- El mercado del carbono se duplicó hasta llegar a un volumen de US$126.000 millones, pero el valor de las transacciones con las que se financian proyectos destinados a reducir emisiones cayó el 12% y se ubicó en US$6.500 millones en 2008.
- Las dificultades para obtener financiamiento para proyectos durante la crisis financiera, las demoras en materia de regulación y el futuro incierto del mercado fueron los motivos de esta caída.
- El Banco Mundial está trabajando para ampliar el alcance del mercado del carbono a través de dos nuevos mecanismos.
2 de junio de 2009— Pese a la crisis financiera, el mercado del carbono ha logrado descollar. El informe de 2009 del Banco Mundial sobre el estado y las tendencias del mercado del carbono, titulado State and Trends of the Carbon Market Report 2009, revela que el mercado se duplicó y alcanzó la cifra de US$126.000 millones. No obstante, no todas las noticias son tan positivas: las transacciones que financiaron los proyectos que permitieron lograr reducciones reales en las emisiones decayeron un 12% en su valor, lo cual correspondió a una cifra estimada en US$6.500 millones en 2008. El descenso fue consecuencia de un conjunto de factores complejos, vinculados a la dificultad en la obtención de financiamiento para proyectos inocuos para el clima durante la crisis financiera, las demoras en materia de reglamentación y la incertidumbre que rodea al futuro del mercado en el marco del nuevo acuerdo mundial de cambio climático que se prevé entrará en vigor en 2012.
La semana pasada, los delegados de 120 países se congregaron en la Carbon Expo 2009 en la ciudad de Barcelona, donde analizaron el crecimiento potencial del mercado del carbono, así como las medidas concretas para combatir el cambio climático. La legislación propuesta en materia de cambio climático en los Estados Unidos parecería tener una repercusión de proporciones importantes en los mercados del carbono de todo el mundo, tanto voluntarios como oficiales. Asimismo, la Unión Europea recientemente aprobó un conjunto de compromisos, que regirán a partir del año 2012, para disminuir las emisiones, con la promesa de reducirlas aún más si se logra la adhesión de otros países al acuerdo internacional que se negociará en Copenhague a fin de este año. “Ahora, más que nunca, necesitamos encontrar formas innovadoras de financiamiento en la lucha contra el cambio climático, si hemos de confrontar lo que parece ser la mayor amenaza a las prioridades de desarrollo de los países y comunidades más pobres”, advirtió Joëlle Chassard, gerenta de la Unidad de Financiamiento del Carbono del Banco Mundial.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) estima que, de aquí al año 2050, las emisiones de CO2 en el mundo deberían disminuir a menos de 10.000 millones de toneladas por año, para evitar las repercusiones ambientales potencialmente catastróficas que se prevé afectarán a los países en desarrollo en forma desproporcionada. No obstante, las emisiones anuales correspondientes solamente a los países del Anexo 1 actualmente representan alrededor de 20 millones de toneladas.
El Informe Stern, publicado en 2006, estima que el financiamiento del carbono posee el potencial de representar el 25% de todas las medidas que se necesitan para estabilizar las emisiones. Se debería utilizar estratégicamente el financiamiento del carbono para fomentar el desarrollo a mayor escala y largo plazo con una menor cantidad de carbono.
El esfuerzo actual, y en virtud del acuerdo mundial de cambio climático posterior a 2012, deberá ampliarse desde “los proyectos individuales a las intervenciones sectoriales y programáticas, como la eficiencia energética, el transporte y la creación de activos urbanos de carbono”, explicó Kathy Sierra, vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.
Próximo paso: concretar inversiones a mayor escala
Por su parte, Sierra informó que el Banco Mundial está trabajando para ampliar el alcance del mercado del carbono con dos nuevos fondos. El Fondo para reducir las emisiones de carbono mediante la protección de los bosques (FCPF, por sus siglas en inglés) apunta a reducir la deforestación, la segunda gran causa responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero, a través de incentivos y compensaciones para los casos en que los bosques se conserven inalterados.
Asimismo, el Banco creó el Fondo para reducir las emisiones de carbono para actuar como agente catalizador en las inversiones a largo plazo y gran escala de los programas de tecnologías limpias que contribuirán a que los países en desarrollo se vuelquen a un ámbito que implique un desarrollo con menos niveles de carbono. El modelo empresarial del Fondo toma en cuenta las inversiones a gran escala y potencialmente arriesgadas, que involucren plazos mayores y requieran asociaciones estables entre los compradores y los vendedores, con lo cual es probable que se abarquen varios ciclos de mercado.
El Banco estima que el Fondo podría crecer a varios miles de millones de dólares con el tiempo y que operará más allá del año 2020, con lo cual se permitiría que el financiamiento del carbono se integrara mejor a las políticas y estrategias de desarrollo de los países. De acuerdo con Sierra, “la presencia de un mercado mundial y pleno del carbono, como respuesta a la crisis climática, continúa siendo la promesa que les deparará importantes beneficios a los países desarrollados y en desarrollo por igual”.
El financiamiento del carbono en cifras
El 82% de los volúmenes que se comerciaron en el mercado del carbono en 2008 correspondió a proyectos de energía renovable, recambio de combustibles y eficiencia energética.
El 70% de los proyectos nuevos de 2008 se concentró en los sectores de generación de energía hidráulica, eólica, de biomasa, y eficiencia energética.
China, que en 2008 poseía una participación de mercado del 84%, se quedó con la mayor parte de las transacciones confirmadas en el mercado primario del Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL).
El MDL actualmente abarca más de 4.500 proyectos en preparación en alrededor de 80 países, con una creciente cantidad de naciones de África al sur del Sahara.
Los fondos y servicios del carbono del Banco Mundial poseen 186 proyectos, con un valor de activos estimado en US$2.300 millones.
El valor de los acuerdos de adquisición para la reducción de emisiones que se celebraron hasta el 31 de diciembre de 2008 en el caso de los fondos y servicios del carbono del Banco Mundial supera los US$1.800 millones.
La región de Asia oriental y el Pacífico, que posee una cifra total de reducción de emisiones equivalente a US$1.300 millones, constituye el mayor segmento de proyectos activos en la cartera de financiamiento del carbono del Banco Mundial.
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