viernes, diciembre 18, 2009

Las principales instituciones financieras internacionales se comprometen a luchar contra el cambio climático e instan a la celebración de un acuerdo a

Noticias del Banco Mundial

Declaración conjunta de bancos multilaterales de desarrollo y el Fondo Monetario Internacional con miras a la conferencia que tendrá lugar en Copenhague

Comunicado de prensa Nº:2010/173/SDN

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En la ciudad de Washington: Robert Bisset (202) 458 5191
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rmorier@worldbank.org

WASHINGTON, 2 de diciembre de 2009. Los titulares de las principales instituciones financieras internacionales instaron hoy a la celebración de un amplio acuerdo para combatir el cambio climático en la conferencia que se realizará este mes en Copenhague, y convinieron en seguir coordinando sus propios esfuerzos para ayudar a alcanzar los ambiciosos objetivos de la reunión.

En una declaración conjunta, los dirigentes se comprometieron a servirse de los mandatos, los conocimientos especializados y los recursos de sus propias organizaciones para ayudar a las autoridades a cooperar con el sector privado, de manera que puedan hacer frente a los desafíos del cambio climático y sacar el máximo provecho del financiamiento disponible.

Las máximas autoridades del Banco Africano de Desarrollo (BAfD), el Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) también comprometieron a sus organizaciones a servirse de la asistencia técnica y los fondos para incrementar el apoyo a sus objetivos ambientales.

Reconocieron la primacía de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) a la hora de establecer las metas para encarar los desafíos ambientales de alcance mundial.

Según sostuvieron, el acuerdo que se celebre en Copenhague debe contribuir a la creación de un régimen mundial del cambio climático ambicioso, integral y equitativo en materia de cambio climático más allá de 2012 que permita a todos los países alcanzar el desarrollo sostenible. Las referidas instituciones actuarán en forma coordinada con la Comisión Europea y otros asociados que respaldan los esfuerzos realizados por los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático.

Los líderes reiteraron su compromiso de ayudar a las naciones en desarrollo a adaptarse al cambio climático y facilitar el desarrollo y la transferencia de conocimientos y tecnologías inocuas para el clima, según las necesidades de cada país.

Robert B. Zoellick, presidente del Grupo del Banco Mundial, declaró: “El cambio climático es uno de los desafíos más complejos de este siglo que recién comienza. Ningún país es inmune. Ningún país puede acometer por sí solo los desafíos interrelacionados que plantea el cambio climático, tales como decisiones políticas difíciles, el cambio tecnológico de gran escala y las amplias repercusiones mundiales. Cambios de tal magnitud requerirán considerable financiamiento adicional destinado a la adaptación y mitigación y a la intensificación de las investigaciones para profundizar los enfoques prometedores y explorar ideas audaces. Es imprescindible que los países integren las necesidades de desarrollo con las medidas relativas al clima”.

Donald Kaberuka, presidente del BAfD, señaló: “Los efectos del cambio climático en África ya están a la vista. Constituyen una gran carga que se suma a los actuales desafíos de la pobreza y la falta de acceso al suministro de energía, agua e infraestructura básica. Hacen falta con urgencia recursos adicionales para ayudar a África a adaptarse, proteger sus lagos y sus bosques y mantener el crecimiento. Juntos, debemos ponernos a la altura de estos desafíos; el Banco Africano de Desarrollo está listo para desempeñar el papel que le cabe”.

Haruhiko Kuroda, presidente del BAsD, afirmó: “El cambio climático plantea un desafío de gran magnitud, tal vez el más grande que haya enfrentado la humanidad, pero también brinda la oportunidad de emprender un camino de crecimiento más sostenible. No se puede negar a los países en desarrollo la posibilidad de participar en la riqueza del planeta. Sin embargo, esos países pueden abordar el desarrollo económico de una manera diferente al optar directamente por soluciones más sostenibles y eficientes desde el punto de vista energético. Dado que las inversiones en infraestructura pueden establecer el patrón de uso de los recursos de un país para las décadas futuras, este es el momento de actuar, antes de que esa infraestructura se haya consolidado definitivamente”.

Thomas Mirow, presidente del BERD, señaló: “Juntas, las instituciones financieras internacionales utilizarán su capacidad de ejecución y sus recursos para hacer frente a este desafío primordial del siglo XXI. Por su parte, el BERD incrementará aún más su propio financiamiento y ayudará a movilizar inversiones del sector privado para ganar la batalla contra el derroche de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, una prioridad clave, sobre todo en Europa oriental. Esto solo se logrará si se garantiza un nivel de cooperación sin precedentes entre los sectores público y privado”.

Philippe Maystadt, presidente del BEI, afirmó: “Esta declaración conjunta refleja el firme compromiso del Banco Europeo de Inversiones y las restantes instituciones financieras internacionales de fortalecer la coordinación de su apoyo a las Partes en la CMNUCC. Debemos ser innovadores y desplegar todo el arsenal de instrumentos y recursos que tenemos a nuestra disposición para que nuestros asociados clientes utilicen al máximo los flujos de financiamiento. Junto con las otras instituciones financieras internacionales, el Banco Europeo de Inversiones ha asumido el compromiso de brindar paquetes de financiamiento y asistencia técnica que combinan préstamos, donaciones, capital social y financiamiento del carbono, y de respaldar los mercados de carbono más allá de 2012”.

Luis Alberto Moreno, presidente del BID, señaló: “Los países en desarrollo han demostrado que las soluciones prácticas al desafío de lograr un crecimiento con bajos niveles de emisión de carbono y un desarrollo con capacidad de adaptación al cambio climático están a nuestro alcance en este mismo momento. El reto consiste en proyectar en mayor escala estas soluciones a través de financiamiento, tanto público como privado, y en esta área el BID puede contribuir prestando asistencia técnica y financiera que permita el uso eficaz de financiamiento en condiciones concesionarias, como los Fondos de Inversión en el Clima, y ayude a mejorar el acceso al mercado del carbono”.

Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, manifestó que la crisis económica mundial no debe hacernos olvidar la importante cuestión del cambio climático. “Una recuperación sostenible y la aplicación de políticas eficaces en materia de cambio climático pueden reforzarse mutuamente si las políticas adecuadas se llevan a la práctica con determinación”, afirmó. “La cooperación mundial, en particular entre las instituciones financieras internacionales, ayudará a los países a encarar los desafíos que plantea el cambio climático, los cuales requieren soluciones innovadoras y a largo plazo, que pueden contribuir a respaldar la recuperación y el crecimiento sostenible. El FMI puede brindar asistencia en sus áreas de especialidad asesorando en materia de políticas y apoyando a los países más vulnerables a problemas económicos y climáticos”, observó Strauss-Kahn.

La declaración conjunta

Nosotros, las máximas autoridades de los bancos multilaterales de desarrollo y el Fondo Monetario Internacional, instamos a las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) a que acuerden en Copenhague las bases de un régimen mundial del cambio climático ambicioso, integral y equitativo que permita a todos los países alcanzar el desarrollo sostenible mediante caminos que promuevan la adaptación al clima y los bajos niveles de emisión intensiva de gases de efecto invernadero. Reconocemos la primacía de la CMNUCC, cuyos principios y cuyo proceso hemos respaldado desde el comienzo. Nos proponemos, con arreglo a los respectivos mandatos, conocimientos especializados y recursos de nuestras organizaciones, seguir coordinando nuestro financiamiento y nuestros análisis de las medidas en materia de cambio climático, y poner a nuestros asociados clientes en condiciones de utilizar los nuevos flujos financieros con la mayor eficacia posible.

El contexto

El cambio climático representa una grave amenaza para el desarrollo sostenible en todas las regiones del mundo, y en particular para la consecución de los objetivos de desarrollo del milenio (ODM). Hay evidencias científicas que revelan inequívocamente la existencia de la huella humana en el clima mundial y los efectos adversos que ello traerá aparejado.

Dado que el cambio climático ya se está produciendo y se prevén efectos más graves en el futuro, es imprescindible que todos los países integren el análisis de los riesgos asociados con ese fenómeno en sus funciones de planificación y sus estrategias de desarrollo. Existe la necesidad imperiosa de respaldar a los países y comunidades más pobres, que son los más vulnerables y los que menos posibilidades tienen de adaptarse al cambio climático.

Es fundamental que los países desarrollados sigan tomando la iniciativa en la mitigación del cambio climático mediante la adopción de adecuadas metas cuantitativas de reducción de las emisiones más allá de 2012 y que respalden y promuevan la adopción de medidas apropiadas a nivel nacional por parte de los países en desarrollo mediante tecnología, financiamiento y la creación de capacidades.

La experiencia colectiva de los BMD en materia de desarrollo sugiere la existencia de múltiples oportunidades en los países en desarrollo, en especial en países de ingreso mediano, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, a la vez, promover el desarrollo sostenible, crear oportunidades para un mayor crecimiento y reducir el impacto del cambio climático y la vulnerabilidad a dicho fenómeno.

En última instancia, para que las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero se estabilicen en niveles seguros serían necesarios flujos financieros adecuados, previsibles y sostenibles para los países en desarrollo, así como la aplicación, en todas las grandes economías, de políticas que contribuyan a enviar una señal similar, en términos generales, respecto de los precios del carbono en todo el mundo.

Objetivos comunes a partir de la experiencia adquirida

Los BMD están dispuestos, en forma conjunta y en colaboración con otras instituciones financieras internacionales, organismos de las Naciones Unidas y otros asociados en la tarea del desarrollo, a servirse de sus respectivos mandatos, conocimientos especializados y recursos para ayudar a los países y a sus sectores público y privado a responder a los desafíos del cambio climático, al tiempo que se cumplen los ODM. Con este fin, nos proponemos:

• ayudar a los países en desarrollo, en particular a los menos adelantados, a adaptarse al cambio climático y fortalecer la capacidad de resistencia al clima de sus procesos de desarrollo;
• ayudar a garantizar que la economía mundial se desarrolle por una senda sostenible de emisiones de gases de efecto invernadero;
• promover, en todos los países clientes, un desarrollo sostenible, respetuoso de los derechos humanos, y ayudar a los países en desarrollo a alcanzar los ODM;
• facilitar y permitir el acceso al financiamiento para el desarrollo y la transferencia de conocimientos y tecnologías inocuas para el clima, según las necesidades y prioridades de los países asociados;
• promover soluciones basadas en el mercado, y movilizar y potenciar el financiamiento del sector privado en apoyo de objetivos relacionados con el cambio climático.

Colaboración de los bancos multilaterales de desarrollo para conseguir mejores resultados

En primer lugar, con el objeto de facilitar una inversión pública y privada eficiente y eficaz, los BMD se proponen seguir coordinando el financiamiento que destinan a las actividades relativas al clima dentro de un marco común, con arreglo a sus respectivos mandatos, conocimientos especializados y recursos. Para establecerlo, se aprovecharán las enseñanzas recogidas a partir de nuestra cooperación pasada y presente, incluso en lo referido a los Fondos de Inversión en el Clima, recientemente establecidos y ejecutados por los BMD. Como parte de este marco común, procuraremos ofrecer y facilitar paquetes integrales de asistencia técnica y financiamiento, promovidos por los países, que pueden incluir combinaciones de préstamos, donaciones, capital social, financiamiento del carbono y garantías, según la conveniencia y disponibilidad del caso. Trataremos, asimismo, de movilizar fondos públicos con flujos financieros privados, de manera de conseguir financiamiento en condiciones de mercado para inversiones en el clima.

En segundo lugar, los BMD procurarán incrementar el financiamiento destinado a la adaptación, para lo cual elaborarán proyectos y programas que contribuyan a una mayor adaptación al clima, apoyarán estrategias nacionales de adaptación, fortalecerán instituciones relacionadas, y prestarán asistencia técnica y proporcionarán productos de seguro.

En tercer lugar, a partir de los resultados que se alcancen en las negociaciones de la CMNUCC, los BMD también están dispuestos a incrementar su apoyo a procesos que generen incentivos positivos relacionados con la reducción de las emisiones provocadas por la deforestación y la degradación de los bosques en los países en desarrollo. Reconocemos que la agricultura, el sector de la construcción, la industria y la infraestructura municipal son otros importantes sectores en que es posible reducir las emisiones mediante incentivos adecuados, fortalecimiento de la capacidad y asistencia técnica.

En cuarto lugar, los BMD ya cuentan con proyectos y programas sobre eficiencia energética, energía renovable y sistemas sostenibles de transporte, y continuarán respaldando el aumento de las inversiones de los sectores público y privado para ampliar dichos proyectos y programas mediante toda la gama de instrumentos destinados a financiar las cuestiones relativas al cambio climático y otros productos financieros.

En quinto lugar, los BMD están decididos a trabajar en forma conjunta para consolidar y facilitar la continuidad del mercado del carbono y los mecanismos relacionados más allá de 2012. Nuestros esfuerzos estarán orientados a respaldar una participación más amplia de todos los países clientes y sus sectores privados en dichos mecanismos, de manera de facilitar una distribución geográfica más equitativa de los beneficios que estos generen. Nos proponemos ofrecer instrumentos financieros destinados a intensificar la reducción de emisiones, sobre todo mediante enfoques programáticos y otros de amplio alcance, e incrementar la ayuda para gestionar los riesgos relacionados con las incertidumbres normativas asociadas al régimen climático más allá de 2012. Asimismo, tenemos la intención de ayudar a los países a prepararse para participar eficazmente en esos mecanismos fortaleciendo la capacidad de las instituciones públicas nacionales y el sector privado —entre otras cosas, en materia de determinación de proyectos y verificación de emisiones— y facilitando el establecimiento de marcos regulatorios nacionales.

En sexto lugar, los BMD procurarán seguir coordinando y armonizando sus respectivos enfoques, procesos y prácticas en la esfera del cambio climático, para garantizar la prestación de servicios de alta calidad a nuestros clientes y actuar en forma coordinada, según corresponda, con otros organismos que respaldan los esfuerzos realizados por los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático. Seguiremos incrementando los conocimientos y el aprendizaje compartido en materia de prácticas óptimas, lo que incluye evaluaciones de la vulnerabilidad y el riesgo climático a nivel regional, nacional y de proyectos, estudios sobre el crecimiento con bajos de niveles de emisión de carbono, y otros estudios y herramientas de carácter analítico.

Por último, los BMD respaldarán estos esfuerzos a través de asesoramiento técnico, conocimientos y actividades para la formulación de políticas. El FMI asesorará a los países en cuanto a la creación y gestión del margen fiscal que les permita afrontar los desafíos del cambio climático y abordar los riesgos fiscales y financieros que este conlleva.

Las máximas autoridades de los BMD y el FMI están dispuestas a poner todos los recursos humanos y financieros de sus instituciones al servicio de las Partes en la CMNUCC y sus sectores privados para afrontar los desafíos que plantea el cambio climático. Es imprescindible estar a la altura de estos desafíos para evitar los peligros del cambio climático y la amenaza que este representa para la consecución de los ODM. Si en Copenhague se obtienen los resultados equitativos y ambiciosos a los que se aspira, habrá mayores posibilidades de lograr un desarrollo sostenible en todas las regiones y países.


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