viernes, julio 31, 2009

Reseña temática: Agricultura y Desarrollo

Noticias del Banco Mundial

Panorama general: Incluso antes de las crisis de los alimentos, de los combustibles y financiera, alrededor de 1.100 millones de personas vivían con menos de US$1 al día y otras 923 millones estaban desnutridas.

Los altos precios de los alimentos y su volatilidad, y el bajo crecimiento económico, podrían empujar a la pobreza a otros 250 millones de personas.

El 75% de los pobres del mundo vive en zonas rurales y la mayoría de ellos se dedica a la agricultura.

En el siglo XXI, la agricultura continúa siendo fundamental para el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental.

Inversiones
Las inversiones del Banco Mundial en agricultura y desarrollo rural sumaron US$2.000 millones (8% del financiamiento total del Banco) en el ejercicio de 2008, cifra que representa una caída en relación con los US$3.100 millones del ejercicio de 2007. El financiamiento aumentó en América Latina y el Caribe de US$247 millones en el ejercicio de 2007 a US$329 millones en el de 2008. El financiamiento del ejercicio de 2009 en agricultura y el sector rural debería superar el nivel del ejercicio de 2008.

Actividades principales del Banco Mundial en materia de agricultura y desarrollo rural en el ejercicio de 2009
Operacionalización del Informe sobre desarrollo mundial 2008: Agricultura para el desarrollo. El informe sobre desarrollo mundial 2008, resultado de extensas consultas en todo el mundo, brindó el marco general para el actual y futuro respaldo que presta el Banco a la agricultura. Las medidas que tome la institución pondrán énfasis en reducir los riesgos y la vulnerabilidad, aumentar la productividad agrícola, vincular a los agricultores con los mercados, agregar valor, facilitar los ingresos rurales no agrícolas y su salida y fortalecer la sostenibilidad y los servicios ambientales. Muy probablemente, la combinación de medidas destacadas en estas seis áreas diferirán en las tres instancias de la agricultura identificadas en el Informe 2008, a saber: economías basadas en la agricultura, economías en transformación y economías urbanizadas.

Respuesta a la crisis de los precios de los alimentos.
El Banco Mundial coordina con las Naciones Unidas y otros asociados su rápida respuesta a la reciente alza y volatilidad de los precios de los alimentos. En mayo de 2008, la institución creó un mecanismo de financiamiento rápido de hasta US$1.200 millones en el marco del programa de respuesta a la crisis mundial de los alimentos (GFRP, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es reducir oportunamente el efecto negativo del alza de los precios de los alimentos en la vida de los pobres. Además, el Banco respalda a los gobiernos en la creación de políticas sostenibles que mitiguen los efectos adversos de la volatilidad de los precios en la pobreza y ofrece un mecanismo de financiamiento mundial para respaldar el crecimiento inclusivo a mediano plazo en cuanto a productividad y participación en el mercado agrícola, a fin de garantizar una oferta adecuada y mejorar la seguridad alimentaria en forma sostenida. Al 12 de marzo de 2009, el monto global de los proyectos del GFRP (aquellos aprobados por el Banco y otros en tramitación) sumó US$1.174.000 millones. A la fecha, hay en curso operaciones financiadas por el GFRP por un total de US$866 millones en 30 países. Para conocer una descripción completa de la respuesta del Banco a esta crisis, consulte la reseña temática sobre la crisis de los alimentos.

Prioridades estratégicas y programa de trabajo para el ejercicio de 2009

Agricultura y cambio climático.
El cambio climático afecta en forma desproporcionada a la población rural pobre que depende de la agricultura y la pesca, ya que genera un riesgo cada vez mayor de pérdida de cosechas, muerte forestal periférica , ataque de plagas, sequías, incendios, inundaciones, mortalidad del ganado, desaparición de arrecifes de coral y cambio en la distribución de los recursos pesqueros. En este contexto, el Banco realiza estudios estratégicos sobre contribuciones que mitiguen los efectos del cambio climático y faciliten la adaptación a él. En tres estudios se examinarán los efectos del cambio climático en la agricultura y la seguridad alimentaria, los esfuerzos de adaptación al cambio climático en las esferas de la agricultura y los recursos naturales, y la adaptación comparada entre distintos sistemas agrícolas y zonas.
Puesto que la deforestación y los cambios de la cubierta terrestre generan aproximadamente el 20% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, el trabajo que lleva a cabo el Banco con los países para evitar este proceso reviste especial importancia. Los siguientes son programas específicos:
  • Los equipos de agricultura y desarrollo rural del Banco están facilitando la inclusión de sumideros de carbono para mejorar la productividad del suelo y del agua en los análisis de COP 15 y su posible incorporación al mecanismo para un desarrollo limpio posterior a Kyoto.

Estos equipos tienen además otras labores:
  • facilitar el diálogo mundial sobre agricultura, silvicultura y otros usos del suelo (AFOLU, por sus siglas en inglés), dirigido por la Conferencia ministerial africana sobre medio ambiente (AMCEN), COMESA, AfDB, Terrafrica y otros interesados (e.g. convenciones de las Naciones Unidas, la Fundación Rockefeller, la Fundación Clinton y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF));
  • respaldar los esfuerzos del Gobierno de Dinamarca para reforzar la participación de los gobiernos nacionales y organismos regionales de los países en desarrollo en la creación de principios rectores para la gestión de las tierras y los recursos hídricos en el contexto del cambio climático y la asamblea de COP 15 en Copenhague en diciembre de 2009; y
  • trabajar en conjunto con los interesados de los distintos países de África para probar experimentalmente proyectos de carbono agrícola de pequeños agricultores, que mejoran la productividad del suelo y del agua y aumentan el carbono agrícola, y de este modo poder mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a éste.
  • El equipo del Banco para temas de silvicultura respalda activamente el trabajo que hacen los interesados en la reducción de las emisiones derivadas de la forestación y la degradación de los bosques (REDD, por sus siglas en inglés) y la creación del Programa de inversión forestal.
  • El Banco Mundial respalda las asociaciones con organismos de la sociedad civil para promover mecanismos que permitan la participación eficaz y equitativa de las comunidades rurales en los mercados emergentes de pagos por los servicios ambientales (PES, por sus siglas en inglés). Un próximo estudio analizará y evaluará los biocombustibles basados en la celulosa.

Política agrícola y rural.
Las políticas nacionales e internacionales influyen en la capacidad de los países pobres para usar el potencial de la agricultura en estimular el crecimiento y la reducción de la pobreza.

  • Gasto público en agricultura. El Banco colabora con el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DfID, por sus siglas en inglés) en la tarea de examinar el gasto del sector público en agricultura; en ese marco, elaborará estudios de casos y capacitará a profesionales del sector para mejorar su capacidad de análisis y brindar asesoramiento sobre políticas de gasto en agricultura.
  • Promover el comercio equitativo en el sector agrícola. Las exportaciones agrícolas provenientes de los países en desarrollo disminuyeron en los últimos 20 años, en parte debido a la protección y las subvenciones agrícolas existentes tanto en los países ricos como en los pobres. El Banco continúa analizando y promoviendo la reforma del comercio de productos agrícolas en todo el mundo y ha publicado una obra de dos tomos sobre la reforma del comercio de productos agrícolas en los países en desarrollo y está pronto a publicar un estudio sobre la relación entre comercio, pobreza y medio ambiente (en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza).

Producción agrícola.
Los cambios observados en el sector agrícola están impulsados por la modificación de los patrones de demanda de los consumidores, mayor conocimiento y aplicación de tecnologías de reciente aparición en respuesta a las nuevas oportunidades y amenazas.
  • Apoyo a la Innovación. El Banco apoya un enfoque de sistemas innovadores para aumentar la productividad, el desarrollo y el crecimiento agrícola. Además, facilita también la creación de instancias de múltiples actores que permitan a los agricultores pobres adoptar tecnologías y vincularse con oportunidades de mercado. La labor relativa a sistemas de innovación agrícola también está íntimamente ligada a la educación terciaria en África. En el futuro, la institución pondrá mayor énfasis en el trabajo analítico dirigido a las operaciones, en llevar a la práctica el enfoque en las operaciones de financiamiento y en desarrollar pruebas experimentales para los nuevos instrumentos.
  • Fortalecer el tema de género en la agricultura. En asociación con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD), el Banco compiló un libro de consulta sobre Género en la agricultura i a fin de abordar esta dimensión en el crecimiento agrícola. A modo de seguimiento del Libro de consulta que se publicó en octubre de 2008, las tres organizaciones asociadas convocaron a una consulta internacional de expertos para los días 16 y 17 de marzo de 2009 con los interesados y expertos de los gobiernos nacionales, el sector privado, la comunidad internacional para el desarrollo, el mundo académico, organizaciones de investigación, ONG y organismos de la sociedad civil para discutir y desarrollar un plan de acción para estas tres organizaciones en materia de género en la agricultura.
Gestión de la amenaza incipiente de zoonosis. La ganadería es uno de los sectores de más rápido crecimiento en los países en desarrollo. La producción de carne, proceso liderado por un aumento del 7% anual en la producción avícola, se ha duplicado durante los últimos 15 años. No obstante, este crecimiento tiene repercusiones para el medio ambiente y la salud humana. El Banco está ejecutando programas en el marco del Programa mundial contra la gripe aviar (GPAI, por sus siglas en inglés). Por otra parte, en asociación con la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) se preparó una publicación titulada Mejorando el control de la gripe aviar altamente patogénica a través de la compensación: Temas y buenas prácticas. El Banco y la OIE están realizando estudios sobre la gestión de las externalidades en el sector ganadero, la relación entre ganadería y reducción de la pobreza y el financiamiento de las pérdidas de animales producidas por epizootias en los países en desarrollo y las economías en transición.

En respuesta a una solicitud de la Conferencia Ministerial sobre Gripe Aviar y Otras Pandemias, el Banco y la Oficina del Coordinador Superior del Sistema de las Naciones Unidas para las gripes aviar y humana (UNSIC, por sus siglas en inglés), en conjunto con los organismos técnicos (OMS, FAO, UNICEF y OIE), crearon una estrategia denominada One World One Health: Global Strategy for Managing Risks of Infectious Diseases at the Animal–Human Ecosystems Interface (Un mundo - una salud: Estrategia mundial para manejar los riegos de enfermedades infecciosas en la interfaz del ecosistema animal y humano). Esta estrategia se presentó en la Conferencia ministerial sobre la gripe aviar que se realizó en Egipto entre los días 24 y 26 de octubre de 2008.

Agricultura y mercados rurales. Aspectos como mejor acceso a servicios financieros, mercados de insumos y productos más eficientes y mayor participación en cadenas de valor más atractivas continúan representando un desafío para la mayoría de los agricultores de los países en desarrollo.
  • Tenencia de la tierra. Desde hace tiempo se reconoce que la seguridad en la tenencia de la tierra es una precondición fundamental para el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. El crecimiento demográfico y la rápida urbanización y, ahora último, el aumento en el precio de los alimentos y la demanda de biocombustibles, incrementan fuertemente la competencia por la tierra. A fin de garantizar que estas tendencias no generen conflictos, el Banco, en colaboración con sus socios (FAO, instituciones de la ONU, organismos bilaterales, redes académicas y de la sociedad civil), apoya el diseño y la aplicación de reformas normativas e institucionales a nivel de países con el fin de aumentar la seguridad en la tenencia de la tierra y la documentación de los derechos sobre ella, mejorar el acceso a la tierra a través de mecanismos de mercado y otros y garantizar el uso adecuado del suelo. La institución también propicia el intercambio de experiencias entre países y regiones a fin de ayudar a los países a aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías (TI, detección remota y gobierno electrónico) para mejorar el buen gobierno en el sector.
  • Clima para la inversión en el sector rural. Las empresas rurales no agrícolas, que dependen de un buen acceso a factores de producción, mercados dinámicos así como entornos propicios, son un complemento de las empresas agrícolas, la otra fuerza motriz del crecimiento rural. Utilizando metodologías creadas y probadas experimentalmente en nueve países durante los últimos cuatro años, el Programa de trabajo del Banco sobre clima de inversión en el sector rural se extenderá ahora a otras tres naciones de África al sur del Sahara y a un país de Oriente Medio y Norte de África. Esta iniciativa tendrá un costo menor y un plazo más breve y se pondrá más énfasis en la interrelación con la agricultura, con lazos más estrechos con diálogos sobre políticas público-privadas y más apoyo de los donantes y gobiernos a las zonas rurales.
  • Los servicios financieros para el sector rural son esenciales para desarrollar la economía rural y ayudar a los pobres de estas zonas a acumular activos que les permitan disminuir su vulnerabilidad a las crisis. El Banco explora formas de brindar una amplia gama de servicios financieros a los habitantes pobres de estas zonas, tema que se aborda en las recientes publicaciones: Meeting Development Challenges: Renewed Approaches to Rural Finance and Providing Financial Services in Rural Areas: a Fresh Look at Financial Cooperatives (“Enfrentar los desafíos del desarrollo: Nuevos enfoques para las zonas rurales” y “Proporcionar servicios financieros en zonas rurales: Una mirada renovada a las cooperativas financieras”). En otros estudios se examinan cuestiones financieras relacionadas con las actividades de riego y drenaje y la agricultura en términos más generales, además de analizar los resultados sociales del financiamiento de proyectos rurales. El Banco también lanzó una nueva iniciativa centrada en entregar financiamiento a la agricultura. En este ámbito, algunos aspectos críticos son la gestión del riesgo crediticio para las instituciones financieras, incluido el uso de productos de seguro y las operaciones de cobertura cambiaria.
  • Gestión del riesgo asociado a los productos básicos. Las estrategias de mercado de gestión del riesgo agrícola pueden ayudar a los campesinos, a las instituciones del sector privado y a los gobiernos de los países en desarrollo a mitigar los riesgos asociados con el precio de los productos básicos y las crisis climáticas. El Banco respalda el trabajo relacionado con el desarrollo del sector agrícola y las estrategias de gestión del riesgo asociado con las cadenas de valor en varios países en desarrollo. Además, la institución continúa respaldando el trabajo que apunta a mitigar los riesgos mencionados más arriba a través de pruebas experimentales, estudios de vialidad y evaluaciones de los enfoques de gestión del riesgo de mercado en América Central (en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo), Jamaica, Haití, Belice, Tailandia, Bangladesh, Indonesia (en conjunto con la Corporación Financiera Internacional), Malawi, Mozambique, Burkina Faso, Marruecos y Kenya.
  • Ayudar a los agricultores a acceder a los mercados. El Banco continúa realizando trabajo analítico, programas de financiamiento y alianzas destinadas a mejorar el acceso a los mercados de insumos y productos, con mayor énfasis en el mejoramiento de las cadenas de valor y de oferta, adición de valor y estándares de productos agroindustriales.
En reconocimiento de la importancia de los temas de sanidad en los alimentos y la agricultura tanto en mercados nacionales como extranjeros, el actual programa completará una guía de inversión en sistemas de laboratorios nacionales, promoverá, en conjunto con la FAO, el uso del análisis económico para las opciones de evaluación y mitigación del riesgo, apoyará instancias de capacitación dentro y fuera del Banco, estimulará a la comunidad de práctica a través de la puesta en marcha formal de la red de profesionales en el campo de las normas de comercio en conjunto con la agencia alemana de cooperación, GTZ, mantendrá la alianza con la Organización Mundial de Comercio (OMC) respecto del mecanismo de formulación de normas y desarrollo del comercio y promoverá un acuerdo de colaboración con la OMS para el programa sobre el volumen mundial de enfermedades de origen alimentario.
  • Orientar inversiones en agroindustrias modernas. El Banco reconoce que hay un repunte en las inversiones y en el interés general por la agricultura comercial y la agroindustria a gran escala en los países en desarrollo y naciones con mercados emergentes, motivo por el cual está formulando listas de verificación y directrices cuyo propósito es informar a toda la comunidad de inversionistas y a los gobiernos de los países beneficiarios respecto de los riesgos, las lecciones aprendidas, las prácticas recomendadas y los resguardos. Estas listas serán analizadas y luego difundidas a través de talleres y conferencias en África, Asia y Oriente Medio.
Agricultura y recursos naturales.
La creciente demanda de alimentos, forraje y bioenergía pone a prueba la base cada vez más reducida de recursos forestales, hídricos y de tierras. Con el objetivo de satisfacer estas demandas de recursos naturales y afrontar los desafíos conexos, la labor del Banco se centra en la gestión sostenible de los recursos naturales, incluidas las cuestiones relativas al buen gobierno.
  • Mejorar la gestión de los recursos naturales. El Banco continúa centrando sus actividades en el buen gobierno y cumplimiento de la legislación forestal (FLEG, por sus siglas en inglés), lo que incluye la creación de herramientas de diagnóstico, reuniones de consulta con los interesados y una obra de próxima aparición titulada Unbundling Forest Governance for Better Forestry Outcomes (Desglose del buen gobierno forestal para mejorar los resultados en materia de silvicultura). Para más información, consulte la reseña temática sobre silvicultura.
  • Entender el equilibrio entre ventajas y desventajas de los recursos. El Banco está completando un estudio de bioenergía que investiga la relación que hay entre bioenergía, propiedad e impacto ambiental. Además, prepara un estudio para comprender mejor y orientar sobre la tendencia en los países en desarrollo de adquirir derechos sobre la tierra a gran escala para darles un uso agrícola u otro relativo a los recursos naturales.
  • Respaldar los recursos pesqueros sostenibles. En octubre de 2008 se publicó un estudio exhaustivo titulado The Sunken Billions: The Economic Justification for Fisheries Reform (Miles de millones bajo el agua: La justificación económica para la reforma pesquera), que define un enfoque respecto del buen gobierno de los recursos pesqueros sostenibles que se basa en la riqueza, con el fin de contener la fuga de aproximadamente US$50.000 millones al año en rentas económicas. Además, el Banco prepara un trabajo de diagnóstico sobre acuicultura sostenible, el subsector de alimentos que más rápido crece en el mundo. El estudio se centra en la necesidad de difundir conocimientos sobre prácticas de acuicultura a favor de los pobres y un buen gobierno acuícola para abordar los problemas medioambientales.
  • Mejorar las prácticas de gestión. Avanzan las actividades de preparación de una alianza forestal, iniciativa conjunta con la FAO y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN, por sus siglas en inglés) destinada a facilitar las asociaciones de actores forestales a nivel de países con el fin de vincular la agenda forestal internacional con las prioridades y demandas locales. El Banco está analizando prácticas recomendadas para la gestión de los recursos naturales y lanzó recientemente una guía destinada a ayudar a los profesionales en el área del desarrollo, titulada Sustainable Land Management Sourcebook (Guía para la gestión sostenible de la tierra). El programa mundial sobre recursos pesqueros (PROFISH) ayuda a los países a generar consenso en torno a las estrategias del sector pesquero y a integrar dichas estrategias a los marcos nacionales de planificación económica. PROFISH también respalda la preparación de proyectos (actualmente, en África occidental, Perú e India) y la labor relacionada con el análisis de la huella de las flotas pesqueras y la investigación sobre el impacto del cambio climático en la industria pesquera y la consiguiente adaptación a dicho fenómeno.
  • Agua para la agricultura. Las actividades agrícolas dan cuenta de cerca del 70% al 75% del agua que se consume en el planeta. A medida que el recurso escasea, se están volviendo cada vez más importantes los esfuerzos destinados a mejorar la gestión de los recursos hídricos en el sector agrícola. El Banco está participando nuevamente en forma dinámica en inversiones orientadas a los aspectos normativos, técnicos y de buen gobierno del uso de los recursos hídricos en la agricultura. El Plan de acción para África considera este tema como una prioridad. Además, las inversiones que permitan la participación de los usuarios locales y promuevan asociaciones público-privadas son fundamentales para mejorar el desempeño de la agricultura de regadío y la de secano.
  • En 2009 se publicó la obra titulada Toolkit for Monitoring and Evaluation of Agricultural Water Management Projects (Herramientas de supervisión y evaluación de proyectos de gestión de los recursos hídricos en el sector agrícola), que incluyó directrices sobre cómo promover un marco de resultados y seleccionar indicadores en varios tipos de proyectos que abordan la gestión de los recursos hídricos en el sector. El Banco prepara actualmente un estudio de diferentes medidas para mejorar esta actividad en la agricultura de secano, que comprende más del 80% de la tierra cultivada en el mundo. El estudio pretende mejorar la comprensión de la viabilidad y el posible efecto que puede tener la adopción de medidas específicas de gestión de los recursos hídricos y combinaciones de éstas, y los obstáculos para su adopción generalizada en distintos contextos.

Para más información, visite el sitio web: www.worldbank.org/ard

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Actualizado en abril de 2009

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