español y la caída de Tenochtitlán parecía imposible. Cortés se replegaría en Tlaxcala y volvería a atacar la capital azteca hasta sitiarla.

Esa noche decisiva, de alianzas bajo las ramas del centenario ahuehuete, quedarían grabadas en el conquistador quien trajo a la península ibérica varios ejemplares del árbol para no olvidar esa fecha.

En los jardines del Palacio de Aranjuez, cerca de Madrid, se conservan varios sabinos (como también se le llama a los ahuhuetes), pero el más antiguo es el del Retiro.

Felipe IV solía mirarlo mientras evocaba las batallas de Cortés en América.

El árbol, con forma de candelabro (tiene más de diez troncos que salen de su base), creció delante de los bailes de la corte (hoy Casón del Buen Retiro) hasta que llegaron los cañonazos de la invasión napoleónica a comienzos del siglo XVIII.

Sobreviviente de dos guerras

Napoleón puso en el trono español a José Bonaparte, su hermano, en medio de las protestas populares.

A pesar de que el árbol es muy longevo no deja de sorprender que haya sobrevivido a tantos cambios, además que ha tenido que adaptarse a las condiciones climáticas de Madrid, muy diferentes a las de Centroamérica

Santiago Soria, área Zonas Verdes del Ayuntamiento de Madrid.

"El ahuehuete de El Retiro sirvió de refugio a las tropas francesas. El árbol no fue talado como ocurrió con otros ejemplares porque las tropas aprovecharon la forma de los troncos para apoyar una pieza de artillería", explica Emilia Bueno, del área de educación ambiental del parque.

Desde allí el ejército francés dispararía contra la ciudad y especialmente contra el Palacio del Buen Retiro, agujereado por los proyectiles y las explosiones.

De aquella obra de Felipe IV no queda nada, salvo el parque reducido a la mitad de su original y el ahuehuete, el testigo más antiguo.

En el siglo XX, la Guerra Civil española llegaría a Madrid con frío y hambruna.

Poemas y sellos

Árbol mexicano en Madrid. Estampilla.

Se le han dedicado poemas y sellos conmemorativos.

La mayoría de árboles fueron talados para calentar a una ciudad sitiada por las tropas de Franco. El ahuehuete no sólo sobrevivió a la necesidad sino a las bombas que caían desde los aviones.

"A pesar de que el árbol es muy longevo no deja de sorprender que haya sobrevivido a tantos cambios, además que ha tenido que adaptarse a las condiciones climáticas de Madrid, muy diferentes a las de Centroamérica", comenta Santiago Soria, del área de Zonas Verdes y Arbolado del Ayuntamiento de Madrid.

El milenario Tule, en Oaxaca (México), con más de 40 metros de diámetro, considerado el árbol más grueso del mundo, es quizás el ahuehuete más famoso. Sin embargo, a su hermano madrileño se le han escrito poemas o dedicado sellos como patrimonio de la ciudad.

Debajo de sus ramas, los turistas mexicanos que lo descubren lo miran de arriba a abajo y luego sonríen, como si hubiesen encontrado a alguien de la familia.

Exigen fortalecer cumbre climática

Adriana Alatorre / Reforma, 17 de Noviembre del 2010

Reprochan ONG derrotismo de gobierno mexicano

Llaman a impulsar de forma pacífica agenda civil en foro de Cancún.


Organizaciones civiles nacionales e internacionales demandaron ayer dar contenido a las negociaciones rumbo a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-16), que dará inicio el próximo 29 de noviembre en Cancún, para garantizar que genere compromisos específicos para enfrentar el calentamiento global.

Los promotores del Diálogo Mexicano Espacio Climático (Diálogo Es-Mex) reprocharon al gobierno mexicano su discurso derrotista respecto a los posibles resultados de la cumbre.

Raúl Benet, director de la campaña internacional del Diálogo Es-Mx, llamó a abandonar el fantasma de la Cumbre de Copenhague y sentar las bases para un acuerdo justo.

“No sólo debe reconocer la responsabilidad que tienen los países desarrollados en la crisis climática. Debe comprometérseles a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y a pagar por sus consecuencias. Se necesita un acuerdo suficientemente ambicioso para detener a tiempo los impactos catastróficos del cambio climático. La sociedad está demandando a los políticos que hagan su parte”, indicó en rueda de prensa.

“La exigencia a los principales responsables es la de que asuman compromisos vinculantes para reducir sus emisiones y lograr detener el calentamiento del planeta, y que se establezcan mecanismos y se destinen fondos públicos para hacer frente en lo inmediato a los impactos del cambio climático”.

Remarcó que las organizaciones civiles acudirán a Cancún a expresar sus ideas de manera propositiva y pacífica.

“Rechazamos la falsa versión que se ha propalado por parte de algunas autoridades, en el sentido de que las organizaciones de la sociedad civil y movimientos que estarán presentes en Cancún tienen la intención de alterar la vida cotidiana de la ciudadanía”, apuntó.

Detalló que el Diálogo Es-Mex se instalará en la supermanzana 21, fuera de la zona hotelera, en un predio rebautizado como “MUP Palas”, en referencia al movimiento urbano popular de Cancún y a la sede oficial de la cumbre, el hotel Moon Palace. *Estimaciones

Por su parte, organizadores del Klimaforum 10, que se llevará a cabo del 26 de noviembre al 11 de diciembre en Puerto Morelos, exigieron un cambio de rumbo en las negociaciones sobre el cambio climático que conduce Naciones Unidas.

“Pedimos eliminar la discusión de las falsas soluciones que habitualmente han sido el tema de las cumbres y lograr acuerdos para reducir inmediatamente el uso del auto, avión y de los trenes rápidos”, indicó Eugenio Cabrera en rueda de prensa.

Recalcó que la verdadera solución para la crisis climática está basada en utilizar los recursos naturales de manera segura, limpia, renovable y sostenible.

AgendA hídrica

Al menos 35 millones de mexicanos enfrentan problemas de escasez de agua y en 10 años la cifra podría llegar a 52 millones por efecto del cambio climático, advirtió Gloria Grandolini representante del Banco Mundial, al anunciar la realización en Cancún de los Diálogos por el Agua y el Cambio Climático (D4WCC, por sus siglas en inglés).

El cambio climático, recalcó en rueda de prensa, es una realidad indiscutible que impacta directamente en el ciclo hidrológico y en la cantidad y calidad de los recursos hídricos disponibles.

Growing a Forest, and Harvesting Jobs

The New York Times. A version of this article appeared in print on November 23, 2010, on page A10 of the New York edition.

By ELISABETH MALKIN
Published: November 22, 2010

IXTLÁN de JUÁREZ, Mexico — As an unforgiving midday sun bore down on the pine-forested mountains here, a half-dozen men perched across a steep hillside wrestled back mounds of weeds to uncover wisps of knee-high seedlings.

Freeing the tiny pines that were planted last year is only one step of many the town takes to nurture the trees until they grow tall, ready for harvesting in half a century. But the people of Ixtlán take the long view.

“We’re the owners of this land and we have tried to conserve this forest for our children, for our descendants,” Alejandro Vargas said, leaning on his machete as he took a break. “Because we have lived from this for many years.”

Freeing the tiny pines that were planted last year is only one step of many the town takes to nurture the trees until they grow tall, ready for harvesting in half a century. But the people of Ixtlán take the long view.

“We’re the owners of this land and we have tried to conserve this forest for our children, for our descendants,” Alejandro Vargas said, leaning on his machete as he took a break. “Because we have lived from this for many years.”

Three decades ago the Zapotec Indians here in the state of Oaxaca in southern Mexico fought for and won the right to communally manage the forest. Before that, state-owned companies had exploited it as they pleased under federal government concessions.

They slowly built their own lumber business and, at the same time, began studying how to protect the forest. Now, the town’s enterprises employ 300 people who harvest timber, produce wooden furniture and care for the woodlands, and Ixtlán has grown to become the gold standard of community forest ownership and management, international forestry experts say.

Mexico’s community forest enterprises now range from the mahogany forests of the Yucatán Peninsula to the pine-oak forests of the western Sierra Madre. About 60 businesses, including Ixtlán, are certified by the Forest Stewardship Council in Germany, which evaluates sustainable forestry practices. Between 60 and 80 percent of Mexico’s remaining forests are under community control, according to Sergio Madrid of the Mexican Civic Council for Sustainable Forestry.

“It’s astounding what’s going on in Mexico,” said David Barton Bray, an expert on community forestry at Florida International University who has studied Ixtlán.

The Mexican government plans to showcase its success in community forestry at the global climate talks in Cancún next week. Despite fractious negotiations over reducing carbon emissions, talks on paying developing countries to protect their forests have moved further ahead than most other issues.

In developing countries, where the rule of law is weak and enforcement spotty, simply declaring a forest off-limits does little to prevent illegal logging or clearing land for agriculture or development. “Unless local communities are committed to conserving and protecting forests it’s not going to happen,” said David Kaimowitz, a former director of the Center for International Forestry Research, or Cifor, who is now at the Ford Foundation. “Government can’t do it for them.”

A recent Cifor study reported that more than a quarter of the forests in developing countries are now being managed by local communities. The trend is worldwide — from China to Brazil.

In Ixtlán, under Zapotec traditions, all decisions about the forest and its related businesses are made by a (mostly male) general assembly of 390 townspeople. These “comuneros” are required to contribute their labor as needed to the forest and its enterprises.

“You can see the harmony,” said Francisco Luna, the secretary of the committee in charge of the forest and its businesses. “For us to live in peace, we have to respect all the rules.”

Many of the problems that beset other forests in Mexico, like illegal logging and deforestation, rate barely a shrug here. Pedro Vidal García, a longtime forester in Ixtlán who now works for the Rainforest Alliance, laughed when he was asked about illegal logging in the 48,000 acres of forest the community owns.

“Anybody who tries their own illegal business is harshly judged,” he said. “The assembly is very tough.” A comunero who dares to work as a guide to illegal loggers or hunters is branded a traitor and could lose all property rights.

Rule by an assembly of equals based on ancestral customs can make running a business unwieldy. “It takes a long time to agree,” said Mr. García, whose father was one of the generation that sold their livestock to set up the community’s first sawmill. “The assembly can turn emotional, or technical.”

Last year, the community’s businesses made a profit of about $230,000. Of that, 30 percent went back into the business, another 30 percent went into forest preservation and the final 40 percent went back to the workers and the community where it pays for things like pensions, a low-interest credit union and housing for students studying in the state capital. Most of the enterprise’s foresters and managers are the university-educated sons and daughters of the older comuneros.

It is an odd business mixture, acknowledged Alberto Belmonte, who is in charge of finding new markets for the furniture and lumber that Ixtlán and two neighboring towns produce. “Pure simple socialism, which is what the communities have, and an idea of capitalism, where we say, ‘You know what? We have to be profitable.’”

Many of Ixtlán’s plain pine pieces are sold to the state government, and the factory is busy filling an order to furnish a children’s home with bunk beds and lockers. Mr. Belmonte has plans to jazz up design and crack the Mexico City market.

Julio García Gómez, 31, a sawmill worker, came back to Ixtlán five years ago from New Jersey, where he was working illegally, to raise his young family. The pay here has gone up since he returned, he said, “because of the equipment, because of the training.”

While a self-sustaining business, Ixtlán is still a work in progress. Nongovernment organizations, as well as the Mexican government, all provide financing and advice. And even the strongest advocates of community forestry acknowledge that it is not the answer to protecting forests everywhere. It works best in areas that produce quality timber, Mr. Bray said.

But it is a huge improvement on what came before.

“Things are working,” said Francisco Chapela, an agronomist who first came to Oaxaca 30 years ago and now works for the Rainforest Alliance in Mexico. “Forest management is a big success,” he continued. “If you look at old aerial photographs and compare it with what is now, the forest is increasing here.

“A lot of jobs have been created and a lot of money has come to the communities.”

lunes, noviembre 22, 2010

Stalin, Our Contemporary

Project Syndicate / Timothy Snyder
2010-11-16

NEW HAVEN – Eighty years ago, in the autumn of 1930, Joseph Stalin enforced a policy that changed the course of history, and led to tens of millions of deaths across the decades and around the world. In a violent and massive campaign of “collectivization,” he brought Soviet agriculture under state control.

Stalin pursued collectivization despite the massive resistance that had followed when Soviet authorities first tried to introduce the policy the previous spring. The Soviet leadership had relied then upon shootings and deportations to the Gulag to preempt opposition. Yet Soviet citizens resisted in large numbers; Kazakh nomads fled to China, Ukrainian farmers to Poland.

In the autumn, the shootings and deportations resumed, complemented by economic coercion. Individual farmers were taxed until they entered the collective, and collective farms were allowed to seize individual farmers’ seed grain, used to plant the next year's harvest.

Once the agricultural sector of the USSR was collectivized, the hunger began. By depriving peasants of their land and making them de facto state employees, collective farming allowed Moscow to control people as well as their produce.

Yet control is not creation. It proved impossible to make Central Asian nomads into productive farmers in a single growing season. Beginning in 1930, some 1.3 million people starved in Kazakhstan as their meager crops were requisitioned according to central directives.

In Ukraine, the harvest failed in 1931. The reasons were many: poor weather, pests, shortages of animal power after peasants slaughtered livestock rather than losing it to the collective, shortages of tractors, the shooting and deportation of the best farmers, and the disruption of sowing and reaping caused by collectivization itself.

“How can we be expected to build the socialist economy,” asked a Ukrainian peasant, “when we are all doomed to hunger?” We now know, after 20 years of discussion of Soviet documents, that in 1932 Stalin knowingly transformed the collectivization famine in Ukraine into a deliberate campaign of politically motivated starvation. Stalin presented the crop failure as a sign of Ukrainian national resistance, requiring firmness rather than concessions.

As famine spread that summer, Stalin refined his explanation: hunger was sabotage, local Communist activists were the saboteurs, protected by higher authorities, and all were paid by foreign spies. In the autumn of 1932, the Kremlin issued a series of decrees that guaranteed mass death. One of them cut off all supplies to communities that failed to make their grain quotas.

Meanwhile, the Communists took whatever food they could find, as one peasant remembered, “down to the last little grain,” and in early 1933 the borders of Soviet Ukraine were sealed so that the starving could not seek help. Dying peasants harvested the spring crops under watchtowers.

More than five million people starved to death or died of hunger-related disease in the USSR in the early 1930’s, 3.3 million of them in Ukraine, of which about three million would have survived had Stalin simply ceased requisitions and exports for a few months and granted people access to grain stores.

These events remain at the center of East European politics to this day. Each November, Ukrainians commemorate the victims of 1933. But Viktor Yanukovich, the current Ukrainian president, denies the special suffering of the Ukrainian people – a nod to Russia’s official historical narrative, which seeks to blur the particular evils of collectivization into a tragedy so vague that it has no clear perpetrators or victims.

Rafal Lemkin, the Polish-Jewish lawyer who established the concept of “genocide” and invented the term, would have disagreed: he called the Ukrainian famine a classic case of Soviet genocide. As Lemkin knew, terror followed famine: peasants who survived hunger and the Gulag became Stalin’s next victims. The Great Terror of 1937-1938 began with a shooting campaign – directed chiefly against peasants – that claimed 386,798 lives across the Soviet Union, a disproportionate number of them in Ukraine.

Collectivization casts a long shadow. When Nazi Germany invaded the western Soviet Union, the Germans kept the collective farms intact, rightly seeing them as the instrument that would allow them to divert Ukrainian food for their own purposes, and starve whom they wished.

After Mao made his revolution in 1948, Chinese communists followed the Stalinist model of development. This meant that some 30 million Chinese starved to death in 1958-1961, in a famine very similar to that in the Soviet Union. Maoist collectivization, too, was followed by mass shooting campaigns.

Even today, collective agriculture is the basis for tyrannical power in North Korea, where hundreds of thousands of people starved in the 1990’s. And in Belarus, Europe’s last dictatorship, collective farming was never undone, and a former collective farm director, Aleksandr Lukashenko, runs the country.

Lukashenko is running for a fourth consecutive presidential term in December. Controlling the land, he also controls the vote. Eighty years after the collectivization campaign, Stalin’s world remains with us.

Timothy Snyder is Professor of History at Yale University. His most recent book is Bloodlands: Europe Between Hitler and Stalin.

Copyright: Project Syndicate/Institute for Human Sciences, 2010.
www.project-syndicate.org

domingo, noviembre 21, 2010

Ernesto Enkerlin nominated as IUCN deputy chair

The IUCN Council approved, on the 18 November, the nomination of Ernesto as Deputy Chair. The outgoing Deputy Chair, Trevor Sandwith, is now Head of IUCN’s Global Protected Areas Programme.

Winner of many prestigious awards, including the “The Best Alumni of Monterrey Tech 2004”, “UNESCO Prize for Environmental Preservation 2005”, Pronatura-Mexico “Recognition for Achievement 2006”, National Conflict Resolution Center “Peacemaker Award 2007”, World Conservation Union “Fred Packard Award 2008” and Society for Conservation Biology “Distinguished Service Award 2009”. Kenton Miller Award for Innovation in protected areas management, 2009, Ernesto is the Dean for Sustainable Development at Monterrey Tech, the largest private university system in Latin America. Previously, as the President of the National Commission on Natural Protected Areas of Mexico, he dealt with all aspects related to directing this Mexican institution in charge of the conservation of all protected areas within the country with a budget of approx. 100 million USD (2009) and 2000 employees and over 100 conservation partner organizations, including 32 Mexican states and a large number of NGOs.

Member of IUCN WCPA since 1996, Ernesto holds a degree from Monterrey Tech in agronomy, wildlife and animal science, and has received several academic honors. He also has a PhD in wildlife ecology with his research on parrots leading to science-based advances in parrot and habitat conservation around the world. .

Ernesto founded and directed Pronatura Noreste and positioned it as one of Mexico’s leading conservation organizations. He also participates as a citizen and professional consultant on conservation and sustainable development policy issues, in steering committees, editorial committees, scientific societies and boards of NGO’s. Together with his family and partners he established two privately run nature reserves encompassing over 2,000 hectares.

Ernesto has published over 100 refereed and popular articles and is co-editor and author of several chapters in “Ciencia Ambiental y Desarrollo Sostenible”, and “Vida, Ambiente y Desarrollo en el Siglo XXI: Lecciones y Acciones”. He also participated in the drafting team of the Durban Accord for the 5th IUCN World Parks Congress in 2003.

"I am immensely pleased with Ernesto's appointment" said Trevor Sandwith, Head of IUCN’s Global Protected Areas Programme. "His skills and experience within IUCN WCPA will strengthen the revitalization of IUCN's Global Protected Areas Programme and I am looking forward to working with him in my new role".

“Protected areas are a success story overall and IUCN WCPA has had a pivotal role.” said Ernesto Enkerlin-Hoeflich, Deputy Chair of IUCN WCPA, “I look forward to assisting the IUCN WCPA Commission in addressing the political, social and financial threat posed by climate change to make protected areas opportunities for conservation in a new era of truly global shared responsibilities.”

"I am thrilled that Ernesto has agreed to serve as the Deputy Chair for the Commission.” said Nik Lopoukhine, Chair of IUCN WCPA. “His wide experience and commitment to protected areas will be critical in helping the Commission in addressing some of the challenges that face protected areas around the world."

Cien buenas noticias, cien

José Sarukhán.

El Universal,
12 de noviembre de 2010

Últimamente estamos rodeados, en nuestro país, de noticias que distan mucho de ser optimistas y estimulantes. Parece que la grisura de los eventos domina el espíritu de mucha gente. Hoy comentaré lo que espero sea una pequeña rasgadura a la bruma gris, con algunos rayos de luz provenientes de la conservación y el manejo sustentable de nuestros recursos naturales renovables. Me refiero a la publicación de un libro que relata, por los actores mismos, 100 de los más exitosos casos de conservación, manejo sustentable y/o recuperación de las especies y ecosistemas terrestres y marinos de México. El libro sale a la luz la semana próxima.

México ha sufrido una seria disminución de nuestro patrimonio natural, debido a políticas de desarrollo que han ignorado por largo tiempo principios ecológicos que garanticen la sustentabilidad; no obstante, es justo mencionar que, desde el último cuarto de siglo ha habido un incremento notable de casos de conservación y manejo sustentable de nuestro patrimonio natural.

Esto ha sido posible por varias circunstancias. Primero, una tradición de conocimiento de nuestros recursos naturales que data del siglo XIX; segundo, la existencia de instituciones que albergaron personajes dedicados a estos estudios, las cuales se multiplicaron en la segunda mitad del siglo XX en buena parte del territorio mexicano. Esto permitió el crecimiento inusitado, de una comunidad académica dedicada a lo que podríamos llamar “las ciencias de la biodiversidad”. La difusión del conocimiento generado por esta comunidad creó una conciencia ambiental en sectores de la sociedad que constituyeron y fortalecieron diversas organizaciones civiles, activas gestoras de cambios locales. Finalmente, una serie de circunstancias afortunadas en la última década del siglo pasado, generó, en el ámbito federal, un desarrollo institucional de estructuras, programas, opciones tecnológicas, marcos normativos, etc., que estimularon una sensibilidad clara y definida sobre la importancia del conocimiento, la conservación, el manejo y la restauración de nuestros recursos naturales, basadas en principios científicos, que dieron al tema ambiental un lugar propio en la política gubernamental.

Sin minimizar la compleja realidad que rodea lo referente al cuidado de nuestro ambiente y lo mucho que aún falta por hacer, la Semarnat, por conducto de Conabio, seleccionó, de entre una buena cantidad de acciones realizadas en el siglo pasado y el presente, aquellas que constituían ejemplos de logros concretos y exitosos de conservación, manejo sustentable, restauración y recuperación de recursos, que en muchos casos resultaron en beneficios económicos para los dueños de nuestro patrimonio natural. Hay mucho de qué sentirse contentos y, especialmente, estimulados a seguir por el camino que nos permita cosechar muchos más de estos casos exitosos en la conservación y manejo sustentable de nuestros recursos naturales, buena parte de ellos, propiciados por la iniciativa y la actividad social. Son, la mayoría de ellos, ejemplos de cómo hay que seguir trabajando todos en el país para hacer cada vez mejor las cosas: individuos, organizaciones sociales, instituciones académicas, sector privado, instancias gubernamentales.

La sociedad mexicana debe enterarse que en el campo de la conservación, restauración y el manejo sustentable de nuestro patrimonio natural, hay muchas cosas que se han hecho bien, entre otras, que no han sido tan exitosas, pero se ha querido mostrar aquéllas en las que personas e instituciones han trabajado con vocación y convencimiento hasta lograr éxito, que desde luego hay que consolidar y mantener. Conservar la diversidad biológica de nuestro país y lograr el desarrollo sustentable son, además de un imperativo ético, un llamado a la supervivencia de nuestro patrimonio natural y, en última instancia, a la protección de la calidad de nuestra propia vida y de las generaciones futuras.

Biólogo investigador de la UNAM

Cien años de deterioro

Reforma 13 de noviembre 2010

Julia Carabias

El siglo XX será recordado en la historia de México como el de mayor impacto sobre el patrimonio natural nacional. Las políticas de desarrollo asumieron que los recursos naturales eran ilimitadamente renovables, y al paso de los años la naturaleza se fue destruyendo en nombre de un desarrollo que tampoco llegó.

Al inicio del siglo XX habitaban en México un poco más de 9 millones de personas, en su mayoría campesinos sin tierra que subsistían como peones acasillados en las haciendas propiedad de una pequeña elite económica.

La Constitución de 1857 definía el sistema patrimonial de la propiedad como una prerrogativa individual. Los recursos naturales, cualesquiera que estos fueran, eran propiedad del dueño de la tierra. Este régimen de propiedad finalizó con la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. El artículo 27 constitucional confiere a la nación la propiedad originaria de las tierras y aguas nacionales y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares constituyendo la propiedad privada. Los tipos de tenencia de la tierra que se reconocen a partir de entonces son la ejidal, la comunal, la pequeña propiedad y la propiedad de la nación. Además, la Constitución define que la nación tiene el derecho de imponer a la propiedad privada las "modalidades que dicte el interés público, así como el de regular, en beneficio social, el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, con objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su conservación, lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población rural y urbana...".

La Constitución deja clara la dimensión de justicia social, desarrollo económico y conservación de la naturaleza. Sin embargo, la forma en que estos preceptos fueron concretándose a lo largo de los años en las leyes reglamentarias, en su aplicación y observancia y en los programas gubernamentales, indujo en el país un resultado muy distante al previsto en la Carta Magna.

Un primer proceso tiene que ver con la reforma agraria. Desde la promulgación de la Constitución y hasta 1940 se repartieron 30 millones 400 mil hectáreas dotadas a un millón 570 mil beneficiados. Sin restar, en lo más mínimo, la importancia que tuvo el reparto agrario como respuesta al reclamo de justicia social, el problema fue que la mayoría de estas tierras repartidas era de aptitud forestal, ya que para la repartición no se tomaron en cuenta las mejores tierras agropecuarias que estaban bajo la propiedad privada de los productores agropecuarios exportadores. Este hecho pudo no haber sido tan grave en sus resultados de no haber sido por, al menos, dos factores. Uno fue el caso de la Ley de Tierras Ociosas, promulgada en 1920 (derogada en 1981), en la que se estipulaba que la condición de ejidatario podía perderse por resolución administrativa si no se trabajaba directamente la parcela durante dos años. El otro fue que las políticas de fomento productivo en el campo se limitaron a las actividades agropecuarias, sin considerar las opciones forestales. La combinación de estas dos políticas llevó a que una gran parte de esta tierra repartida, de vocación forestal, fuera talada para cultivos agrícolas y potreros ganaderos.

Fue así como la visión original sobre la protección del patrimonio natural nacional establecido en la Constitución fue paulatinamente desviándose. Se perdió la oportunidad de dejar a los ecosistemas más importantes desde la perspectiva biológica y ecológica bajo un régimen de propiedad nacional. En el nuevo arreglo de tenencia de la tierra, las posibilidades de mantener los ecosistemas de interés público conservados se redujeron a la expropiación o a las modalidades que, mediante las leyes reglamentarias, se pueden imponer a la propiedad privada; ambos procesos muy complejos y conflictivos. Además, las modalidades en materia ambiental no se definieron sino hasta 1988, con la promulgación de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.

El resultado de estos procesos, que duraron más de siete décadas, fue que la mitad de los bosques y de las selvas del país se eliminaron; dos terceras partes de las zonas áridas y semiáridas están intervenidas y alteradas por el ganado vacuno; y la conservación de los ecosistemas naturales está confrontada con los dueños de la tierra.

No fue sino hasta el último quinquenio del siglo XX cuando empezaron a consolidarse políticas más integrales entre el sector ambiental y el productivo, con nuevos arreglos institucionales, programas e instrumentos, cuyo propósito es hacer compatible la conservación de los recursos naturales con su utilización. Sin embargo, la propiedad de la tierra y su relación con la conservación y el uso de los recursos naturales, uno de los asuntos históricamente más álgidos en el país, es aún un tema pendiente de analizar a fondo para resolver las múltiples controversias que existen en su alrededor.

LAS COMUNIDADES CUENTAN +

pleca campaña ESTIMADOS AMIGOS Y AMIGAS

Con el objetivo de hacer que se reconozca el valor
que tienen las comunidades forestales, como la clave
de éxito para la conservación de los bosques
y el combate al cambio climático


Comunidades forestales y organizaciones de la sociedad civil
como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Oxfam México, Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales
y la UNORCA Coordinadora Nacional

LES INVITAN CORDIALMENTE AL

LANZAMIENTO DE CAMPAÑA

LAS COMUNIDADES CUENTAN +

Con la participación de:

Claudia Gómez-Portugal, Centro Mexicano de Derecho Ambiental

Yuritzin Flores Puig, Oxfam México

Gustavo Sánchez, Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales

José Cruz Valles Guevara, UNORCA Coordinadora Nacional


Entre los invitados especiales contaremos con la presencia del

Dip. José Ignacio Pichardo Lechuga

Presidente de la Comisión Especial del Sistema Cutzamala

Presidente de la Comisión de Cambio de Uso de Suelo y Ecosistemas de GLOBE México


La cita tendrá lugar el próximo martes 23 de noviembre, a las 10:00 horas

en el Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS) ubicado en Medellín # 33

Colonia Roma entre Puebla y Sinaloa (entrar por Av. Chapultepec)

ESPERAMOS CONTAR CON SU ASISTENCIA

Para mayor información contactar:


Centro Mexicano de Derecho Ambiental

Margarita Campuzano mcampuzano@cemda.org.mx

Ricardo Ruiz ricardo_ruiz@cemda.org.mx

Tel. (55) 5286 332