Lorgio Vaca/Bolpress
Donde quiera que miremos y donde quiera que nos inclinemos encontraremos huellas de nuestros antepasados. En la espesura de los bosques, a orillas de los mares, lagos, ríos y en las montañas palpita todavía el mensaje vivo de nuestros abuelos que durante miles de años recorrieron y fecundaron esta tierra palmo a palmo.
¿De qué tierra deshabitada nos hablan? Desterremos el pensamiento de los conquistadores que vinieron a repartirse el mundo simulando que estaba vacío, como "tierra de nadie", mientras fundían las obras de arte que robaban a su paso, para convertirlas en monedas de oro. Debemos agradecer a quienes nos alertan sobre la inminente desaparición del santuario de los monos y otras especies vivientes amenazadas a corto plazo por la depredación maquinizada y fulminante del bosque amazónico, donde quedan pocos parajes sombreados.
Hay quienes temen que las comunidades campesinas e indígenas a quienes el gobierno dota de tierras en Pando, pongan en peligro este santuario de biodiversidad. Sin embargo ese temor no es compartido por la comunidad científica internacional, como lo denuncia este documento de las Naciones Unidas, emitido por la UNESCO: "Las filosofías occidentales de conservación tienden a separar a los humanos de la naturaleza. Llevan a pensar que los humanos deben ser excluidos del medio ambiente que se busca preservar. Sin embargo desde el punto de vista indígena tal división resulta inaceptable ya que ecosistemas y sistemas sociales se encuentran entrelazados. Los paisajes se ven desprovistos de sentido si se les excluye de su relación con los humanos, quienes los crean y son a la vez creados por ellos" (Sistemas de conocimientos locales e indígenas, www.unesco.org/links).
Eso se ha visto últimamente en la escena internacional ya que quien ha asumido la iniciativa de reivindicar los derechos de la Tierra en una tribuna universal ha sido precisamente un indígena de Bolivia. "Hace poco tiempo la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una Resolución por la que designó el Día Internacional de la Madre Tierra. La Asamblea tuvo el honor de oír explicar la importancia de esta proclamación al señor Evo Morales Ayma, Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, el único Jefe de Estado que lo hizo.
El Presidente Morales, quizá el más reconocido representante de los primeros pueblos de América Latina y el Caribe, se ha convertido en uno de los principales defensores de la Madre Tierra. La suya es la voz de los pueblos indígenas." "La crisis económica y financiera que se está desatando debe ser considerada no sólo un fracaso de nuestras políticas, sino una señal de alerta de que tenemos que cambiar nuestro estilo de vida y los antivalores de nuestra sociedad y hacer de la solidaridad, la justicia y el amor los principios rectores de nuestro comportamiento como seres humanos" Estas son palabras del Presidente de la Asamblea de las Naciones Unidas, en la Cumbre Mundial de los Pueblos Indígenas sobre el cambio climático el día 24 de abril de este 2009 Escuchemos los sabios consejos de los pueblos indígenas que contra viento y marea han mantenido sus profundos vínculos con la naturaleza.
Apoyemos a los miles de millones de pequeños productores de alimentos que, con métodos agrícolas sostenibles, pueden seguir brindándonos alimentos saludables en lugar de ser empujados a la miseria por políticas comerciales injustas y agroindustrias codiciosas." Continúa el citado Presidente de la Asamblea de las NNUU.
Si se reconoce el empeño que hasta ahora ha puesto el gobernante boliviano en el cumplimiento de sus promesas, es de esperar que este compromiso pueda ser respaldado por esos indígenas y campesinos que lo llevaron a la Presidencia del país. El presidente Evo Morales ha declarado en las Naciones Unidas los derechos de la Madre tierra y confía en que las organizaciones de campesinos sin tierra se dispongan a devolverle a la Pachamama sus derechos largamente atropellados, para "vivir una existencia equilibrada en la armonía con la naturaleza, que es nuestro hogar". Por otra parte la apertura del mandatario hacia la opinión internacional va al encuentro de la expectativa que provoca este experimento social que confía a los humildes y desheredados, herederos sin embargo, de sabios agricultores y recolectores milenarios, el cuidado de los recursos naturales que siempre han defendido de la codicia empresarial colonizadora.
Las NNUU dice que "Para que el mundo actual preserve las últimas 34 zonas ecológicas más prioritarias del planeta, que sólo abarcan un 2,3% de la superficie terrestre, pero que albergan el 50% de las especies de plantas y el 42% de los mamíferos, aves, reptiles y anfibios existentes, sólo sería necesario el 0,1% del PIB mundial. A pesar de ello, los países ricos que con sus grandes empresas transnacionales han depredado la mayor parte del planeta, no parecen dispuestos a asumir su responsabilidad. Pero tal vez esos pueblos del Estado plurinacional boliviano que fueron capaces de derrotar el analfabetismo adelantándose a las metas proclamadas por las Naciones Unidas y la UNESCO, que supieron unir sus fuerzas para conquistar la democracia y ahora se aprestan a fortalecerla y profundizarla, que supieron encontrar el camino de la historia para fortalecerse con sus hermanos pueblos latinoamericanos y caribeños, con quienes se lanzan ahora a enfrentar los desafíos del siglo XXI con una nueva fuerza solidaria y creadora, quizás puedan (en realidad no albergo dudas), demostrar al mundo una vez más que practicando las virtudes de nuestros antepasados y la unidad de hermanos que nos hizo soberanos, es posible reinventar los nuevos caminos del desarrollo humano en armonía con las solicitudes de la Madre Tierra que nos da el ser.
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