En la espesura de los pinos, ojosas y encinos está escrita la historia de todo un pueblo. En el agua que corre de sus manantiales, su futuro. Su presente es más que certero, gracias al manejo sustentable de sus recursos naturales.
Estas dos localidades enclavadas en la Sierra Juárez son literalmente, vetas de oro verde, que al paso de dos décadas han logrado disminuir sus índices de pobreza, pero también contribuir a la disminución de los efectos contaminantes a través de la generación de bonos de carbono.
La silvicultura, entendida como el cultivo del bosque, es para los comuneros, su forma de vida, su trabajo, su fuente de ingresos.
"Hablar de silvicultura, es ver como las comunidades toman conciencia de que, sí existe un manejo responsable de los bosques, el recurso natural nunca se va a acabar. Hablar de silvicultura es tomar el trabajo en nuestras manos, trabajar para nuestros hijos y ellos para sus hijos. Nosotros nunca permitiremos que personas ajenas se adueñen de nuestros recursos", afirma Reynaldo Ruiz Vázquez, técnico comunitario de La Trinidad.
El viaje a esta comunidad fue realizado de la mano de la Comisión Nacional Forestal, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la autoridad de bienes comunales, así como los técnicos forestales comunitarios del pueblo mágico de Capulalpam y de La Trinidad, el objetivo: conocer el manejo forestal sustentable que realizan las comunidades oaxaqueñas de la Sierra Juárez, ejemplo mundial.
Un gigante como testigo
Un gigante de 45 metros de alto y 1.53 de diámetro es el único sobreviviente a la concesión de explotación que en 1956 obtuvo la Fábrica de Papel de Tuxtepec (Fapatux).
El pino pseudostrobus, además de ser testigo centenario de aquella explotación descomunal, permanece en el paraje la Cueva de La Trinidad, como el emblema de lo que fue el inicio del aprovechamiento forestal sustentable.
Fue en 1993 cuando La Trinidad, agencia municipal de Santiago Xiacuí, planteó su manejo forestal, primero para 10 años y cambió su sistema silvícola.
Ahí, frente al pseudostrobus, los comuneros aplicaron la primera corta de regeneración de árboles padres, que no es más que talar aquellas especies que no contaban con un fuste recto, copa bien conformada y libre de muérdago, para devolver la espesura al bosque, visualizando el aprovechamiento sustentable de la madera.
El tratamiento inició en 1.5 hectáreas en donde fueron extraídos 150 árboles, volumen acordado en el programa de manejo.
El éxito de la regeneración fue reproducido en el predio Los pozos y Llano Salado (Popotillo). Actualmente, los comuneros de la Trinidad aprovechan anualmente 3 mil metros cúbicos rollos total árbol, que convertido en rollo son 2 mil 400 metros cúbicos.
Una vez que la madera en rollo es producida, se envía al aserradero para la producción de tabla y tablón; la empresa es propiedad de la comunidad.
El mercado es regional. La madera queda en las carpinterías y empresas familiares, mientras que un porcentaje menor se comercializa en la capital del estado.
En La Trinidad entre 40 y 50 familias dependen de la actividad forestal. De acuerdo con los comuneros, esta cifra representa un 50 por ciento de la población.
Los bonos de carbono, la captura
Los pinos son jóvenes cuentan apenas con 6 años y de 2 metros de altura, pero ya cumplen con una función esencial: la reducción de efectos del cambio climático con la captura de carbono.
La parcela de 126 hectáreas de La Trinidad, es uno de los 10 puntos en Oaxaca que 'venden' bonos de carbono a Televisa, Gamesa y la empresa farmacéutica Chino In.
"A veces decimos ¿el carón en dónde está? El carbono está en los arbolitos", explica de forma sencilla, Jorge Santiago, técnico auxiliar de Bienes Comunales.
Los pinos pátula, ayacahuite y pseudostrobus, plantados por los comuneros, permiten la neutralización de las emisiones contaminantes y, en consecuencia, garantizan la limpieza del medio ambiente.
Las emisiones que se generan en el consumo de energías para vehículos o emisiones de humo se descargan en los árboles como bióxido de carbono, que a la larga se convierte en madera.
El delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Esteban Ortiz Rodea, abundó que en 2010 Televisa, Gamesa y Chino In pagaron 16 mil toneladas de carbono a las 10 comunidades de Oaxaca que realizan manejo sustentable.
El pago es de 10 dólares por tonelada de carbono capturado por los bosques. El cálculo se hace a partir de un modelo desarrollado con base en el número de árboles, la altura, diámetro y biomasa.
En el esquema del mercado voluntario de carbono, son las empresas las que determinan la cantidad a pagar.
"Es un esquema adicional para el manejo forestal comunitario ante el cambio climático. Esta nueva estrategia a nivel global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por deforestación o degradación de bosques que compensa a las comunidades que vitan que se destruyan los bosques", añadió el gerente general de la Conafor, Ricardo Ramírez Domínguez.
Anda Gagüi. (Agua de Capulalpam)
Anda Gagüi es una empresa comunal envasadora de agua totalmente limpia y pura, la cual es procesada y comercializada en los distintos puntos del estado de Oaxaca.
La empresa envasa mil 500 botellines de 600 mililitros, y garrafones de 19 litros, distribuidos en la región serrana.
Ecoturismo en un pueblo maágico
En esta revolución económica de los pueblos indígenas no podía faltar la postal ecológica que llama al ecoturismo y turismo de aventura. El Centro Recreativo Los Molinos, es a sólo una de las muchas opciones que ofrece Capulalpam de Méndez para la convivencia familiar.
En el parque que forma parte de las "empresas" comunitarias, usted podrá lanzarse desde la tirolesa, realizar rapel o contemplar el río mientras degusta una trucha criada en el restaurante.
Ubicación
Capulalpam de Méndez está ubicado a 74 kilómetros de la capital del estado.
La trinidad, Santiago Xiacuí, colinda al norte con Natividad y Capulalpam de Méndez, al sur con Santa María Yavesía.
foto: CARLOS ROMÁN VELASCO