lunes, abril 30, 2007

Productos de limpieza ecológicos

Un proyecto piloto en México

Trío. Boletín de la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte

Luce muy parecido a como se veía antes. Los pisos al igual que las puertas de vidrio continúan relucientes en la sede principal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la Ciudad de México, pero el edificio es más respetuoso del medio ambiente que hace un año.

Gracias al proyecto piloto dirigido por la Iniciativa de Compras Verdes de América del Norte (NAGPI, por sus siglas en inglés) de la CCA, desde enero de 2006 se han usado diversos productos y métodos de limpieza ecológicos en esta torre de oficinas. La diferencia no está en la pulcritud del edificio, sino en su impacto en la salud ambiental y humana.

Por ejemplo, ahora el personal de intendencia de los edificios limpia los baños con sustancias inodoras no ácidas que se degradan rápidamente en el medio ambiente y que representan un riesgo reducido para los empleados de limpieza o de oficina que los respiran. En efecto, la empresa proveedora a cargo del aseo del edificio, Grupo Alfa Sol, está modificando sus métodos, lo que incluye también la aplicación de menos sustancias químicas y el uso de paños de microfibra secos en lugar de trapeadores húmedos.

Con apoyo de la Semarnat dentro de su Programa de Administración Sustentable (PAS), Grupo Alfa Sol emprendió voluntariamente la primera fase del proyecto piloto. Vanesa Alfaro, portavoz de la empresa, señala que estaban deseosos de agregar valor a los servicios que prestan a la Semarnat.

Ahora, está previsto que a partir de enero de 2007 la Secretaría incluya lineamientos sobre limpieza ecológica en sus licitaciones públicas para servicios de aseo. Para mayo de 2007, todos los edificios de la Semarnat deberán estar utilizando, de forma parcial, productos y métodos de limpieza respetuosos del medio ambiente. Se espera que este liderazgo ayude a México a crear un mercado para tales productos y servicios.

Con este fin, la Semarnat ya empezó a comprometer la participación de la industria de limpieza de México. En julio pasado, la CCA, el Grupo Ashkin (empresa estadounidense consultora del proyecto) y la Semarnat se reunieron con representantes de este sector para presentarles el proyecto e impulsar su participación activa.

Los fabricantes de productos de limpieza de México coincidieron en que era el momento adecuado para que el país adopte formas de limpieza respetuosas del medio ambiente. En lo que representa un gran paso adelante, el capítulo mexicano de la Asociación Internacional de Proveedores de Productos de Limpieza (ISSA, por sus siglas en inglés) se comprometió a promover la “limpieza verde” entre sus miembros.

“Nos sentimos contentos de participar en la tarea de lograr una industria de la limpieza en México más respetuosa del medio ambiente”, afirma el presidente de ISSA México, Mauricio Chico Cañedo. “Los miembros de ISSA México están muy entusiasmados con la idea de hacer una contribución importante para mejorar la salud y el desempeño de los ocupantes de los edificios que limpiamos y, al mismo tiempo, reducir los impactos ambientales y para la salud relacionados con nuestra industria. No sólo estamos convencidos de que es lo correcto, sino que también pensamos que es bueno para nosotros como empresas.”

A pesar de todo este avance, ha habido obstáculos para el proyecto piloto. Por ejemplo, si bien los trabajadores de Grupo Alfa Sol estaban dispuestos a cambiar a los limpiadores respetuosos del medio ambiente que no queman ni huelen mal, también se mostraban escépticos sobre los resultados que obtendrían sin los productos tradicionales.

Saúl Pereyra García, coordinador del PAS en la Semarnat, acepta que “[a]ún no tenemos resultados contundentes en cuanto al cambio de los productos de limpieza”.

Explica que las compañías que prestan servicios de aseo a la Semarnat no han podido mantener el abasto de limpiadores verdes, pues los nuevos productos tienden a ser caros y de distribución limitada. “En el mercado mexicano hay pocos limpiadores ecológicos, y algunos de los que se presentan con esta etiqueta podrían en realidad ser muy similares a los productos químicos comunes con los que actualmente se asean los edificios de la Semarnat”, señala.

En México no hay normas para productos de limpieza respetuosos del medio ambiente. Como ocurre con muchos otros organismos, la Semarnat no compra directamente sus limpiadores. Las empresas de servicios de intendencia —a menudo contratadas por los propietarios de los edificios— proveen todos los productos e implementos necesarios para su labor. Por ello, la Semarnat simplemente ha invitado a sus proveedores a cambiar a la limpieza verde.

Con todo, los altos costos de los limpiadores verdes en México están en efecto demostrando ser una barrera. “Los productos de limpieza ecológicos son más caros que los regulares. En estos casos, se trabaja con lo que se tiene”, comenta Alfaro, cuya empresa no ha podido reemplazar todos sus limpiadores tradicionales.

“Estos problemas no son exclusivos de México”, plantea Jeremy Brown, de la CCA, quien agrega que la oferta de productos de limpieza respetuosos del medio ambiente está aún en pañales en muchas partes del mundo, como lo demuestra el hecho de que los gobiernos interesados acepten pagar un costo adicional por esos productos a cambio de sus beneficios ambientales.
“El proyecto piloto de la Semarnat es un paso esencial para los productos y técnicas de limpieza verdes en México. Si demostramos sus beneficios y fomentamos una mayor conciencia sobre las compras verdes, habremos logrado un primer avance en la creación de un mercado local para los limpiadores ecológicos”, afirma Brown.

Stephen Ashkin, consultor para el proyecto desde Bloomington, Indiana, está de acuerdo. “Nuestro objetivo es ayudar a impulsar el concepto de la limpieza ecológica en México a partir de lo que hemos aprendido en Estados Unidos y Canadá, pero lo queremos hacer de una manera que tenga el mayor sentido posible en México”, explica.

Ya se han identificado varias oportunidades para futuras acciones: capacitación adicional para el personal de limpieza de los proveedores de servicios; campañas de sensibilización para la industria de limpieza mexicana, e instrumentación de proyectos piloto similares en los edificios de otras dependencias de gobierno.

Como coordinadora, la NAGPI continuará reuniendo a grupos y dependencias que trabajan en el fomento de las adquisiciones ambientales en América del Norte.

Para mayor información, visite la página en Internet .

¿Por qué cambiar a los productos de limpieza verdes?

De acuerdo con el Programa para la Prevención de la Contaminación de Productos de Limpieza de Estados Unidos, uno de cada tres productos de limpieza contiene al menos un ingrediente reconocido como dañino a ciertos niveles de exposición.1 Los problemas de salud comunes relacionados con algunas sustancias químicas usadas para la limpieza incluyen dolor de cabeza, mareo y fatiga, y, en casos extremos, trastornos reproductivos, daños orgánicos significativos y daños permanentes de la visión.2

Según datos correspondientes al estado de Washington, cada año alrededor de 6% de los empleados de limpieza sufren lesiones laborales debido a la exposición química a los productos utilizados.3

Asimismo, aun cuando los productos de limpieza están en su mayoría formulados para degradarse en las plantas de tratamiento de aguas residuales, las sustancias químicas usadas en la limpieza de los exteriores de los edificios pueden llegar hasta lagos, arroyos y otros cuerpos de agua, por lo que representan una preocupación ambiental en potencia.

1 Janitorial Products Pollution Prevention Program. Cleaning Chemical Injuries Fact Sheet (disponible en: http://www.wrppn.org/Janitorial/jp4.cfm ).

2 Alicia Culver et al., Cleaning for Health: Products and Practices for a Safer Indoor Environment, INFORM, Inc., 2002.

3 “Greening the Janitorial Business - How to Select and Use Safe Janitorial Chemicals”, taller para el NISH, Departamento del Interior de Estados Unidos, noviembre de 2001.

domingo, abril 29, 2007

Falta interés del gobierno para cambiar el TLCAN: campesinos

Terminó séptimo congreso de la central cardenista

La jornada. Miércoles 28 de marzo de 2007

MARIANA NORANDI


Alrededor de 3 mil agricultores de 28 estados de la República, pertenecientes a la Central Campesina Cardenista (CCC), se reunieron ayer en el séptimo Congreso Nacional Ordinario de dicha organización para analizar los retos actuales del sector.

Destacaron la necesidad de luchar por la superación de la pobreza en el medio rural, proteger el medio ambiente y la biodiversidad, lograr la soberanía alimentaria e impulsar la productividad del campo. "Para ello, tenemos que convertirnos en una organización de izquierda moderna, que sepa protestar, pero también proponer, y que deseche acciones violentas en pro de la negociación y la movilización pacífica", advirtió Max Correa, dirigente de la CCC.

En el acto de clausura de dicho encuentro, el titular de la Secretaría de la Reforma Agraria, Abelardo Escobar Prieto, dijo que no opera 20 por ciento de los proyectos que se entregan a las organizaciones campesinas para apoyar la productividad (Fappa) y los programas de la mujer en el sector rural (Promusag), por lo que ahora habrá un trabajo conjunto para dar seguimiento a la aplicación de los recursos entre autoridades, organizaciones y beneficiarios.

Max Correa, quien fue relegido como secretario general de la CCC para el periodo 2007-2010, dijo que ante la crisis que atraviesan el campo y el país, la central reforzará sus alianzas con otras organizaciones agrarias, sindicales y ciudadanas.

Asimismo, pronosticó una nueva alza en el precio internacional del maíz, lo que provocará encarecimiento de la tortilla, el huevo, el pollo y el cerdo.

Por su parte, el director general de Financiera Rural, Enrique de la Madrid Cordero, dijo que continuará el incremento en la cotización del maíz debido al cambio de uso que le han dado algunos países para producir etanol. Añadió que una de las causas que presionan el precio del grano es que en China e India, donde habitan más de 2 mil millones de personas, están demandando más alimentos, entre los que figura el maíz.

Francisco Hernández Juárez, presidente colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores, dijo que México es un país condenado a vivir en la mediocridad por las políticas que han desarrollado nuestros gobernantes. Prueba de ello -continuó- fue la administración de Vicente Fox, quien recibió el país en el noveno lugar de la economía mundial y lo entregó en el lugar 14.

Durante el congreso de la CCC, que se desarrolló con el lema de Soberanía y desarrollo sustentable para el campo mexicano, Max Correo insistió en la urgencia de modificar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Existen bases jurídicas para hacerlo, pero "falta interés" y voluntad política del gobierno federal, aseguró el dirigente campesino.

sábado, abril 28, 2007

Brasil quiere dominar mercado del etanol

Por Mario Osava *

El etanol brasileño es más eficiente y amigable con el ambiente que el de Estados Unidos. Convertirlo en sustituto mundial de la gasolina está al alcance de la mano. Pero no todas son rosas.

RÍO DE JANEIRO
, 26 mar (Tierramérica).- Brasil quiere producir etanol para sustituir 10 por ciento de la gasolina consumida en todo el mundo dentro de 18 años. Eso exigirá multiplicar por 12 su actual producción de 17 mil 300 millones de litros anuales, sin sacrificar bosques, áreas protegidas o la siembra de alimentos.

El gobierno encargó a un grupo de expertos estudiar posibilidades e impactos de un fuerte incremento productivo del alcohol carburante extraído de la caña de azúcar.

El grupo encabezado por el Núcleo Interdisciplinario de Planificación Energética de la Universidad de Campinas y coordinado por el físico Rogério Cerqueira Leite, concluyó que Brasil podrá producir 205 mil millones de litros de etanol en 2025. Un volumen similar será producido por los demás países, prevén los expertos.

Para entonces, la demanda mundial de gasolina alcanzará 1,7 billones de litros al año, previéndose un aumento de 48 por ciento en dos décadas. Además de 10 por ciento de ese volumen, Brasil tendrá que producir etanol para su creciente mercado interno. El país ya tiene 2,6 millones de vehículos impulsados a alcohol, a los cuales se agregan dos tercios de los nuevos automóviles de fabricación nacional, que superan los dos millones al año.

El aumento de la productividad es esencial en el proyecto. El informe de los expertos fijó en 40 por ciento el incremento de producción por hectárea de caña que aportará una nueva tecnología, la hidrólisis, en cuyo desarrollo acordaron cooperar Brasil y Estados Unidos durante la visita del presidente George W. Bush a São Paulo el 8 y 9 de marzo.

Potencialmente, la hidrólisis, que permite aprovechar cualquier material celulósico, podría duplicar la productividad, pero se decidió fijar un aumento de 40 por ciento en base a las posibilidades tecnológicas conocidas y porque parte de los residuos de la caña
(bagazo y paja) se usa para generar electricidad, explicó a Tierramérica Carlos Rossell, un investigador del grupo.

Esa tecnología enfrenta desafíos complejos, como romper estructuras vegetales muy resistentes, lo que exige mucho esfuerzo futuro para hacerla viable a escala industrial, observó.

Científicos de Estados Unidos y Europa están más avanzados en esta investigación y cuentan con muchas más inversiones, pero Brasil tiene la ventaja de disponer del bagazo en la planta, listo para ser procesado. Los demás tendrán que recoger en el campo la paja y otros residuos sobre todo de maíz, con costos adicionales, indicó.

Por la misma razón, el conocimiento que pueda ofrecer Estados Unidos, cuya producción de etanol se basa en el maíz, no resuelve el problema brasileño. Las materias primas son distintas, observó Rossell.

Brasil y Estados Unidos, los dos mayores productores mundiales de biocombustibles, acordaron cooperar también en el desarrollo de un mercado internacional de estos productos, aunque viviendo situaciones opuestas.

El primero se apresta a convertir en abultadas exportaciones su experiencia pionera de 32 años en el programa del alcohol carburante, mientras el segundo tendrá que importar mucho para alcanzar la meta de reducir 20 por ciento su consumo de gasolina hasta 2017.

De momento, Estados Unidos produce un poco más de etanol que Brasil, pero con costos 40 por ciento superiores, según productores brasileños. La barrera arancelaria estadounidense de 54 centavos de dólar por galón (3,8 litros) no impidió importar mil 600 millones de litros de alcohol brasileño el año pasado, cuando el crecimiento de la demanda elevó mucho el precio del maíz.

Además de desequilibrar el mercado internacional, encareciendo el maíz y su reemplazante en la alimentación animal, la soja, el etanol estadounidense tiene escasa eficiencia ambiental. Cada unidad energética usada en su producción genera solamente 1,3 a 1,8 unidades de energía renovable, mientras la caña de azúcar alcanza 8,3 como mínimo. Así aporta poco a la atenuación del cambio climático, el factor por el que se promueven los biocombustibles junto con la carestía petrolera.

En Brasil el alcohol también enfrenta restricciones. Los movimientos campesinos y muchos activistas sociales condenan la expansión de la agroenergía en desmedro de la alimentación. Ambientalistas temen nuevas presiones deforestadoras, por la expansión agrícola y el encarecimiento de la tierra.

La producción alcoholera tiene "impactos ambientales, sociales y económicos negativos para las comunidades", genera pocos empleos y "consume muchos recursos naturales; cada litro de etanol exige 30 de agua", criticó Temístocles Marcelos, director de la Central Única de Trabajadores para cuestiones ambientales. En la meridional localidad de Ribeirao Preto, capital del azúcar y el alcohol, hay hoy más presos que trabajadores rurales, dijo a Tierramérica.

El estudio de los expertos apunta, sin embargo, a la creación de cinco millones de nuevos empleos si se concreta el plan.

La experiencia brasileña preocupa "por la mala gestión; el gobierno no actúa para contener daños de los monocultivos, los municipios autorizan proyectos inadecuados por interés inmediato y los órganos oficiales no están capacitados para regular la actividad", dijo a Tierramérica Délcio Rodrigues, especialista en energía de la organización ambientalista Vitae Civilis.

En el estado de São Paulo, que concentra más de la mitad de la producción nacional, 60 por ciento de los cañaverales son incendiados para facilitar el corte, contaminando el aire y provocando varias enfermedades. También se acusa a los empresarios cañeros de someter a los cortadores de caña a condiciones insalubres y agotadoras que, según denuncias, provocaron incluso muertes.

Las relaciones de trabajo obedecen a las leyes, y los sindicatos operan libremente, dijo a Tierramérica Fernando Moreira Ribeiro, secretario general de la Unión de la Industria Cañera de São Paulo.

Las "quemas" también son legales y se abolirán en 2020, acotó. La solución se acelerará si avanza la producción de etanol de celulosa, lo que valorizará las hojas de la caña.

Además, el etanol beneficia a toda la humanidad, reduciendo la contaminación. Su incorporación a la matriz energética nacional y su comercialización internacional, que debe ser libre como la del petróleo, "solamente dependen de la voluntad política", sostuvo Ribeiro.


* Corresponsal de IPS.

jueves, abril 26, 2007

Huertas orgánicas versus césped

Por Enrique Gili*

El césped ocupa en EEUU casi tres veces más que la superficie de cualquier cultivo de riego y consume un billón de litros de agua por semana, afirman ecologistas.

SAN DIEGO
, Estados Unidos, 26 mar (IPS/IFEJ).- Un movimiento por alimentos más saludables cultivados en el jardín de casa pugna por nacer en la californiana San Diego, Estados Unidos, en desmedro de tanto césped bien cuidado.

Unas 400 personas asistieron este mes a la conferencia "Cultivando justicia", auspiciada por Food Not Lawns (comida, no césped), una organización que combina horticultura y acción política y que cuenta con grupos en el norte del occidental estado de California y en la costa noroeste del Pacífico, cuna del movimiento estadounidense de alimentos orgánicos.

El ala combativa y hortícola del movimiento por la justicia social intercambió allí información con sibaritas y chefs sobre una preocupación común: qué comen las personas y cómo obtienen sus alimentos.

Los participantes de este movimiento se cuentan entre los californianos apodados "creativos culturales", que buscan implementar ideales progresistas, no solamente a través del cambio social, sino dedicándose a curar al planeta. Muchos de ellos creen que el camino hacia la recuperación ambiental comienza por modificar hábitos personales.

"La gente está hambrienta de información", dijo Kate Hughes, una de las organizadoras del encuentro, celebrado el 3 de este mes.

La conferencia atrajo a una amplia variedad de habitantes de San Diego: desde hippies que abogan por el regreso a la tierra hasta jóvenes activistas universitarios que ven una conexión entre la dependencia petrolera de Estados Unidos y la agricultura industrial.

El horticultor Paul Maschka pasó mucho de su vida adulta cultivando vegetales en el zoológico de San Diego y hoy planta desde alcachofas hasta girasoles en su casa.

"Las técnicas de la horticultura orgánica (que no emplea fertilizantes ni plaguicidas químicos) no se enseñan en el sur de California", dijo. El conocimiento directo lo obtuvo en huertas en Santa Cruz y San Luis Obispo --en el centro y sur del estado, respectivamente-- donde esa práctica está mucho más difundida.

Según Maschka, el césped es un ambiente chato y estéril, mantenido de modo artificial y dependiente de químicos sintéticos.

El césped es un vestigio de la Edad Media, cuando la aristocracia francesa comenzó a convertir predios productivos en campos para el placer, explicó. Más tarde, en una Inglaterra enloquecida por la jardinería, generaciones de burgueses exhibían su nueva riqueza plantando rosales y lujosos jardines.

La tendencia aún pesa sobre la clase media del siglo XXI, propietaria de inmuebles y dispuesta a gastar cientos de dólares en el mantenimiento del césped. Según un estudio de impacto económico publicado por la estadounidense Universidad de Florida en 2002, el cuidado de jardines y la industria del césped generaron 57 mil millones de dólares anuales y emplearon a más de 800 mil personas.

Mediante imágenes satelitales y aéreas, investigadores de la agencia aeroespacial estadounidense calcularon que unos 162 mil kilómetros cuadrados del país están cubiertos de césped, casi tres veces más que la superficie ocupada por cualquier cultivo irrigado.

El césped consume alrededor de un billón de litros de agua por semana en este país, suficiente para regar 327 mil kilómetros cuadrados de vegetales orgánicos.

Según Maschka, el césped aparenta vitalidad, pero para mantenerlo se matan microorganismos que ayudan a las plantas a crecer. Recibe 10 veces más pesticidas y herbicidas que los cultivos comerciales.

"Las cosas tienen que cambiar", coincidió Issa Esperanza, hija de padres misioneros, criada en América Latina, donde trepó árboles y cosechó sus propias frutas y hortalizas. Desde que regresó a Estados Unidos depende de sus amigos ecologistas y de mercados agrícolas cercanos para obtener sus verduras.

Ron Oliver, chef del Marine Room, uno de los restaurantes más destacados de San Diego, basa su negocio en satisfacer a la gente.

El restaurante depende en gran medida de los productos cultivados en la zona y de la cosecha orgánica de la hacienda Blue Sky, de unas 16 hectáreas, donde alimentos y misticismo "New Age" van de la mano.

Allí, residentes y voluntarios se consideran cuidadores de la tierra. Frutas y verduras son cultivadas según la estación y sin productos químicos.

Oliver afirma que tuvo su propia "revelación alimentaria" cuando sus hijos llegaron a la edad escolar. Los almuerzos escolares siguen pautas basadas en la ingesta calórica más que en el valor nutricional, afirma. Por eso decidió buscar apoyo para construir una huerta en la escuela primaria Chula Vista, a la que asisten sus hijos. "Como mínimo, la horticultura les enseñará a tener paciencia", aseguró.

El chef cree que las personas votan con sus tenedores y que, si se les diera la oportunidad, preferirían lo orgánico.


* Este artículo es parte de una serie sobre desarrollo sustentable producida en conjunto por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales).