viernes, noviembre 12, 2010

Mercado del carbono: QEPD

Por Steve Milloy

Mitos y fraudes / JunkScience.com
Octubre, 26, 2010

En un movimiento poco informado el Chicago Climate Exchange (CCX) está dando por terminadas sus transacciones en bonos de carbono este año – precisamente el propósito para el que fue fundado. CCX permanecerá abierto para hacer negocios, sin embargo, en su transición en el turbio mundo del comercio de compensaciones de carbono.


A excepción de un informe en Crain's Chicago Business y un artículo donde se minimiza el hecho en la publicación pro 'Tope y Canje' (Cap & Trade) Carbon Control News, los medios han ignorado la defunción del único esfuerzo voluntario de los Estados Unidos en el comercio de bonos.

CCX fue vendido a principios de este año por us$600 millones al Intercontinetal Exchange listado en la Bolsa de Valores de Nueva York (Símbolo ICE), una plataforma para futuros y derivados con base en Atlanta y Londres. ICE también adquirió al Climate Change europeo como parte de la transacción. El ECX permanece abierto para acomodar las transacciones requeridas por el Protocolo de Kioto entre las naciones de la Unión Europea. La venta de CCX a ICE permitió a los especuladores del clima como Al Gore y su Generation Investiment Management y a Goldman Sachs convertir en dinero en efectivo sus inversiones en CCX.

En momentos de su fundación en noviembre de 2000, algunos estimaron que el tamaño del mercado de bonos de CCX podría llegar a los $500 mil millones de dólares. El CCX fue el producto original de Richard Sandor quien usó $1,1 millones en subsidios de la Joyce Foundation con base en Chicago para lanzar al CCX. Sandor recibió $98,5 millones por sus acciones del 16,5% en CCX cuando fue vendida. Nada mal para una idea que no funcionó.

De manera increíble, pero nada sorprendente, aunque se publicaron miles de nuevos artículos de noticias sobre CCX por los grandes medios cómplices de la maniobra durante años, una investigación de Nexis reveló que no se publicaron nuevos artículos acerca de la defunción del CCX en los cinco días desde el anuncio hecho por CCX.

Con la desaparición de CCX y su comercio de bonos de carbono, sólo la todavía pendiente ley Waxman-Markey está manteniendo con vida al Tope y Canje (técnicamente, por lo menos) en los Estados Unidos. De acuerdo con el Reloj de la Muerte del Tope y Canje, en el sitio web de Junkscience.com, sin embargo, la ley Waxman-Markey tiene apenas 68 días de vida antes de convertirse también, en una calabaza.

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