Prensa Latina, viernes, 02 de abril de 2010
Por María Julia Mayoral (*)
México (PL). La Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que la pobreza "extrema y omnipresente" de los indígenas en México es 3,3 veces superior a la registrada en el resto de la población.
Para el representante aquí del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano (PNUD), Magdy Martínez, el Primer Informe Mundial de la Situación de los Pueblos Indígenas del Mundo, elaborado por la ONU, constituye "un gran avance para el entendimiento de la realidad".
Pero desafortunadamente, esas cifras han dejado de sorprendernos, llevándonos a la triste costumbre de asimilarlas como si no pudiésemos imaginar a los pueblos indígenas como gente rica y en condiciones similares a todos, lamentó Martínez.
En opinión del historiador Miguel León-Portilla, tampoco debe olvidarse que en el caso de México la participación de los indígenas fue fundamental en las luchas por la Independencia y la Revolución.
Ellos, recordó el investigador, fueron los más dispuestos a incorporarse a la lucha con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida que eran y son deplorables.
Según reconoce el Plan Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas 2009-2012, esas comunidades "viven los mayores rezagos en materia de bienestar y acceso a servicios básicos, y enfrentan una profunda desigualdad".
Un atraso con origen en factores históricos, estructurales, y determinantes sociales que se reproducen de una generación a otra, abarcando todos los ámbitos de la vida de las personas, admitió el diagnóstico.
A escala nacional, de los 17 millones de ciudadanos residentes en municipios con alta y muy alta marginación, 6,1 millones son indígenas; es decir, ellos representan el 10 por ciento de la población nacional y constituyen el 60,4 por ciento de los que viven esas condiciones de precariedad, indicó el estudio.
Al anunciar el 25 de febrero último la ampliación del Programa Oportunidades, el presidente Felipe Calderón señaló que debido a la crisis económica durante los últimos dos años las familias en pobreza extrema aumentaron en cuatro millones para totalizar unos 18 millones.
Mediante Oportunidades y el Programa de Apoyo Alimentario, un millón de hogares recibirán atención en 2010; significa que "estamos aumentando el apoyo para cinco millones de mexicanos", destacó el mandatario.
SIN SALIR DEL CICLO DE LA MARGINACION
El país dispone de un plan para atender el problema indígena y funciona una comisión nacional con la obligación de apoyar y asesorar en esa materia a las instituciones públicas; sin embargo, los cuestionamientos van en ascenso.
La presidenta del Consejo de los Pueblos y Barrios Originarios del Distrito Federal (DF), Fabiola Poblano, figura entre los insatisfechos a partir de su experiencia personal y de los reclamos planteados por las comunidades integrantes de ese órgano.
"Es mucha la marginación y muy poco el apoyo real asignado por el Ejecutivo federal; pero lo más preocupante no estriba en el monto de los recursos, que pueden ser entendiblemente mayores o menores según la situación económica, apreció Fabiola en declaraciones a Prensa Latina.
Lo lamentable, opinó, es la carencia de un proyecto nacional que reivindique y revalore a los pueblos indígenas; aunque existen ayudas específicas, poco se hace en términos de reconocimiento práctico de los derechos colectivos plasmados en la Constitución y leyes específicas, estimó la experta.
El sistema político mexicano, evaluó, propicia el uso "clientelista" de los fondos públicos; es decir, la entrega de ayuda a los pobres a cambio de respaldo a políticos en tiempos de contienda electoral.
En Chiapas son frecuentes los asaltos a las familias indígenas que bajan de las montañas para recibir los cheques del programa Oportunidades y tampoco escasean las denuncias sobre los condicionamientos para percibir la ayuda, advirtió la funcionaria.
A través de nuestro Consejo, creado el 21 de marzo de 2007, fomentamos mecanismos de autogestión para que las comunidades indígenas puedan desarrollar sus producciones, sin condenarlas a vivir pendientes de la ayuda gubernamental, contrastó.
Estamos hablando de cosas muy serias, sujetas hoy a los vaivenes de la voluntad de los políticos; debemos dejar plasmadas en leyes el modo concreto de lograr justicia y equidad social; por lo menos así pensamos en el actual gobierno del DF, subrayó.
FOCOS ROJOS EN ZONAS INDÍGENAS
Ante la falta de atención federal a las carencias de los pueblos originarios, existen focos rojos que deben revisarse a fin de evitar alzamientos armados en el futuro, alertó el diputado Manuel García Corpus, presidente de la Comisión de Asuntos Indígenas de la cámara baja del Congreso.
Hay una serie de elementos que preocupan en cuanto a la estabilidad social, teniendo en cuenta el malestar por falta de recursos para resolver problemas de agua potable, luz eléctrica, caminos y medios para proyectos productivos, sopesó el legislador.
Distintos estudios señalan que el Programa Oportunidades no ha significado un avance en el bienestar de los indígenas, "al contrario, muchos de estos proyectos no llegan" a la gente, alertó.
Los ingresos de esos asentamientos, denunció, resultan mínimos, "a veces provienen en su mayoría de los programas que implementa el gobierno federal, además estos no llegan y se va perdiendo poder adquisitivo".
Para el titular de la comisión parlamentaria, México mantiene una política equivocada en este aspecto, al sustentarse en la asistencia y la dádiva, y no generar opciones productivas que involucren a los indígenas y campesinos en generar su propia autosuficiencia alimentaria o sus servicios.
"Esto obviamente no genera productividad, bienestar y sí una total dependencia de los recursos federales", subrayó.
Dentro de la agenda legislativa de la Comisión, confirmó, está la lucha porque el gobierno federal asuma una verdadera política de Estado hacia los indígenas y tenga en cuenta la existencia de focos rojos en las zonas donde residen esas personas.
El próximo censo de población y vivienda debe ofrecer nuevas luces sobre el tema; según anunciaron los titulares de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Xavier Abreu, y del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), Eduardo Sojo.
En los cuestionarios del censo, en 2010, fueron incorporados nuevos elementos que arrojarán información muy valiosa, especialmente sobre las comunidades indígenas, destacó Sojo.
Entre mayo y junio, el INEGI realizará el levantamiento de la información casa por casa; aunque los datos resultarán de inestimable valor para el diseño de políticas públicas, el conflicto de los indígenas en México como en otras partes del mundo, resulta evidente como también el creciente desamparo.
(*) Corresponsal de Prensa Latina en México.
arb/fa/mjm
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