martes, diciembre 29, 2009

Lanzan “revolucionario” sistema satelital para vigilar los bosques

Infoandina / FAO, 23 dic 2009

Los bosques serán vigilados a través de un sistema gratuito de seguimiento vía satélite que obtiene imágenes en alta resolución y con cobertura mundial. Este sistema ha sido tildado de “una revolución en el campo de la vigilancia de los bosques” por el Director General de la FAO, Jacques Diouf.

Este sistema fue lanzado en octubre de este año por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), junto con el Joint Research Center (JRC) de la Unión Europea, como parte de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (FRA), una iniciativa que busca medir cada cinco años cuál es el estado actual de los recursos forestales mundiales.

“Nunca hasta ahora se había suministrado información de este tipo directamente a los usuarios en los países en desarrollo. El seguimiento será más barato, más preciso y transparente para los países que quieran reducir sus emisiones de la deforestación y la degradación de los bosques, añadió Diouf.

Según Adam Gerrand, oficial forestal de la FAO, “este sistema es importante pues casi el 20% de las emisiones de carbono provienen de la deforestación. Por eso se debe identificar la magnitud de la pérdida de bosques en todo el mundo”.


¿Cómo funciona este sistema?

En el último año, la FAO ha venido realizando un estudio piloto con 22 países para probar cómo funciona el sistema. Para esto se eligieron amplias zonas forestales de países desarrollados y de países en desarrollo de Latinoamérica, como Brasil, Chile y México.

Según Gerrand, “este piloto se hace para saber si los métodos que estamos utilizando son prácticos y alcanzables para los países. Toda la buena información que recibimos de parte de los países sobre los métodos y los resultados nos ayudará a diseñar un mejor estudio, de manera que podamos incluir más de 150 países y tener un alcance global”.

Para que este sistema de seguimiento satelital funcione, los países deben trabajar conjuntamente con la FAO. Así, expertos de este organismo y del JRC recoleccionan las mejores imágenes de cada país para estudiarlas y ver los cambios de la tierra entre los últimos 15 a 20 años.

“Cuando tengamos esas imágenes veremos las tendencias de los bosques, ya sea por la deforestación en algunas regiones o por la forestación en otras”, explicó Gerrand.

Sin embargo, los resultados que se obtengan de las imágenes no están disponibles para el público en general, solamente los expertos designados por los gobiernos para interpretar las imágenes tendrán acceso a ellas.

“Una vez que la clasificación haya sido completada y validada cada país decidirá si hace públicos o no dichos resultados”, aseguró a InfoAndina Christopher Matthews de la FAO.


Las aplicaciones del sistema de vigilancia forestal

Además de ser un sistema que será de gran utilidad para cada país de manera individual, la FAO asegura que es más importante utilizar este sistema para obtener resultados que ayuden a realizar reportes que presenten necesidades internacionales y de modelos biofísicos globales.

Asimismo, utilizando este sistema de vigilancia forestal mundial, el mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques (REDD) podrá obtener datos de los cambios en las áreas forestales.

"Este sistema no cubrirá toda la información que necesita el REDD, pero la teledetección unida a la verificación sobre el terreno nos permitirán comprobar los cambios en las áreas forestales de forma sólida y certera. Se trata de un componente crucial para el recuento del carbono que utiliza el mecanismo REDD", aseguró Mette Wilkie, responsable de coordinar FRA.

Si desea ver cómo funcionaría el sistema satelital de vigilancia, puede entrar al portal de evaluación de los recursos de los bosques del mundo, http://tinyurl.com/yhzldgs

Para conocer más acerca de la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (FRA), puede ingresar al siguiente enlace, http://www.fao.org/forestry/58458/es/

Para obtener más información acerca del sistema de vigilancia satelital, puede contactarse con el correo electrónico de la FAO, FAO-HQ@fao.org

miércoles, diciembre 23, 2009

Crisis de precios de alimentos

¿Qué está haciendo el Banco Mundial?
Boletín del Banco Mundial (9 de diciembre de 2009)

En respuesta a la gravedad de la crisis de los alimentos y la necesidad de una acción pronta, el Grupo del Banco creó el Programa para hacer frente a la crisis mundial de alimentos en mayo de 2008, a fin de proporcionar alivio inmediato a países muy afectados por el aumento del precio de los alimentos. La respuesta del Banco se ha preparado en coordinación con el Equipo de Tareas de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Crisis Mundial de la Seguridad Alimentaria. En virtud de su respuesta, el Banco está respaldando la aplicación del Marco amplio conjunto para la acción (MAA).

El Grupo del Banco Mundial aumentó el Programa para hacer frente a la crisis mundial de los alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés) a US$2.000 millones en abril de 2009 para brindar alivio inmediato a países muy afectados por el aumento del precio de los alimentos. El GFRP se creó en mayo de 2008 para mitigar la amenaza que el aumento del precio de los alimentos y de los costos de la producción y comercialización agrícolas plantean para la subsistencia de los pobres del mundo. El dinero se usa para alimentar a niños pobres y otros grupos vulnerables, proporcionar suplementos nutricionales a mujeres embarazadas, madres lactantes, recién nacidos y niños pequeños, afrontar los gastos adicionales de las importaciones de alimentos o la compra de semillas para la nueva temporada.

Hasta el 9 de diciembre de 2009, en el marco del GFRP se habían desembolsado US$1.167 millones, de los US$1.195,4 millones aprobados para 35 países, mientras se habían asignado otros US$28,4 millones para programas en cuatro naciones.

En virtud del GFRP se desembolsaron fondos para Afganistán (US$8 millones), Bangladesh (US$130 millones), Benín (US$9 millones), Burundi (US$10 millones), Camboya (US$5 millones), República Centroafricana (US$7 millones), Comoros (US$1 millón), Djibouti (US$5 millones), Etiopía (US$275 millones), Guinea (US$10 millones), Guinea-Bissau (US$5 millones), Haití (US$10 millones, $5 millones), Honduras (US$10 millones), Kenya (US$50 millones, $5 millones), República Kirguisa (US$10 millones), Laos (US$3 millones), Liberia (US$10 millones), Madagascar ($10 millones, $12 millones), Malí (US$5 millones), Moldova (US$7 millones), Mozambique (US$20 millones), Nicaragua (US$7 millones), Nepal (US$36 millones), Níger (US$7 millones), Filipinas (US$200 millones), Rwanda (US$10 millones), Senegal (US$10 millones), Sierra Leona (US$10 millones), Somalia (US$7 millones), Sudán meridional (US$5 millones), Tanzanía (US$220 millones), Tayikistán (US$9 millones), Togo (US$7 millones), Yemen (US$10 millones), y la Ribera Occidental y Gaza (US$5 millones).

El financiamiento en forma de donaciones se aportó también mediante varios fondos fiduciarios financiados desde el exterior, en respaldo de todo el espectro de intervenciones disponibles en el marco del GFRP. Un fondo fiduciario de múltiples donantes, que recibió una contribución de AU$50 millones del gobierno australiano durante el otoño de 2008, asignó fondos para operaciones en Senegal, Camboya, las islas del Pacífico, Vietnam, Zimbabwe y Sierra Leona. La Federación de Rusia también asignó US$15 millones destinados a la República Kirguisa y a Tayikistán, a través del Fondo fiduciario ruso de respuesta rápida a la crisis de precios de los alimentos, que entró en operaciones en abril de 2009. La Comisión Europea asignó EUR48,5 millones a proyectos en Etiopía, Gambia, Guinea-Bissau y Kenya y prometió otros EUR62,3 millones destinados a proyectos en Honduras, Mali, Benín, la República Kirguisa, Laos y Yemen.

En agosto de 2009 se aprobaron operaciones financiadas por el fondo fiduciario de múltiples donantes para Camboya (US$8 millones), Senegal (US$8 millones) y Zimbabwe (US$7 millones) y se aprobaron US$6,25 millones para Tayikistán, financiados por el fondo fiduciario de Rusia. Aumento del financiamiento total para la agricultura a US$12.000 millones en los dos próximos años, en comparación con US$4.000 millones en 2008, según se anunció en abril de 2009. Ello comprende la casi duplicación de financiamiento para África, de US$450 millones a US$800 millones y para América Latina, de US$250 a US$400 millones, y el respaldo por valor de más de US$1.000 millones en proyectos nuevos que para la agricultura y el desarrollo rural en Asia meridional.
La IFC invirtió más de US$1.400 millones en el ejercicio de 2008 en las cadenas de suministro de la agroindustria. Más del 40% de sus proyectos fueron para países que sólo pueden recibir financiamiento de la AIF, y las inversiones en África al sur del Sahara llegaron a ser de US$116 millones. En cuanto al ejercicio de 2009, a febrero del 2009, la IFC ha invertido US$893 millones, y las inversiones en África ascendieron a US$109 millones para fines de distribución y almacenaje, molienda de granos, rehabilitación de plantaciones y financiamiento del comercio internacional.
Triplicación de las inversiones en las redes de protección y otros programas de protección social en materia de salud y educación, al nivel de US$12.000 millones en los dos próximos años, como se anunció en abril de 2009. Creación de un Mecanismo de apoyo al financiamiento agrícola para ampliar el financiamiento rural mediante una contribución de US$20 millones de la Fundación Bill y Melinda Gates, de acuerdo con el anuncio de junio de 2009. El Mecanismo mejorará el acceso a los servicios financieros, como el ahorro, el crédito, los pagos y los seguros.
Trabajar para ayudar a los países a crear productos de seguro del mercado financiero y estrategias de gestión de riesgos para asegurar el aumento de la capacidad para responder a aumentos futuros de precios, como los instrumentos derivados relacionados con los acontecimientos atmosféricos y el seguro de cultivos.
En septiembre de 2008, Malawi se convirtió en uno de los primeros países en hacer uso del nuevo instrumento derivado del Banco relacionado con los acontecimientos atmosféricos. Los instrumentos derivados relacionados con los acontecimientos atmosféricos y basados en índices contribuyen a transferir los riesgos a los mercados financieros. Los pagos deben efectuarse ante el acaecimiento de fenómenos climáticos adversos según condiciones especificadas previamente.
El Banco también está respaldando iniciativas de seguro basadas en índices contra acontecimientos atmosféricos en Tailandia, Bangladesh, Senegal, Burkina Faso, Kenya, Jamaica y posiblemente Fiji.
En Indonesia, el Banco y la IFC están llevando a cabo un estudio de factibilidad de un proyecto piloto de seguro de cultivos para pequeños agricultores que se dedican al cultivo de maíz.
Integración de las estrategias de gestión de riesgos agrícolas a nivel nacional en las nuevas operaciones para países en Marruecos, Malawi, Mozambique, Haití, Belice, Granada y Jamaica.
Participar en el diálogo sobre políticas con más 40 países para ayudarlos a abordar la crisis.
A través de la Secretaría del Equipo de Tareas de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la crisis mundial de la seguridad alimentaria (HLTF), el Banco está colaborando a través de los mecanismos de coordinación a nivel de los países y las iniciativas regionales existentes, como el Programa integral de desarrollo agrícola de África, para identificar las oportunidades y restricciones relativas a la aplicación del MAA en el terreno. Se centra la atención en 27 países menos adelantados y más vulnerables, 22 de los cuales están recibiendo apoyo a través del GFRP del Banco.

Hechos y números relativos a la crisis de los alimentos

1.100 millones de personas subsistían con menos de US$1 al día y 923 millones estaban desnutridas, aún antes de producirse las crisis de los alimentos y los combustibles y la crisis financiera.
Se mantiene la volatilidad del precio de los alimentos. Los precios locales de los alimentos en muchos países no han bajado, aunque los precios internacionales de los alimentos sí lo han hecho. Si bien ha bajado en comparación con sus niveles máximos de 2008, el precio de los principales cereales alimentarios se mantiene por encima del promedio.
El maíz es el 50% más caro que su precio promedio del período 2003- 06, en tanto que el precio del arroz es 100% más alto.
Cuando el precio de los alimentos es alto, los pobres comen menos o bien sustituyen los alimentos por otros más baratos y de menor calidad o se abstienen de gastar en salud y educación.

lunes, diciembre 21, 2009

Los acuerdos en Copenhague

Milenio.com Sáb, 19/12/2009 - 11:16

Copenhague.-La cumbre del clima celebrada en Copenhague logró que 193 países reconocieran los siguientes puntos:

- REDUCCIÓN DE DOS GRADOS EN LA TEMPERATURA: Se "toma conocimiento" del objetivo de limitar en dos grados el calentamiento global. Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), un calentamiento superior a dos grados sería catastrófico para el ser humano y la naturaleza.

- GASES DE EFECTO INVERNADERO: Los países industrializados deben presentar antes del 31 de enero de 2010 objetivos nacionales de reducción de emisiones para 2020. La Unión Europea (UE) y otros 15 países ya lo hicieron. El último borrador ya no propone un objetivo común para los países industrializados. Las metas de reducción de los emergentes dependerá de la ayuda financiera y tecnológica que reciban de los industrializados.

- FONDOS: Los países industrializados aportarán a los países en vías de desarrollo un total de 30.000 millones de dólares (unos 21.000 millones de euros) entre 2010 y 2012 para ayudarlos a hacer frente a los efectos del cambio climático y promover su desarrollo no contaminante. Los Estados ricos plantean el objetivo de ofrecer unos 100.000 millones de dólares a los países más pobres a partir de 2020.

- SUPERVISIÓN: Los países emergentes y en desarrollo deben permitir "análisis y consultas internacionales" para sus actividades de protección medioambiental, aunque tomando en cuenta sus prioridades nacionales. Con ello, China logró que no haya inspecciones independientes internacionales en el propio país.

- DEFORESTACIÓN: Es clave proteger los bosques y destinar fondos para ello, indica el borrador sin mayor precisión. Por ejemplo, no queda claro de dónde saldrá el dinero para combatir la deforestación.

- REVISIÓN: El acuerdo será revisado en 2015 para estudiar la posibilidad de limitar el calentamiento a sólo 1,5 grados. Esta medida fue impulsada sobre todo por Estados insulares, que se ven amenazados por el aumento del nivel del mar.

- CARÁCTER VINCULANTE: En las últimas horas de deliberación se eliminó una referencia a un acuerdo jurídicamente vinculante.

DPA

domingo, diciembre 20, 2009

Cap and Fade

New York Times, December 7, 2009

Op-Ed Contributor



By JAMES HANSEN

AT the international climate talks in Copenhagen, President Obama is
expected to announce that the United States wants to reduce its greenhouse
gas emissions to about 17 percent below 2005 levels by 2020 and 83 percent
by 2050. But at the heart of his plan is cap and trade, a market-based
approach that has been widely praised but does little to slow global
warming or reduce our dependence on fossil fuels. It merely allows
polluters and Wall Street traders to fleece the public out of billions of
dollars.

Supporters of cap and trade point to the 1990 Clean Air Act amendments that
capped sulfur dioxide and nitrogen oxide emissions from coal-burning power
plants — the main pollutants in acid rain — at levels below what they were
in 1980. This legislation allowed power plants that reduced emissions to
levels below the cap to sell the credit for these excess reductions to
other utilities whose emissions were too high, thus giving plant owners a
financial incentive to cut back their pollution. Sulfur emissions have been
reduced by 43 percent in the two decades since. Great success? Hardly.

Because cap and trade is enforced through the selling and trading of
permits, it actually perpetuates the pollution it is supposed to eliminate.
If every polluter’s emissions fell below the incrementally lowered cap,
then the price of pollution credits would collapse and the economic
rationale to keep reducing pollution would disappear.

Worse yet, polluters’ lobbyists ensured that the clean air amendments
allowed existing power plants to be “grandfathered,” avoiding many
pollution regulations. These old plants would soon be retired anyway, the
utilities claimed. That’s hardly been the case: Two-thirds of today’s coal-
fired power plants were constructed before 1975.

Cap and trade also did little to improve public health. Coal emissions are
still significant contributing factors in four of the five leading causes
of mortality in the United States — and mercury, arsenic and various coal
pollutants also cause birth defects, asthma and other ailments.

Yet cap-and-trade schemes are still being pursued in Copenhagen and
Washington. (Though I head the NASA Goddard Institute for Space Studies,
I’m speaking only for myself.)

To compound matters, the Congressional carbon cap would also
encourage “offsets” — alternatives to emission reductions, like planting
trees on degraded land or avoiding deforestation in Brazil. Caps would be
raised by the offset amount, even if such offsets are imaginary or
unverifiable. Stopping deforestation in one area does not reduce demand for
lumber or food-growing land, so deforestation simply moves elsewhere.

Once again, lobbyists are providing the real leadership on climate change
legislation. Under the proposed law, some permits to pollute would be
handed out free; and much of the money actually collected from permits
would be used to pay for boondoggles like “clean coal” research. The House
and Senate energy bills would only assure continued coal use, making it
implausible that carbon dioxide emissions would decline sharply.

If that isn’t bad enough, Wall Street is poised to make billions of dollars
in the “trade” part of cap-and-trade. The market for trading permits to
emit carbon appears likely to be loosely regulated, to be open to
speculators and to include derivatives. All the profits of this pollution
trading system would be extracted from the public via increased energy
prices.

There is a better alternative, one that would be more efficient and less
costly than cap and trade: “fee and dividend.” Under this approach, a
gradually rising carbon fee would be collected at the mine or port of entry
for each fossil fuel (coal, oil and gas). The fee would be uniform, a
certain number of dollars per ton of carbon dioxide in the fuel. The public
would not directly pay any fee, but the price of goods would rise in
proportion to how much carbon-emitting fuel is used in their production.

All of the collected fees would then be distributed to the public. Prudent
people would use their dividend wisely, adjusting their lifestyle, choice
of vehicle and so on. Those who do better than average in choosing less-
polluting goods would receive more in the dividend than they pay in added
costs.

For example, when the fee reached $115 per ton of carbon dioxide it would
add $1 per gallon to the price of gasoline and 5 to 6 cents per kilowatt-
hour to the price of electricity. Given the amount of oil, gas and coal
used in the United States in 2007, that carbon fee would yield about $600
billion per year. The resulting dividend for each adult American would be
as much as $3,000 per year. As the fee rose, tipping points would be
reached at which various carbon-free energies and carbon-saving
technologies would become cheaper than fossil fuels plus their fees. As
time goes on, fossil fuel use would collapse.

Still need more convincing? Consider the perverse effect cap and trade has
on altruistic actions. Say you decide to buy a small, high-efficiency car.
That reduces your emissions, but not your country’s. Instead it allows
somebody else to buy a bigger S.U.V. — because the total emissions are set
by the cap.

In a fee-and-dividend system, every action to reduce emissions — and to
keep reducing emissions — would be rewarded. Indeed, knowing that you were
saving money by buying a small car might inspire your neighbor to follow
suit. Popular demand for efficient vehicles could drive gas guzzlers off
the market. Such snowballing effects could speed us toward a pollution-free
world.

The plans in Copenhagen and Washington have not been finalized. It is not
too late to trade cap and trade for an approach that actually works.

James Hansen is the author of the forthcoming “Storms of My Grandchildren:
The Truth About the Coming Climate Catastrophe and Our Last Chance to Save
Humanity.”

La planta sagrada de los incas desafía al gigante Monsanto

La República.pe, 19 de julio de 2009

Pánico entre agricultores de Estados Unidos. La transnacional de semillas transgénicas no sabe qué hacer con el amaranto (kiwicha) que acabó con sembríos de soya.

Estados Unidos los agricultores han tenido que abandonar cinco mil hectáreas de soya transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazadas.

Este pánico se debe a una “mala hierba”, el amaranto (conocida en el Perú como kiwicha) que decidió oponerse a la transnacional Monsanto, tristemente célebre por su producción y comercialización de semillas transgénicas.

En 2004 un agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas de esta invasora “mala hierba” habían sido sembrados con granos Roundup Ready, que contienen una semilla que ha recibido un gen de resistencia al herbicida.

Desde entonces la situación ha empeorado y el fenómeno se ha extendido a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas indeseables como el amaranto.

Esta constatación contradice las afirmaciones de los defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG): una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es simplemente “imposible”.

Según el genetista británico Brian Johnson, “basta con un solo cruce logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base de glifosato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales han aumentado aún más la velocidad de la adaptación”. Así, al parecer un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el humilde amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.

La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas enormes dimensiones de los cultivos. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las tierras fueron abandonadas.

Transgénicos soportan un efecto búmeran

El diario inglés The Guardian publicaba un artículo de Paul Brown que revelaba que los genes modificados de cereales habían pasado a plantas salvajes y creado un “supergrano” resistente a los herbicidas, algo “inconcebible” para los defensores de las semillas transgénicas.

Resulta divertido constatar que el amaranto o kiwicha, considerada ahora una planta “diabólica” para la agricultura genética, es una planta sagrada para los incas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas en proteínas que la soya, contienen vitaminas A y C, y sales minerales.

Así este bumerán, devuelto por la naturaleza a la transnacional Monsanto, no sólo neutraliza a este predador, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos químicos.

Tras el fracaso en Copenhague, grandes retos para México

Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. Boletin de prensa

Copenhague, Dinamarca, a 20 de diciembre, 2009.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental considera que Copenhague fue un fracaso en términos de la magnitud del acuerdo que se esperaba para garantizar la reducción de emisiones y estabilizar la temperatura del planeta en menos de dos grados, y lo que demuestra es que es necesaria una nueva etapa en la cual el combate al cambio climático se realice a partir de liderazgos nacionales.

Dada la exclusión de la que fueron objeto tanto las naciones de menor desarrollo y mayor vulnerabilidad, como la sociedad civil que quedó marginada de la discusión, es evidente que los países, particularmente México como próxima sede la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16), deben trazar una ruta concreta de trabajo sobre sus áreas de oportunidad de mitigación y adaptación.

En Copenhague no se alcanzó un acuerdo jurídicamente vinculante, equitativo y ambicioso como se esperaba; tampoco existen compromisos de reducción de emisiones ni están claros los mecanismos respecto a cómo los países desarrollados van a aportar recursos para apoyar a las naciones en vías de desarrollo.

México por su parte quedó al margen del grupo de naciones que condujo la negociación central, por lo que el CEMDA espera que al tener la responsabilidad de encabezar la sede de COP 16, nuestro país logre ejercer un liderazgo más efectivo que conduzca a un acuerdo jurídicamente vinculante.

México debe mostrar al mundo iniciativas concretas, políticas públicas viables y acciones articuladas institucionalmente que le brinden credibilidad. El país debe comenzar a promover la transición energética, reduciendo su demanda de los combustibles fósiles y ampliando el aprovechamiento sustentable de sus recursos, además de:

* Promover medidas bajas en carbono como la generación de energía a través de renovables.
* Impulsar el transporte público masivo como los sistemas confinados de autobuses.
* Usar combustibles limpios en el país y para todas las flotas vehiculares.
* Poner en marcha normas de rendimiento de combustible para autos nuevos.
* Impulsar el manejo forestal comunitario.
* Destinar de forma equitativa, al menos el 1% de su Producto Interno Bruto anual para la mitigación y la adaptación al cambio climático.
* Promover e incluir la participación de la sociedad civil en la construcción de la política nacional e internacional de cambio climático.

Para mayor información contactar:

Claudia Gómez-Portugal Montaño
Directora de Comunicación
Centro Mexicano de Derecho Ambiental
Tels: 01 (55) 5268 3323
Email: claudia@sakbe.com

sábado, diciembre 19, 2009

La guerra por elección de México

Project Syndicate / Jorge G. Castañeda

CIUDAD DE MÉXICO – Hace tres años este mismo mes, el presidente mexicano, Felipe Calderón, se calzaba el uniforme de fatiga militar y declaraba una guerra de gran escala contra la droga, enviando al ejército a las calles, autopistas y pueblos de México. En aquel momento, Calderón recibió un amplio respaldo, tanto internamente como en el exterior, por lo que se consideraba una decisión valiente, postergada y necesaria. Se predecía que en poco tiempo habría resultados tangibles.

Es más, el gobierno de George W. Bush se apuró a prometer un respaldo norteamericano –la llamada Iniciativa de Mérida, firmada en febrero de 2007- y las encuestas de opinión pública demostraban que Calderón, de una sola vez, había logrado dejar atrás las angustias de su estrecha y cuestionada victoria electoral, ganándose la confianza del pueblo mexicano. Pero hoy, las cosas se ven muy diferentes.

En un debate reciente en el que participaron, entre otros, Fared Zakaria de Newsweek y CNN, y Asa Hutchison, el ex director de la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos, el principal interrogante fue si había que culpar a Estados Unidos por la guerra contra la droga en México. Yo señalé que ni Estados Unidos ni México eran responsables; que la culpa era sólo de Calderón. De la misma manera que la invasión de Bush en Irak, la guerra contra la droga en México fue una guerra por elección. Fue una guerra que Calderón no debería haber declarado, que no se puede ganar y que le está causando un daño enorme a México.

Hoy en día, un creciente número de mexicanos comparte esta opinión. Mientras la guerra avanza lentamente, los resultados positivos brillan por su ausencia, mientras que la violencia en el país está en aumento. El 9 de diciembre, por ejemplo, según el periódico Reforma , 40 personas murieron en enfrentamientos armados entre la policía y las fuerzas armadas y los carteles de la droga. Este año solamente se registraron más de 6.500 víctimas, superando el total del año pasado, que fue el doble que en 2007.

Creo que Calderón declaró esta guerra porque sentía la necesidad de legitimarse ante el pueblo mexicano, en vista de las dudas en torno a su victoria en la elección presidencial de 2006 –dudas que sus seguidores, como yo, nunca compartimos-. Y creo que es una guerra que no se puede ganar porque no cumple con las premisas de la Doctrina Powell, elaborada hace 18 años por Colin Powell, por entonces presidente del Comando Mayor Conjunto de Estados Unidos, en relación a la primera Guerra del Golfo.

Powell enumeraba cuatro condiciones que deben cumplirse para tener éxito en una operación militar. Una era un despliegue de fuerza abrumadora, cosa que el ejército mexicano no tiene. Otra era una victoria definible, que nunca se puede tener en una guerra contra la droga (un término que fue utilizado por primera vez por Richard Nixon a fines de los años 1960). La tercera condición era una estrategia de salida desde el principio, que Calderón no tiene, porque no puede retirarse derrotado en su propio país, ni retirarse y declarar la victoria. Calderón todavía cuenta con el respaldo de la población –la cuarta condición de Powell-, pero está empezando a perderlo.

En los últimos tres años, más de 15.000 mexicanos murieron en la guerra contra la droga. Human Rights Watch, Amnistía Internacional y la Revisión por Pares Universal del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas han documentado, con mayor o menor evidencia y precisión, una proliferación de abusos y una ausencia de responsables por ellos. De las más de 220.000 personas arrestadas bajo cargos vinculados a la droga desde que Calderón asumió su cargo, las tres cuartas partes han quedado en libertad. Sólo el 5% de las restantes 60.000 aproximadamente ha sido juzgado y sentenciado.

Mientras tanto, la superficie de tierra utilizada para la producción de opio y marihuana ha aumentado, según el gobierno de Estados Unidos, a 6.900 y 8.900 hectáreas, respectivamente. Las restricciones al transbordo de cocaína desde Sudamérica a Estados Unidos prácticamente no causaron mella en los precios callejeros, que se dispararon en 2008 pero se estabilizaron en 2009 en niveles muy por debajo de sus picos históricos en los años 1990.

De acuerdo con el Informe sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos del gobierno de Estados Unidos (INCSR, por su sigla en inglés), los decomisos de opio, heroína y marihuana han disminuido desde que Calderón comenzó su guerra contra la droga, y la producción de droga en México está en aumento. En 2008, según el Departamento de Estado norteamericano, la potencial producción de heroína llegó a 18 toneladas métricas, de 13 toneladas métricas en 2006, mientras que la producción de goma de opio pasó de 110 toneladas métricas a 149 toneladas métricas. La producción de cannabis creció en 300 toneladas métricas en este período, alcanzando las 15.800 toneladas métricas. En otras palabras, desde que Calderón inició su guerra contra la droga, hay más drogas mexicanas en el mercado, no menos.

No hay una salida fácil de este lodazal. La Fuerza Policial Nacional que los últimos tres presidentes de México –Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Calderón- han intentado crear sigue muy lejos de poder reemplazar al ejército en las tareas de lucha contra la droga. La asistencia norteamericana, como dejó en claro un informe de la Oficina General de Contraloría de Estados Unidos a comienzos de diciembre, llega en cuentagotas. De hecho, según algunos registros, sólo el 2% de la ayuda proyectada de 1.300 millones de dólares ha sido desembolsada.

Quizá la solución menos mala sea proceder por omisión: dejar que la guerra contra la droga desaparezca gradualmente de las pantallas de televisión y de los diarios, y que otras guerras ocupen su lugar: la guerra contra la pobreza, contra los delitos menores y por el crecimiento económico. Esto puede no ser ideal, pero es mejor que prolongar una lucha que no se puede ganar.

La Declaración de los Pueblos en el Klimaforum

Infoandina, 19 de diciembre de 2009

La Declaración de los Pueblos: Cambiemos el sistema, no el clima
es el acuerdo al que se ha llegado en el Klimaforum09, que tiene como principal reto lograr una economía 100% libre de carbono para el año 2040.

La Dra. Vandana Shiva, ambientalista india que recibió el Premio Nobel Alternativo en 1993, fue una de las primeras en firmar el documento. “Esta es la declaración en la que deberían estar trabajando (los líderes políticos) en el Bella Center”, manifestó.

Dicho documento se ha presentado ante la Conferencia sobre el Cambio Climático en Copenhague, COP 15, con la esperanza que sea tomado en cuenta y tenga impacto.

Mathilde Kaalund, la estudiante universitaria danesa que inició la preparación de la declaración meses atrás, espera que dicho documento sea un punto crucial en el futuro de la colaboración internacional y que se convierta en la base de la construcción del movimiento climático.

La Declaración se forjó en un foro de debate creado para que las personas y las organizaciones interesadas den sus opiniones e ideas acerca de lo que este documento debía contener.

Finalmente, después de medio año de diálogo, la Declaración fue concertada y firmada por participantes de 92 países en vías de desarrollo, que son los que sufren más los estragos del cambio climático, y 362 organizaciones mundiales.

Según Paul Quintos, portavoz de Filipinas, “a pesar de las diferentes voces y perspectivas hemos logrado llegar a un acuerdo en ese documento tan importante, que ha sido creado democráticamente a través del diálogo”.

La Declaración de los Pueblos tiene como principal premisa cambiar el sistema, no el clima. Para ello se pretende una reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero de los países industrializaos en un 40% en comparación con los niveles de 1990 para el año 2020. Es decir, abandonar completamente el uso de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas natural) para los próximos 30 años.

Además, manifiestan que es importante compensar a las personas que ya son afectadas por los efectos del cambio climático.

La Declaración expresa su rechazo hacia las “soluciones falsas, las que están puramente orientadas hacia el mercado y centradas en la tecnología, como la energía nuclear, los agro-combustibles, la captura y almacenamiento de carbono, la geoingeniería y la reducción de emisiones a través de la deforestación y de la degradación de los bosques (REDD), que agravan los conflictos sociales y medioambientales”.

Para los firmantes de la declaración, “la verdadera solución para la crisis climática está basada en utilizar los recursos naturales de manera segura, limpia, renovable y sostenible. Además, es importante tomar en cuenta el intercambio de tecnologías y conocimiento entre en Norte y el Sur, entre los países desarrollados y los que están en desarrollo”.

Teniendo en cuenta estos aspectos, la Declaración de los Pueblos le exige que la COP 15 que llegue a un acuerdo para iniciar la recuperación del equilibrio ambiental, social y económico del planeta, que culmine en un tratado legal.

Todas las soluciones que propone este documento son a corto plazo, por lo que se necesita llegar a soluciones a largo plazo, algo que deben hacer lo líderes reunidos en la COP 15.

Aunque la declaración ya fue entregada a los líderes de la COP 15, todavía puede ser firmada por más personas. Para firmarla y ser parte de la Declaración de los Pueblos hay que ingresar al siguiente enlace, http://tinyurl.com/y8sqw2h

Si desea leer la declaración completa, puede acceder a ella, en los archivos adjuntos. Además, si desea conocer a las 362 organizaciones que respaldan esta declaración también puede hacerlo a través del archivo adjunto.

viernes, diciembre 18, 2009

Las principales instituciones financieras internacionales se comprometen a luchar contra el cambio climático e instan a la celebración de un acuerdo a

Noticias del Banco Mundial

Declaración conjunta de bancos multilaterales de desarrollo y el Fondo Monetario Internacional con miras a la conferencia que tendrá lugar en Copenhague

Comunicado de prensa Nº:2010/173/SDN

Personas de contacto
En la ciudad de Washington: Robert Bisset (202) 458 5191
rbisset@worldbank.org
Roger Morier (202) 473 56745
rmorier@worldbank.org

WASHINGTON, 2 de diciembre de 2009. Los titulares de las principales instituciones financieras internacionales instaron hoy a la celebración de un amplio acuerdo para combatir el cambio climático en la conferencia que se realizará este mes en Copenhague, y convinieron en seguir coordinando sus propios esfuerzos para ayudar a alcanzar los ambiciosos objetivos de la reunión.

En una declaración conjunta, los dirigentes se comprometieron a servirse de los mandatos, los conocimientos especializados y los recursos de sus propias organizaciones para ayudar a las autoridades a cooperar con el sector privado, de manera que puedan hacer frente a los desafíos del cambio climático y sacar el máximo provecho del financiamiento disponible.

Las máximas autoridades del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) también comprometieron a sus organizaciones a servirse de la asistencia técnica y los fondos para incrementar el apoyo a sus objetivos ambientales.

Reconocieron la primacía de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) a la hora de establecer las metas para encarar los desafíos ambientales de alcance mundial.

Según sostuvieron, el acuerdo que se celebre en Copenhague debe contribuir a la creación de un régimen mundial del cambio climático ambicioso, integral y equitativo en materia de cambio climático más allá de 2012 que permita a todos los países alcanzar el desarrollo sostenible. Las referidas instituciones actuarán en forma coordinada con la Comisión Europea y otros asociados que respaldan los esfuerzos realizados por los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático.

Los líderes reiteraron su compromiso de ayudar a las naciones en desarrollo a adaptarse al cambio climático y facilitar el desarrollo y la transferencia de conocimientos y tecnologías inocuas para el clima, según las necesidades de cada país.

Robert B. Zoellick, presidente del Grupo del Banco Mundial, declaró: “El cambio climático es uno de los desafíos más complejos de este siglo que recién comienza. Ningún país es inmune. Ningún país puede acometer por sí solo los desafíos interrelacionados que plantea el cambio climático, tales como decisiones políticas difíciles, el cambio tecnológico de gran escala y las amplias repercusiones mundiales. Cambios de tal magnitud requerirán considerable financiamiento adicional destinado a la adaptación y mitigación y a la intensificación de las investigaciones para profundizar los enfoques prometedores y explorar ideas audaces. Es imprescindible que los países integren las necesidades de desarrollo con las medidas relativas al clima”.

Donald Kaberuka, presidente del BAfD, señaló: “Los efectos del cambio climático en África ya están a la vista. Constituyen una gran carga que se suma a los actuales desafíos de la pobreza y la falta de acceso al suministro de energía, agua e infraestructura básica. Hacen falta con urgencia recursos adicionales para ayudar a África a adaptarse, proteger sus lagos y sus bosques y mantener el crecimiento. Juntos, debemos ponernos a la altura de estos desafíos; el Banco Africano de Desarrollo está listo para desempeñar el papel que le cabe”.

Haruhiko Kuroda, presidente del BAsD, afirmó: “El cambio climático plantea un desafío de gran magnitud, tal vez el más grande que haya enfrentado la humanidad, pero también brinda la oportunidad de emprender un camino de crecimiento más sostenible. No se puede negar a los países en desarrollo la posibilidad de participar en la riqueza del planeta. Sin embargo, esos países pueden abordar el desarrollo económico de una manera diferente al optar directamente por soluciones más sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético. Dado que las inversiones en infraestructura pueden establecer el patrón de uso de los recursos de un país para las décadas futuras, este es el momento de actuar, antes de que esa infraestructura se haya consolidado definitivamente”.

Thomas Mirow, presidente del BERD, señaló: “Juntas, las instituciones financieras internacionales utilizarán su capacidad de ejecución y sus recursos para hacer frente a este desafío primordial del siglo XXI. Por su parte, el BERD incrementará aún más su propio financiamiento y ayudará a movilizar inversiones del sector privado para ganar la batalla contra el derroche de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, una prioridad clave, sobre todo en Europa oriental. Esto solo se logrará si se garantiza un nivel de cooperación sin precedentes entre los sectores público y privado”.

Philippe Maystadt, presidente del BEI, afirmó: “Esta declaración conjunta refleja el firme compromiso del Banco Europeo de Inversiones y las restantes instituciones financieras internacionales de fortalecer la coordinación de su apoyo a las Partes en la CMNUCC. Debemos ser innovadores y desplegar todo el arsenal de instrumentos y recursos que tenemos a nuestra disposición para que nuestros asociados clientes utilicen al máximo los flujos de financiamiento. Junto con las otras instituciones financieras internacionales, el Banco Europeo de Inversiones ha asumido el compromiso de brindar paquetes de financiamiento y asistencia técnica que combinan préstamos, donaciones, capital social y financiamiento del carbono, y de respaldar los mercados de carbono más allá de 2012”.

Luis Alberto Moreno, presidente del BID, señaló: “Los países en desarrollo han demostrado que las soluciones prácticas al desafío de lograr un crecimiento con bajos niveles de emisión de carbono y un desarrollo con capacidad de adaptación al cambio climático están a nuestro alcance en este mismo momento. El reto consiste en proyectar en mayor escala estas soluciones a través de financiamiento, tanto público como privado, y en esta área el BID puede contribuir prestando asistencia técnica y financiera que permita el uso eficaz de financiamiento en condiciones concesionarias, como los Fondos de Inversión en el Clima, y ayude a mejorar el acceso al mercado del carbono”.

Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, manifestó que la crisis económica mundial no debe hacernos olvidar la importante cuestión del cambio climático. “Una recuperación sostenible y la aplicación de políticas eficaces en materia de cambio climático pueden reforzarse mutuamente si las políticas adecuadas se llevan a la práctica con determinación”, afirmó. “La cooperación mundial, en particular entre las instituciones financieras internacionales, ayudará a los países a encarar los desafíos que plantea el cambio climático, los cuales requieren soluciones innovadoras y a largo plazo, que pueden contribuir a respaldar la recuperación y el crecimiento sostenible. El FMI puede brindar asistencia en sus áreas de especialidad asesorando en materia de políticas y apoyando a los países más vulnerables a problemas económicos y climáticos”, observó Strauss-Kahn.

La declaración conjunta

Nosotros, las máximas autoridades de los bancos multilaterales de desarrollo y el Fondo Monetario Internacional, instamos a las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) a que acuerden en Copenhague las bases de un régimen mundial del cambio climático ambicioso, integral y equitativo que permita a todos los países alcanzar el desarrollo sostenible mediante caminos que promuevan la adaptación al clima y los bajos niveles de emisión intensiva de gases de efecto invernadero. Reconocemos la primacía de la CMNUCC, cuyos principios y cuyo proceso hemos respaldado desde el comienzo. Nos proponemos, con arreglo a los respectivos mandatos, conocimientos especializados y recursos de nuestras organizaciones, seguir coordinando nuestro financiamiento y nuestros análisis de las medidas en materia de cambio climático, y poner a nuestros asociados clientes en condiciones de utilizar los nuevos flujos financieros con la mayor eficacia posible.

El contexto

El cambio climático representa una grave amenaza para el desarrollo sostenible en todas las regiones del mundo, y en particular para la consecución de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM). Hay evidencias científicas que revelan inequívocamente la existencia de la huella humana en el clima mundial y los efectos adversos que ello traerá aparejado.

Dado que el cambio climático ya se está produciendo y se prevén efectos más graves en el futuro, es imprescindible que todos los países integren el análisis de los riesgos asociados con ese fenómeno en sus funciones de planificación y sus estrategias de desarrollo. Existe la necesidad imperiosa de respaldar a los países y comunidades más pobres, que son los más vulnerables y los que menos posibilidades tienen de adaptarse al cambio climático.

Es fundamental que los países desarrollados sigan tomando la iniciativa en la mitigación del cambio climático mediante la adopción de adecuadas metas cuantitativas de reducción de las emisiones más allá de 2012 y que respalden y promuevan la adopción de medidas apropiadas a nivel nacional por parte de los países en desarrollo mediante tecnología, financiamiento y la creación de capacidades.

La experiencia colectiva de los BMD en materia de desarrollo sugiere la existencia de múltiples oportunidades en los países en desarrollo, en especial en países de ingreso mediano, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, a la vez, promover el desarrollo sostenible, crear oportunidades para un mayor crecimiento y reducir el impacto del cambio climático y la vulnerabilidad a dicho fenómeno.

En última instancia, para que las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero se estabilicen en niveles seguros serían necesarios flujos financieros adecuados, previsibles y sostenibles para los países en desarrollo, así como la aplicación, en todas las grandes economías, de políticas que contribuyan a enviar una señal similar, en términos generales, respecto de los precios del carbono en todo el mundo.

Objetivos comunes a partir de la experiencia adquirida

Los BMD están dispuestos, en forma conjunta y en colaboración con otras instituciones financieras internacionales, organismos de las Naciones Unidas y otros asociados en la tarea del desarrollo, a servirse de sus respectivos mandatos, conocimientos especializados y recursos para ayudar a los países y a sus sectores público y privado a responder a los desafíos del cambio climático, al tiempo que se cumplen los ODM. Con este fin, nos proponemos:

• ayudar a los países en desarrollo, en particular a los menos adelantados, a adaptarse al cambio climático y fortalecer la capacidad de resistencia al clima de sus procesos de desarrollo;
• ayudar a garantizar que la economía mundial se desarrolle por una senda sostenible de emisiones de gases de efecto invernadero;
• promover, en todos los países clientes, un desarrollo sostenible, respetuoso de los derechos humanos, y ayudar a los países en desarrollo a alcanzar los ODM;
• facilitar y permitir el acceso al financiamiento para el desarrollo y la transferencia de conocimientos y tecnologías inocuas para el clima, según las necesidades y prioridades de los países asociados;
• promover soluciones basadas en el mercado, y movilizar y potenciar el financiamiento del sector privado en apoyo de objetivos relacionados con el cambio climático.

Colaboración de los bancos multilaterales de desarrollo para conseguir mejores resultados

En primer lugar, con el objeto de facilitar una inversión pública y privada eficiente y eficaz, los BMD se proponen seguir coordinando el financiamiento que destinan a las actividades relativas al clima dentro de un marco común, con arreglo a sus respectivos mandatos, conocimientos especializados y recursos. Para establecerlo, se aprovecharán las enseñanzas recogidas a partir de nuestra cooperación pasada y presente, incluso en lo referido a los Fondos de Inversión en el Clima, recientemente establecidos y ejecutados por los BMD. Como parte de este marco común, procuraremos ofrecer y facilitar paquetes integrales de asistencia técnica y financiamiento, promovidos por los países, que pueden incluir combinaciones de préstamos, donaciones, capital social, financiamiento del carbono y garantías, según la conveniencia y disponibilidad del caso. Trataremos, asimismo, de movilizar fondos públicos con flujos financieros privados, de manera de conseguir financiamiento en condiciones de mercado para inversiones en el clima.

En segundo lugar, los BMD procurarán incrementar el financiamiento destinado a la adaptación, para lo cual elaborarán proyectos y programas que contribuyan a una mayor adaptación al clima, apoyarán estrategias nacionales de adaptación, fortalecerán instituciones relacionadas, y prestarán asistencia técnica y proporcionarán productos de seguro.

En tercer lugar, a partir de los resultados que se alcancen en las negociaciones de la CMNUCC, los BMD también están dispuestos a incrementar su apoyo a procesos que generen incentivos positivos relacionados con la reducción de las emisiones provocadas por la deforestación y la degradación de los bosques en los países en desarrollo. Reconocemos que la agricultura, el sector de la construcción, la industria y la infraestructura municipal son otros importantes sectores en que es posible reducir las emisiones mediante incentivos adecuados, fortalecimiento de la capacidad y asistencia técnica.

En cuarto lugar, los BMD ya cuentan con proyectos y programas sobre eficiencia energética, energía renovable y sistemas sostenibles de transporte, y continuarán respaldando el aumento de las inversiones de los sectores público y privado para ampliar dichos proyectos y programas mediante toda la gama de instrumentos destinados a financiar las cuestiones relativas al cambio climático y otros productos financieros.

En quinto lugar, los BMD están decididos a trabajar en forma conjunta para consolidar y facilitar la continuidad del mercado del carbono y los mecanismos relacionados más allá de 2012. Nuestros esfuerzos estarán orientados a respaldar una participación más amplia de todos los países clientes y sus sectores privados en dichos mecanismos, de manera de facilitar una distribución geográfica más equitativa de los beneficios que estos generen. Nos proponemos ofrecer instrumentos financieros destinados a intensificar la reducción de emisiones, sobre todo mediante enfoques programáticos y otros de amplio alcance, e incrementar la ayuda para gestionar los riesgos relacionados con las incertidumbres normativas asociadas al régimen climático más allá de 2012. Asimismo, tenemos la intención de ayudar a los países a prepararse para participar eficazmente en esos mecanismos fortaleciendo la capacidad de las instituciones públicas nacionales y el sector privado —entre otras cosas, en materia de determinación de proyectos y verificación de emisiones— y facilitando el establecimiento de marcos regulatorios nacionales.

En sexto lugar, los BMD procurarán seguir coordinando y armonizando sus respectivos enfoques, procesos y prácticas en la esfera del cambio climático, para garantizar la prestación de servicios de alta calidad a nuestros clientes y actuar en forma coordinada, según corresponda, con otros organismos que respaldan los esfuerzos realizados por los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático. Seguiremos incrementando los conocimientos y el aprendizaje compartido en materia de prácticas óptimas, lo que incluye evaluaciones de la vulnerabilidad y el riesgo climático a nivel regional, nacional y de proyectos, estudios sobre el crecimiento con bajos de niveles de emisión de carbono, y otros estudios y herramientas de carácter analítico.

Por último, los BMD respaldarán estos esfuerzos a través de asesoramiento técnico, conocimientos y actividades para la formulación de políticas. El FMI asesorará a los países en cuanto a la creación y gestión del margen fiscal que les permita afrontar los desafíos del cambio climático y abordar los riesgos fiscales y financieros que este conlleva.

Las máximas autoridades de los BMD y el FMI están dispuestas a poner todos los recursos humanos y financieros de sus instituciones al servicio de las Partes en la CMNUCC y sus sectores privados para afrontar los desafíos que plantea el cambio climático. Es imprescindible estar a la altura de estos desafíos para evitar los peligros del cambio climático y la amenaza que este representa para la consecución de los ODM. Si en Copenhague se obtienen los resultados equitativos y ambiciosos a los que se aspira, habrá mayores posibilidades de lograr un desarrollo sostenible en todas las regiones y países.


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Se invirtieron en programas forestales en Michoacán 250 mdp

Cuadratin, Morelia, Mich. 17 de diciembre de 2009

MORELIA, Mich., 17 de diciembre de 2009.-Tras informar que fueron invertidos cerca de 250 millones de pesos en 80 municipios de Michoacán durante el 2009, con lo que se cubrió el 100% de los municipios que tienen vocación forestal, el gerente regional IV Balsas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Salvador Moreno García, destacó que a través de los programas ProÁrbol, Silvicultura Comunitaria (Procymaf) y Conservación Comunitaria de la Biodiversidad (Coinbio), se apoyaron 2 mil 470 proyectos de dueños y poseedores de terrenos forestales, mientras que con el programa de prevención y combate de incendios forestales se salvaguardaron 1.2 millones de hectáreas de bosques y selvas en la entidad.

Durante la Rueda de Prensa Programas Forestales en Michoacán 2009-2010 Balance y Perspectivas, el funcionario explicó que 160.02 mdp fueron asignados a través del programa ProÁrbol, de los cuales 57.5% fueron empleados para fomentar el Desarrollo, la Productividad y Competitividad Forestal y el 42.5% para realizar obras de conservación y restauración de ecosistemas. Se apoyó a dueños de terrenos forestales para promover la incorporación o reincorporación al manejo sustentable de 945 mil hectáreas.

Mediante el Procymaf, con la asignación de 10.3 mdp se apoyaron 93 ejidos y comunidades de 41 municipios con 148 proyectos, para obtener ordenamientos comunitarios, incorporar superficies al manejo, capacitación, así como el establecimiento y fortalecimiento de empresas forestales comunitarias. Mientras que con el programa de Coinbio, se apoyaron 48 proyectos con 3.9 mdp para conservar la biodiversidad de áreas prioritarias en la entidad.

Para la prevención y combate de incendios forestales, se invirtieron 49.47 mdp en la operación de brigadas, equipo aéreo y terrestre especializado para la atención de mil 083 incendios forestales, que afectaron una superficie forestal de 2 mil 096 hectáreas, así como para la asignación de recursos a ejidos, comunidades y pequeños propietarios de zonas arboladas estratégicas, para la apertura y rehabilitación de mil 106 kilómetros de brechas cortafuego, la elaboración de líneas negras en 100 kilómetros y el equipamiento de 6 brigadas voluntarias en los municipios de Charapan, Chilchota, Nuevo Parangaricutiro y Aguililla.

Dentro de los programas especiales, Salvador Moreno García resaltó la inversión de 79 mdp para la restauración de 3 mil hectáreas de Estado de México y Michoacán, ubicadas en las Microcuencas Prioritarias del Sistema Cutzamala y La Marquesa, para atender el problema de abasto de agua en el Valle de México.

Programa ProÁrbol 2010

Al dar a conocer las innovaciones a las reglas de Operación del programa ProÁrbol, el gerente regional IV Balsas de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), enfatizó que durante el 2010 será orientado a la atención de áreas prioritarias y estratégicas, bajo criterios de diferenciación y focalización de recursos, con el fin de potenciar acciones tendientes a consolidar el desarrollo forestal sustentable en el país y el estado.

Este enfoque, agregó, permitirá priorizar en áreas compactas que adicionalmente actúen como polos de desarrollo de la actividad y tengan un mayor impacto en la restauración y conservación del ecosistema. En este contexto, las Reglas de Operación 2010 establecen que únicamente se apoyarán proyectos ubicados en áreas prioritarias, las cuales han sido determinadas por la CONAFOR para cada concepto de apoyo de acuerdo con los criterios técnicos de cada apoyo.

Asimismo se simplificó el programa a reducir de cuatro a tres categorías y de diecisiete a ocho conceptos de apoyo, además de se incorporó la tipología de productores con el fin de asegurar la adecuada orientación de los recursos disponibles.

El funcionario federal expresó que debido a que este programa lleva inversión a las zonas de bosques y selvas, ProÁrbol cumple con el doble objetivo de asegurar la conservación y protección de los recursos forestales por un lado, y mejorar el nivel de vida de la población. Por lo anterior, es necesario impulsar cambios sustanciales en este sector, para hacer más competitiva la actividad forestal a través de mejores prácticas de manejo, el reconocimiento pleno de los servicios ambientales y la recuperación de zonas deterioradas.

La elaboración de las Reglas de Operación 2010, involucró la participación de distintos organismos de Gobierno Federal y de los estados de la República como los consejos estatales forestales y la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), organismos de la sociedad civil, organizaciones de productores, especialistas y legisladores, con el acompañamiento del Consejo Nacional Forestal, que integra a representantes de los diversos segmentos del sector.

La convocatoria 2010 de ProÁrbol se publicará durante los próximos días en el Diario Oficial de la Federación, con lo cual iniciará la gestión de recursos para los distintos conceptos de apoyo de este Programa.

jueves, diciembre 17, 2009

Gobierno Federal recortará presupuesto a PROÁRBOL

Escrito por Agueda Robles
NSS Oaxaca. Martes, 15 de Diciembre de 2009 12:58

El Gobierno Federal recortará el presupuesto para el Programa PROÁRBOL para éste 2010, así lo dio a conocer el titular de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Gerencia Regional V, Salvador Anta Fonseca.

Señaló que en 2009 la CONAFOR contó con un presupuesto autorizado de 5 mil 486 millones de pesos, mientras que para este año el presupuesto es de 5 mil 412 millones de pesos, lo que da como resultado una disminución a este programa de 73 millones de pesos.

El presupuesto de 390 millones de pesos que se recibió este año para la Gerencia regional V, que contempla a los Estados de Oaxaca y Guerrero, se dividió en los tres programas que son PROÁRBOL, PROCYMAF y COINBIO.

Durante este período, vía reglas de operación, se asignaron 185 millones 963 mil 936 pesos para atender a mil 608 solicitudes de apoyo presentadas por dueños y poseedores de terrenos forestales de Oaxaca.

Derivado de lo anterior, se tuvieron los siguientes resultados: en desarrollo forestal se asignaron más de 15 millones de pesos a 120 municipios con 167 apoyos directos; en plantaciones forestales comerciales más de 31 millones pesos para el impulso a las plantaciones forestales comerciales destinadas a la producción, principalmente de maderables, celulosa y látex; así como la generación de biocombustibles con especies como piñón, cedro rojo, roble, hule y palma comedor.

Con respecto a la conservación y restauración, el funcionario federal mencionó que en el tema de incendios forestales se financiaron 133 acciones vinculadas a la apertura y rehabilitación de 185 kilómetros de brechas corta fuego, con una inversión de 2.3 millones de pesos; en el concepto de línea negra, se asignaron casi 96 mil pesos y para equipar brigadas comunitarias, se invirtieron más de 200 mil pesos.

martes, diciembre 15, 2009

GRAIN informa sobre el Llamado a la Acción sobre la Agricultura para abordar el Cambio Climático

GRAIN

El 15 de diciembre, La Vía Campesina y otros grupos van a liderar un día de acción en Copenhague para poner a la agricultura en primera línea y al centro de las discusiones sobre cambio climático. Aunque la Convención oficial seguramente decepcionará, estos grupos serán portadores de un mensaje de esperanza. Lo que ellos quieren es que el mundo sepa que en su continua lucha por la soberanía alimentaria, hay una manera de salir de la crisis climática.

GRAIN no podría estar más de acuerdo. El sistema alimentario mundial actual necesita un cambio profundo. Según nuestros cálculos, la expansión del sistema industrial de alimentos es la principal causa del cambio climático. A través de su dependencia de los combustibles fósiles, las exportaciones masivas, la concentración de los mercados, la erosión de los suelos y la expansión de las plantaciones, se generan entre el 44 y el 57% del total mundial de gases de efecto invernadero (GEI). Este sistema industrial de alimentos también es completamente incapaz de asegurar la alimentación de las personas y las necesidades de subsistencia en un mundo que se hunde cada vez más en el cambio climático. Ya ha dejado a más de mil millones de personas sin los alimentos suficientes, y cientos de millones de personas más pasarán hambre en los próximos años si el sistema alimentario no se reorganiza.

La consecuencia más devastadora de este sistema industrial de alimentos, sin embargo, es que está destruyendo otros sistemas alimentarios que pueden revertir el cambio climático y satisfacer las necesidades mundiales de alimentos.

Olvídémosnos de los mercados de carbono, la geo-ingeniería y todas las otras falsas soluciones. Esta es una manera real de salir de la crisis climática:*

- Mediante el uso de prácticas agroecológicas para reconstruir la materia orgánica en los suelos perdida por la agricultura industrial, las emisiones totales de gases de efecto invernadero pueden reducirse en un 20-35%

- A través de la descentralización de la ganadería y su integración con la producción agrícola las emisiones totales de gases de efecto invernadero pueden reducirse en un 5-9%

- Mediante la distribución de alimentos principalmente a través de mercados locales en lugar de las cadenas alimentarias transnacionales, las emisiones totales de gases de efecto invernadero pueden reducirse en un 10-12%

- Deteniendo el desmonte de tierras y la deforestación para plantaciones, las emisiones totales de gases de efecto invernadero pueden reducirse en un 15-18%

Estas sencillas medidas llevarían a una reducción de entre la mitad y las tres cuartas partes de las emisiones globales actuales de GEI.

¿Qué se requiere para lograrlo? Lo que los agricultores y productores de alimentos han estado defendiendo y pidiendo desde hace décadas:

- La descentralización de la producción y la distribución,

- Un apoyo eficaz a prácticas agrícolas basadas en procesos agroecológicos, la biodiversidad y los conocimientos locales, y

- Una profunda reforma agraria

Lo único que detiene estas medidas son razones políticas. El problema es que las corporaciones que se benefician del sistema industrial de alimentos están fijando la agenda política. Es hora de quitar de las manos de los grandes especuladores el destino del planeta y la humanidad para poner en primer lugar a los productores de alimentos del mundo.

Para contactar a la delegación de Vía Campesina en Copenhague, por favor llame a:
Isabelle Delforge y Boaventura Monjane: +45 5059 8325

Para obtener información sobre el Día de Acción sobre la Agricultura:

http://www.climate-justice-action.org/mobilization/agriculture-action-day/
climate-action (at) aseed.net

* Los antecedentes y las cifras completas están disponibles en los siguientes informes recientemente publicados:

===============

Los pequeños agricultores pueden enfriar el planeta: una forma de salir del caos causado por el sistema industrial de alimentos

por GRAIN
http://www.grain.org/o/?id=95
Referencias: http://www.grain.org/go/climatecrisisrefs

Hechos y datos: Campesinas y campesinos enfrian el planeta

Via Campesina
http://viacampesina.net/downloads/PAPER5/SP/paper5-SP.pdf

Cuidar el suelo
por GRAIN
http://www.grain.org/biodiversidad/?id=459

Cambio climático: el fracaso del sistema alimentario transnacional
por GRAIN
http://www.grain.org/biodiversidad/?id=455

Foro de Pueblos Indígenas presenta propuesta en COP15

14.12.09 - DINAMARCA

Adital - El Foro Internacional de los Pueblos Indígenas sobre Cambio Climático, instancia que agrupa a los representantes de las Naciones Indígenas de varia partes del mundo, reunidos en Bella Center Copenhague, hizo entrega oficial de una propuesta a ser considerada en la redacción del documento final que elabora el grupo de trabajo Ad-Hoc sobre Acciones Corporativas de largo plazo bajo la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Los resultados de este grupo se consideran claves para salvar la COP15, que actualmente se encuentra estancada ante la insistencia de los países desarrollados liderados por los Estados Unidos de poner fin al Protocolo de Kyoto.

El Foro Internacional solicita a los gobiernos un compromiso para que "respeten y promuevan el pleno goce de los derechos de los pueblo indígenas, respetando los estándares y obligaciones de derechos humanos en todos los asuntos relacionados al cambio climático, asegurando la plena y efectiva participación, incluyendo su consentimiento libre previo e informado, de conformidad con la Declaración de las Naciones Unidas".

El Maluku del Consejo de Autoridades de Bolivia, Rafael Quispe, miembro del Foro Internacional considero que "el espíritu de cualquier acuerdo que se pueda alcanzar en COP15 debe incluir el derecho de los pueblos indígenas a libre determinación y al autogobierno, para evitar la imposición de soluciones desconociendo la realidad socioeconómica y cultural de las comunidades locales", además acotó que es urgente superar el carácter estrictamente político para que el posible acuerdo sobre cambio climático incluya un Tribunal Internacional de Justicia Climática en el que se pueda exigir y sancionar su efectivo cumplimiento.

Por su parte, organizaciones de 35 pueblos indígenas de los Estados Unidos han demandado al Presidente Obama su compromiso con "una política climática y energética justa", especialmente considerando la necesidad de limitar el desarrollo de las industrias extractivas y la energía fósil que actualmente se impone a las comunidades de muchos países.

La noticia es de AINI, por Jorge Cortés

lunes, diciembre 14, 2009

Mexicanos se reúnen para exigir un verdadero acuerdo climático

· Casi el 70% de la población mexicana se encuentra amenazada por el calentamiento global
· El acuerdo firmado en Copenhague debe ser justo, ambicioso y obligatorio, exigieron las organizaciones.

México, D.F., a 12 de diciembre, 2009.

En el marco del Día de Acción Global contra el cambio climático, realizado este 12 de diciembre en diversas ciudades del mundo, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Greenpeace México, la Fundación Heinrich Böll Stiftung, Oxfam México, Presencia Ciudadana Mexicana, y 350.org, se reunieron en el Foro Lindbergh del Parque México en la colonia Condesa de la Ciudad de México, para exigir a los gobiernos reunidos en la Cumbre del Clima en Copenhague, Dinamarca, la firma de una acuerdo justo, ambicioso y obligatorio de protección al clima.

Los representantes de las organizaciones, acompañados de paseantes y visitantes, iluminaron un planisferio de veladoras, como un acto simbólico para demandar la verdadera acción de los representantes del mundo que se encuentran reunidos en Copenhague. Acompañando al planisferio, se encontraba una manta con el mensaje “En México exigimos un acuerdo climático justo, ambicioso y obligatorio”, sobre la cual los ciudadanos pudieron también plasmar de manera personal sus mensajes para lograr un tratado global contra el cambio climático.

Como parte de las actividades que acompañaron el Día de Acción Global en México, estuvo el espectáculo de zanqueros “Los Sobrevivientes Carsícolas”, cuyo objetivo fue sensibilizar a los asistentes sobre la importancia de actuar ya para poder salvar el mundo de los efectos catastróficos del cambio del clima. Asimismo, durante la velada se proyectaron documentales que explicaron la gravedad del problema y las soluciones que existen para enfrentar dicho fenómeno.

De acuerdo con las organizaciones involucradas, los principios mínimos que deberá contener el acuerdo climático de Copenhague son:

* Debe ser global: La lucha contra el cambio climático catastrófico requiere ya de la acción de todos los países, pero siempre apegada al principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
* Debe ser ambicioso: No habrá un acuerdo ambicioso en Copenhague sin un liderazgo sin precedente por parte de los países industrializados. Ellos deben asumir la responsabilidad por el problema que han creado y contribuir más, en comparación con los países en desarrollo[1]. Asimismo, deben cumplir las promesas de liderazgo realizadas en Río de Janeiro en 1992 y en Kyoto en 1997. Los países desarrollados, como grupo, deben comprometerse a limitar sus emisiones alrededor de 23% para el 2015 lo que llevaría a una reducción de 40% para el 2020 (respecto a los niveles de 1990), y de al menos 80% para 2050. Al menos tres cuartas partes de estas reducciones deben lograrse mediante acciones locales.
* Debe ser jurídicamente vinculante: Una declaración política, un listado de decisiones o cualquier otro instrumento que no comprometa de forma obligatoria a los países –sobre todo a los desarrollados- será inútil para evitar las peores consecuencias del cambio climático. Necesitamos un acuerdo obligatorio, con instrumentos legales por parte de los países, ya sea en la forma de una modificación al Protocolo de Kyoto y un nuevo Acuerdo de Copenhague.
* Debe ser justo y equitativo: Aquellos que tienen la mayor responsabilidad histórica de emisión de gases de efecto invernadero, como es el caso de los países desarrollados, deben asumir su responsabilidad, por lo tanto su contribución al fenómeno del cambio climático debe ser la misma. Los países desarrollados deberán proveer al menos 140 mil millones de dólares por año, destinados a promover las energías limpias y la eficiencia energética, la protección de los bosques y selvas, y los programas de adaptación de los países en desarrollo.

México puede alcanzar el 30% de reducción de emisiones con recursos propios

Copenhague, Dinamarca, a 13 de diciembre, 2009.
Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C.

· El país puede llevar a cabo acciones de bajo costo y alto impacto de mitigación en el corto plazo sin necesidad de depender de recursos del exterior.

Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) considera que el anuncio del presidente Felipe Calderón de que México reducirá sus emisiones en 30 por ciento para el año 2020 es un paso adelante en el combate al cambio climático; y espera que estos objetivos no estén condicionados a la transferencia de tecnología y al financiamiento de países desarrollados.

México tiene diversas áreas de oportunidad para avanzar en acciones concretas que le permitan alcanzar la meta establecida, sin tener que depender necesariamente de recursos del extranjero. Instituciones como el Centro Mario Molina y el Banco Mundial han señalado que el país puede llevar a cabo medidas de muy bajo costo pero con impacto inmediato en la reducción de emisiones, tales como:

* Transporte público por medio de un sistema de autobuses confinados, tipo Metrobús
* Programas de eficiencia energética
* Controles de iluminación en edificios nuevos
* Establecer una norma oficial mexicana de eficiencia de motores en automóviles ligeros
* Programas de cogeneración en la industria de petróleo y gas
* Calentamiento solar de agua
* Promoción de energías renovables, principalmente solar, eólica y geotérmica
* Promover el fortalecimiento y desarrollo de comunidades forestales sustentables para evitar la deforestación
* Implementar proceso de separación y reciclaje de basura
* Fortalecer programas de sustitución de aparatos electrodomésticos por equipos altamente eficientes y de bajo consumo de energía como los refrigeradores
* Restauración de suelos orgánicos
* Utilización del gas metano producido en rellenos sanitarios para generación de energía eléctrica
* Producción y distribución de Diesel con bajo contenido de azufre para reconvertir la flota vehicular de gasolina.

El CEMDA, organización no gubernamental acreditada ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y ha estado presente en las negociaciones de la Conferencia de las Partes del Acuerdo Marco de Naciones Unidas para el Desarrollo (COP).

En Copenhague, Dinamarca, a lo largo de esta semana se generó una importante expectativa respecto del anuncio que haría México el próximo jueves 17 de diciembre cuando el presidente Felipe Calderón hablará ante el Pleno de la Conferencia.

Dado que el gobierno federal ha adelantado dicho anuncio, el interés para México se centra ahora en conocer más concretamente las acciones que se tienen contempladas para alcanzar dicha meta así como el marco temporal para realizarlo. CEMDA solicitará a la delegación mexicana que especifique qué proporción del 30 por ciento anunciado podrá alcanzarse con recursos propios.

sábado, diciembre 12, 2009

Alcalde ecologista sigue preso

vie 11-dic-09, hcano <hcano1gz1@mac.com> escribió:

El día de hoy Javier Solórzano entrevistó a Mario Romero en la cárcel donde se encuentra recluido. Con todas la limitaciones, Mario expuso de manera muy clara su situación. Les paso una copia del audio y les pido la escuchen y nos ayuden a difundirla entre sus contactos. También es muy importante que puedan entrar a la página http://javiersolorzano.radiotrece.com.mx/2009/12/11/entrevista-con-mario-romero-tinoco/ y redactar un pequeño comentario sobre la misma y/o sobre la situación de Mario. Estamos en vísperas de conocer la resolución del recurso de amparo interpuesto contra el auto de formal prisión y es muy importante que en estos días redoblemos el esfuerzo por dar a conocer la situación de nuestro compañero y el pequeño acto que les pedimos es de gran ayuda.
Queremos ser optimistas dentro de lo que de sobra sabemos sobre la justicia en México: Todos los que han revisado el caso, abogados, jueces, magistrados, políticos de todos colores, comentan que no existen elementos para que Mario se encuentre preso y muchos de ellos han expresado su extrañeza por este hecho. Con estas opiniones documentamos nuestro optimismo, pero no podemos ser ingenuos... de tal manera que se acercan días de mucha actividad para dar a conocer a la sociedad la situación, la injusticia y la indefensión en que se encuentra el Profesor y de hecho cada uno de nosotros ante acusaciones del tipo de las que denunciamos. Ayudemos a Mario!

Dr. Horacio Cano Camacho
Centro Multidisciplinario de Estudios en Biotecnología, UMSNH
Carretera Morelia-Zinapécuaro, Km 9.5
Morelia, Michoacán, México
Tel 52 443 2958029

jueves, diciembre 10, 2009

Copenhague: Se Revela Complot contra los Paises en Desarrollo

The Guardian, Tuesday 8 December 2009

Por John Vidal

Las negociaciones climáticas de la ONU en Copenhague quedaron hoy en desorden, después de que los países en desarrollo reaccionaran con furia frente a documentos filtrados que demuestran que los líderes mundiales les pedirán la próxima semana que firmen un acuerdo que entregue más poder a los países ricos y margine el papel de la ONU en todas las futuras negociaciones sobre cambio climático.

COP15: A Haitian delegation during second-day session at the Bella center in Copenhagen

El documento también está siendo interpretado por los países en desarrollo como el establecimiento de limites desiguales de emisiones de carbono per cápita para los países desarrollados y países en desarrollo en 2050, lo que significa que a las personas en los países ricos se permitiría a emitir casi el doble que en las propuestas.
El llamado Texto Danés, un proyecto de acuerdo trabajado en secreto por un grupo de individuos conocidos como "el círculo del compromiso" – pero que incluye al Reino Unido, Estados Unidos y Dinamarca - sólo se ha enseñado a un puñado de países desde que se terminó esta semana.
El acuerdo, filtrado a The Guardian, es una salida del principio del Protocolo de Kyoto de que las naciones ricas, que han emitido la mayor parte del CO2, deben asumir compromisos firmes y vinculantes para reducir los gases de efecto invernadero, mientras que las naciones más pobres no se vean obligadas a actuar. El proyecto otorga el control efectivo de las finanzas del cambio climático al Banco Mundial, quien abandonaría el Protocolo de Kyoto - el único tratado jurídicamente vinculante que el mundo tiene sobre reducción de emisiones, y ganaría dinero para ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático dependiendo de sus una serie de acciones por parte de ellos.
El documento descrito la noche anterior por un diplomático de alto rango como "un documento muy peligroso para los países en desarrollo. Se trata de una modificación fundamental de la balanza de las obligaciones de las Naciones Unidas. Iba a ser superpuesto sin debate en las conversaciones".
Un análisis del texto confidencia por los países en desarrollo también observado por The Guardian muestra un profundo malestar en los detalles del texto. En particular, se entiende que:

• Se forzará a los países en desarrollo a aceptar la reducción de emisiones y medidas concretas que no formaban parte del acuerdo original de la ONU;
• Se dividirá a los países más pobres mediante la creación de una nueva categoría de países en desarrollo llamados "los más vulnerables";
• Se debilita el papel de la ONU en el manejo de las finanzas del clima;
• No permite que los países pobres a emitan más de 1,44 toneladas de carbono por persona en 2050, mientras que los países ricos emitirían 2,67 toneladas.

Los países en desarrollo que han visto el texto con furia pues entienden que está siendo promovido por los países ricos sin su conocimiento y sin discusión en las negociaciones.
"Es que se está haciendo en secreto. Es evidente que la intención es conseguir que [Barack] Obama y los líderes de otros países ricos presionen cuando lleguen la próxima semana. Efectivamente, es el final del proceso de la ONU", dijo un diplomático, que pidió permanecer en el anonimato.
Antonio Hill, asesor de política climática de Oxfam Internacional, dijo: "Esto es sólo un proyecto pero se destaca el riesgo de que los países grandes se unan, y los pequeños reciban el daño. En cada recuento de reducción de las emisiones deben ser ampliadas. Se permite demasiadas lagunas y no sugiere nada sobre el 40% de recortes que la ciencia está diciendo que se necesita."
Hill continuó: "Se propone un fondo verde para ser dirigido por un consejo, pero el gran riesgo es que será administrado por el Banco Mundial y el Global Enviorment Factility [una asociación de 10 organismos como el Banco Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente] y no por las Naciones Unidas. Eso sería un paso atrás, y trata de poner restricciones en los países en desarrollo cuando ellos no han negociado en las primeras conversaciones sobre el clima de la ONU."
El texto fue elaborado por Dinamarca y los países ricos para ser un marco de trabajo, que será adaptado por los países durante la próxima semana. Es especialmente inflamatorio, ya que hace a un lado el proceso de negociación de las Naciones Unidas, y sugiere que los países ricos están desesperados para que los líderes mundiales tengan un texto para trabajar desde el momento en que lleguen la próxima semana.
Pocos números o cifras se incluyen en el texto, porque estos serían cubiertos en adelante por los líderes mundiales. Sin embargo, se trata de mantener el aumento de la temperatura a 2C, y se menciona la suma de $ 10 mil millones al año para ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático entre 2012-15.

Original en: The Guardian

El futuro de la agricultura

Están disponibles cinco documentos importantes sobre el futuro de la agricultura en el mundo:

Una propuesta de financiamiento para la lucha contra el cambio climático

Project Syndicate / George Soros
10 dic 2009

COPENHAGUE – Ahora es generalmente aceptado que los países desarrollados tendrán que hacer una contribución financiera significativa para que el mundo en desarrollo pueda encarar el cambio climático. Se necesitan fondos para invertir en nuevas fuentes de energía bajas en carbono, reforestación y protección de las selvas tropicales, cambios en el uso del suelo, así como adaptación y mitigación. No obstante, no existe el mismo consenso en cuanto a la fuente de este financiamiento.

Los países desarrollados son reacios a asumir compromisos financieros adicionales. Sus deudas nacionales acaban de experimentar un aumento importante, y aún tienen que estimular sus economías internas. Esto influye en sus actitudes. Parece que lograrán improvisar un “fondo de arranque" de 10,000 millones de dólares anuales durante los próximos años pero sus presupuestos nacionales no pueden abarcar más. Es poco probable que esto sea suficiente para los países en desarrollo.

Pienso que esta cantidad podría por lo menos duplicarse y garantizarse por un periodo más largo. Los gobiernos de los países desarrollados están partiendo de la idea errónea de que los fondos deben salir de sus presupuestos nacionales. Sin embargo, eso no es así. Ya tienen el dinero. Está guardado sin usar en sus cuentas de reservas en el Fondo Monetario Internacional. Gastarlo no aumentaría el déficit fiscal de ningún país. Lo único que tienen que hacer es disponer del dinero.

En septiembre de 2009, el FMI distribuyó a sus miembros 283,000 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro, un instrumento financiero arcano, pero que en esencia constituye divisas adicionales. Estos derechos pueden utilizarse sólo para convertirlos en una de cuatro divisas, tras lo cual empiezan a generar intereses a una tasa combinada de los bonos del tesoro de esas cuatro divisas. En estos momentos, la tasa es inferior al 0.5%.

De los 283,000 millones de dólares recientemente distribuidos en DEG, más de 150,000 millones se destinaron a las 15 economías desarrolladas más grandes. Estos DEG estarán en gran parte sin utilizarse en las cuentas de reserva de estos países, que en realidad no necesitan de ninguna reserva adicional.

Propongo que los países desarrollados –además de crear un fondo rápido de arranque de 10,000 millones de dólares al año- unan fuerzas y presten 100,000 millones de dólares en DEG a 25 años para crear un fondo ambiental especial para el mundo en desarrollo. El fondo ayudaría a poner en marcha proyectos de silvicultura, agricultura y uso del suelo –áreas que ofrecen un gran potencial para reducir o mitigar las emisiones de carbono, y que podrían producir ganancias sustanciales en los mercados de carbono.

Las ganancias que esos fondos podrían generar van mucho más allá del tratamiento de las emisiones de carbono. Las ganancias por los proyectos del uso del suelo, por ejemplo, también podrían incluir el potencial para crear medios de vida rurales más sustentables, producir cosechas agrícolas mayores y más resistentes y generar empleo rural.

Esta es una idea simple y práctica que ya tiene precedentes. El Reino Unido y Francia prestaron 2,000 millones de dólares en DEG cada uno a un fondo especial del FMI para apoyar los préstamos en condiciones favorables a los países más pobres. En ese momento, el FMI asumió la responsabilidad por el capital y los intereses de los DEG. Lo mismo podría hacerse en este caso.

También propongo que los Estados miembros acepten usar las reservas en oro del FMI para garantizar el pago de intereses y el reembolso del capital. El FMI posee mucho oro –más de cien millones de onzas- que figura en libros a costo histórico. Por lo tanto, con los actuales precios del mercado, se cotiza a más de 100,000 millones de dólares por encima de su valor contable. Ya se ha decidido utilizarlo en beneficio de los países menos desarrollados. El fondo ambiental propuesto cumpliría este requisito.

Esto quiere decir que los países desarrollados que presten DEG no asumirían gastos por concepto de intereses ni responsabilidades por el reembolso. Hay algunos problemas técnicos serios en lo relativo a la compensación de los gastos por intereses con los ingresos por intereses, en particular en los Estados Unidos, pero el efecto neto sería neutro. Estas dificultades técnicas ya han obstaculizado intentos anteriores de dar un uso práctico a los DEG, pero no es el caso del fondo ambiental propuesto.

Hay tres argumentos poderosos a favor de esta propuesta. Primero, el fondo ambiental podría ser de carácter autofinanciable o incluso rentable; se usaría muy poco oro –si acaso- del FMI.

Segundo, los proyectos producirán ganancias sólo si los países desarrollados cooperan en el establecimiento del tipo correcto de mercados de carbono. La creación del fondo ambiental supondría implícitamente un compromiso para ello al poner en riesgo las reservas de oro del FMI.

Finalmente, este dinero estaría disponible ahora y ayudaría a poner en marcha proyectos de ahorro de carbono.

Por todas estas razones, los países desarrollados deberían aceptar mi propuesta. La cuestión fundamental es que se puede aumentar significativamente el monto disponible para luchar contra el calentamiento global en el mundo en desarrollo utilizando las asignaciones existentes de DEG y garantizando el pago de los intereses con las reservas de oro del FMI.

Lo único que hace falta es la voluntad política. El simple hecho de que utilizar los DEG requiere la aprobación del Congreso en los Estados Unidos garantiza que nada sucederá si no hay presión pública –incluyendo la presión de los países en desarrollo. No obstante, podría significar la diferencia entre el éxito y el fracaso en Copenhague.

Copyright: Project Syndicate, 2009.
www.project-syndicate.org
Traducción de Kena Nequiz

Copenhague: las resistencias del capital

La Jornada, Miércoles 9 de diciembre de 2009
Alejandro Nadal

El capital sólo puede existir como fracciones privadas de valorización. Son las empresas: centros de acumulación enfrascadas en una lucha constante para aumentar el valor de su núcleo de capital. El cambio técnico es uno de los instrumentos más importantes de esa competencia intercapitalista. Por eso el capitalismo genera continuamente innovaciones técnicas.

Éste es un rasgo que resaltan tanto los aduladores del capital como sus críticos. Y de ahí muchos concluyen que el capitalismo está dotado de una gran capacidad de adaptación a los cambios que se producen a su alrededor.

Pero el capitalismo también está lastrado por inercias profundas que frenan su capacidad de cambio. La razón es que una vez que se han realizado las inversiones asociadas a una trayectoria tecnológica, el capital tiene que amortizarlas y resiste los cambios con la misma tenacidad con la que antes empujaba las transformaciones. Por eso los funcionarios de las empresas transnacionales, que llevan la lógica del capital hasta en las venas, resistirán con todas sus fuerzas cualquier amenaza a su base de poder. La flexibilidad de la economía capitalista tiene límites poderosos.

Por ejemplo, hay algo que no ha cambiado en la trayectoria tecnológica del capitalismo en los últimos 200 años. El proceso de acumulación ha estado cristalizado sobre una plataforma energética de combustibles fósiles. Desde los albores de la revolución industrial la base material del capitalismo, a escala global, depende de una manera u otra de la extracción y utilización de combustibles fósiles. Este perfil energético terminó por alterar la composición química de la atmósfera en estos dos últimos siglos.

Hoy sabemos con certeza que esto constituye la peor amenaza para la especie humana. La única manera de enfrentar estos cambios en la atmósfera implica transformaciones profundas en la estructura material que sostiene la acumulación capitalista. El capitalismo resistirá esos cambios, porque los costos asociados se presentan como insoportables a los funcionarios del capital. La conferencia de Copenhague sobre cambio climático es la prueba.

En esta importante conferencia la solución planteada desde los centros de poder descansa en dos vertientes que son funcionales a la acumulación privada. La primera es el mercado de carbono, una falsa solución que acabará por imponerse en la declaración final de Copenhague. En este esquema, miles de empresas recibirán gratuitamente cuotas permitidas de emisiones de gases invernadero. Podrán vender el excedente no utilizado en un mercado especial, supuestamente creando los incentivos para la gran transformación de la base energética. Es un premio para los contaminadores históricos, no un instrumento eficaz para reducir y estabilizar las emisiones de gases invernadero.

La segunda vertiente es el esquema de financiamiento para que los países pobres puedan reducir sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático. La Agencia Internacional de Energía calcula las necesidades de los países que no son miembros de la OCDE en 197 mil millones de dólares (mmdd) de inversiones para reducir las emisiones de carbono para el año 2020. Si, como se propone por los países ricos, esos recursos son manejados por el Banco Mundial, ya nos podemos despedir de cualquier cosa que se parezca al desarrollo sustentable.

Obama piensa que los países ricos pueden llegar a un acuerdo sobre la cifra de 10 mmdd anuales en Copenhague. Pero también ha señalado que a largo plazo la mayor parte de los recursos deben provenir del sector privado. Para ello, la Casa Blanca y el Banco Mundial insisten en que los países pobres deben ofrecer incentivos para las inversiones que podrían reducir las emisiones de carbono. Ya sabemos cuáles son esos incentivos: apertura, privatización, desregulación. Es decir, hay que perpetuar el modelo neoliberal para asegurar una solución al cambio climático.

Así se cierra el círculo. Por un lado se exigirá a los países pobres mantener incentivos para atraer inversiones extranjeras necesarias que supuestamente reducirán las emisiones de gases invernadero. No importa que el modelo neoliberal sea un insulto social y ambiental. Por el otro lado, se va a garantizar que tengan acceso a un buen mercado internacional de bonos de carbono con el fin de canalizar más recursos para reducir las emisiones de carbono. No importa que el mercado de carbono sea un gran fracaso anunciado.

El capital y sus centros de poder prefieren llevar a la ruina al mundo entero, antes que sacrificar sus fuentes de privilegios. Las grandes corporaciones cuya capacidad productiva descansa en los combustibles fósiles van a oponer feroz resistencia a todo lo que suene a cambio. Poco importa que la perspectiva de procesos de cambio climático descontrolados constituya la peor amenaza para la humanidad y la biósfera. El capital, en su delirio de acumulación sin fin, está dispuesto a sacrificarlo todo. Si las organizaciones sociales no ejercen la presión suficiente, la conferencia de Copenhague será un espacio para profundizar la destrucción ambiental y la explotación social.

domingo, diciembre 06, 2009

A fair deal for forest people: working to ensure that REDD forests bear fruit for local communities

Commentary by Julie Fischer of Fauna & Flora International
special to mongabay.com
November 27, 2009

As world leaders meet to thrash out the next incarnation of the Kyoto climate agreement, the world waits with baited breath to see how greenhouse gas emissions from forests might be included. Despite the high powered nature of these important global decisions, the success of REDD will ultimately be decided by humble forest dependent communities, living in developing countries and perhaps currently oblivious to the negotiations taking place. Dr Julie Fischer, Communities Specialist on Fauna & Flora International and Macquarie Capital's Carbon Forests Taskforce, explains why REDD will fail unless it adequately accounts for, or indeed is steered by, these communities.

Less than a month away from the 15th Conference of the Parties for the UNFCCC, and serious debate continues on how a Reduced Emissions from Deforestation and Forest Degradation (REDD) mechanism could be incorporated into a 2012 climate change agreement. Fauna & Flora International (FFI) believes REDD should compliment a broader set of climate change mitigation strategies, which does not diminish the global imperative to reduce fossil fuel consumption or to set strict emission reduction targets for Annex 1 countries. However, well-designed REDD activities can make an immediate and direct contribution to reducing carbon emissions, whilst delivering biodiversity conservation benefits, and enhancing sustainable development and rural livelihoods. As a practitioner focused on the rights and well-being of local communities under REDD, my role is to ensure that the opportunities and benefits of REDD for communities are realized, and that the risks in turn are minimized.

Many critics have expressed legitimate concerns about REDD in terms of equity, governance, forest access and tenure, Indigenous Peoples and local communities' rights, and other critical social, economic and cultural issues. Meanwhile, natural forests in Indonesia, where FFI is pursuing a number of REDD initiatives, continue to be felled for conversion to palm oil, timber extraction, pulp and paper plantations, mining, food crop production and other uses. As tropical forests are cleared in the face of a changing global climate, biodiversity is being lost at an alarming rate and forest dependent communities are growing increasingly more vulnerable as their resource base dwindles. Local inhabitants have few, if any, alternative livelihood strategies to pursue. These global and local realities motivated FFI to design REDD projects with a focus on getting it right on the ground; and we are bolstered in taking on this challenge by the successes we have had in addressing habitat protection by tackling local livelihood issues.

FFI maintains that by designing REDD projects focused on local, forest dependent communities, we will conserve the forest. Thus, we see the forest not only for the trees and the sequestered carbon but in a more holistic way – biodiversity, watershed conservation, sustainable forest management and the people who depend on the forest resources. Realizing the potential of REDD requires us to address many of the critics' concerns head on. FFI is striving to do just that with its work under the FFI/Macquarie Carbon Forests Taskforce.

Our approach and methodology aims to enhance historic rights to forest resources by addressing key equity and rights issues in the design and development of REDD projects in diverse settings. Early and active community involvement in decisions about roles, responsibilities and benefits build trust among stakeholders. Through careful and fully participatory project design and implementation, REDD can be a win-win-win situation for the global climate, forest dependent communities, and biodiversity.

All the areas FFI has identified for prospective REDD projects in West Kalimantan (Indonesian Borneo) are on the brink of being cleared for timber and conversion to palm oil or pulp and paper plantations. Forest dependent and Adat communities, some of whom have customary rights but no statutory rights to the forested land, have been hitherto unsuccessful in stopping the primary drivers of deforestation resulting in destroyed local livelihoods and eroding the socio-cultural base of these communities. Developing robust and equitable methodologies and implementation approaches is complex, but a few broad principles guide our work; full stakeholder participation, a multi-tiered approach, a commitment to Free, Prior and Informed Consent (FPIC), a recognition of and focus on local resource use and management rights, equitable benefit sharing and the need for strong forest governance.

Participatory REDD project design and development.
Communities living around and within the boundaries of forested land identified as a potential REDD site are central to the development, design and implementation of any project that might occur. Currently the FFI/Macquarie Taskforce is working with national and local non-governmental organizations (NGOs) to design REDD projects that are based on local input and priorities. Inclusion of local community members within the project design team significantly strengthens the likely success of our projects. We are convinced that without full participation and leadership from local communities the proposed REDD sites will not remain forest for long. For this reason we are designing REDD projects with active participation from local stakeholders to assess the drivers of deforestation and develop strategies and interventions to reduce these threats. Their involvement helps provide alternative livelihoods and opportunities for income generation, collaborate on forest management planning and the design of transparent benefit-sharing mechanisms. Although it is too early to claim success, we are encouraged by the active debate and participation of local community members in the process.

A Multi-tiered Approach.
FFI takes an integrated approach to REDD project development, recognizing that any decision over a forest involves and affects multiple stakeholders. For example, in West Kalimantan we are assisting district and provincial governments in their spatial planning and budget exercises, recognizing that the future of forests are affected by broader land use decisions. We are also working with the palm oil industry to protect high conservation value forest as well as contributing to the national REDD policy dialogue in support of decentralized REDD governance, equitable benefit sharing, and community carbon rights.

Indigenous Peoples' rights and Free, Prior and Informed Consent (FPIC).
FFI is working closely with several local NGO partners to respect local communities' statutory and customary rights to forests and forest management in Indonesia under current laws and regulations. Close interaction with these organizations has provided us with valuable guidance and advice on REDD project design and a culturally appropriate FPIC process to ensure protection and respect of Indigenous People's and community rights throughout the process.


Forest governance.
Our proposed governance and management structure for each REDD project is to partner actively with the communities and local government around the forest to improve governance and management of the forest resources. Community representatives will sit at the table with other project proponents and have a decision-making role within the management structure established for each REDD site.

Any successful REDD project will ultimately be determined by successful forest management on the ground. Activities considered vital to maintain the carbon resource include fire control, law enforcement, capacity building of local forest managers and monitoring activities, along with activities that address key secondary drivers of deforestation, will be the shared responsibility of all project proponents.

Forest access and tenure security.
In many cases there is a convergence between the sites most at risk of destruction and those with unclear or disputed land rights. Where forest edge communities are quickly losing out in the face of plantation development and timber extraction, REDD offers an alternative. Our aim is to use REDD to strengthen local communities' access, use and tenure rights to forest land on which their livelihoods depend.

The way we do this will differ according to each scenario, from working directly with local small-holders who have secure and statutory rights to the land, to working with local communities to establish community carbon pools based on relevant national legislation for community forest tenure and customary claims to forest land. In other cases, where transferring customary rights to statutory rights is not yet feasible, we seek to acquire legal tenure over the forest land. Under this model, we partner directly with communities on REDD implementation, forest management and benefit-sharing. Furthermore, FFI is exploring ways and means to improve individual and collective tenure security of cultivated and forested land holdings bordering the proposed REDD sites by assisting communities to get customary land rights recognized under national land and forest law. We recognize that secure access and use rights may be even more central to the needs and demands of forest dependent communities than land ownership and our REDD project design will be based on maintaining and enhancing most local forest uses.

Activities such as uncontrolled clear cutting for agricultural production and illegal logging in the forest will need to stop. We will collaboratively reach this end by 1) developing sustainable forest management plans through a participatory process; 2) instituting community-designed, approved and enforced sanctions against unsustainable forest uses; 3) employing community members to manage the forest; 4) improving agricultural practices to increase productivity on cleared land; and 5) investing in reforestation and natural regeneration activities where alternative and sustainable logging operations can occur to meet local timber needs and 6) identifying and supporting alternative livelihood strategies and other means identified by local communities. FFI's commitment is to do no harm to communities and our aim is to improve livelihoods and ensure that REDD brings significant and real benefit to local communities around the proposed sites.

Equity in benefit distribution.
Our objective is to make certain that REDD fulfills its potential to be a powerful mechanism to improve livelihoods. Our biggest challenge is to ensure that all stakeholders see a positive return, whilst ensuring that the forest dependent poor get the best possible deal. To achieve this end, we work directly with communities in designing the means by which the financial benefits of REDD will be distributed at the local level.

Non-monetary benefits of REDD are also very significant and highly valued by many of the community members living around the proposed REDD sites. The right to manage the forest, with secure access to resources, such as limited use of timber harvesting and use of non-forest timber projects found within the forest, are highly desirable benefits for forest dependent communities. For example, in one area in which we are working communities have stipulated they must retain access to the forest for fishing, honey collection and rattan harvesting. Continued exploitation of these forest resources is totally compatible with REDD.

Strategies to improve livelihoods.
REDD ‘done right' can provide forest dependent communities with an alternative pathway to economic development – they will be able to earn their livelihood by keeping their forest rather than selling it, bargaining it away or having it cleared out from under them.

Dealing with the drivers of deforestation.
Throughout the REDD project implementation process FFI, along with local communities and national NGO partners, will continue to direct efforts to address several key drivers at the local, sub-national and national levels. For example, illegal logging, a secondary driver at all our proposed sites, will be addressed through promoting changes in government regulation, supporting participatory land use planning, as well as introducing sustainable forest management and supporting alternative livelihood strategies at the local level.

Quick action at all levels is necessary but when a complete overhaul is not possible, taking even small steps in the right direction is vital and will bring us closer to the shared objectives of improved livelihoods and strengthened rights for local communities, protection of biodiversity, and a reduction of global carbon emissions.