El presidente ecuatoriano ratificó que se trata de uno de los proyectos más importantes para el actual Gobierno. Ayer, Rafael Correa aprobó la propuesta definitiva de la Iniciativa Yasuní-ITT.
Es un mecanismo que busca evitar la emisión de 410 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Para eso no explotará los 850 millones de barriles de crudo, reserva calculada en el bloque ITT, ubicado en el extremo este del Yasuní.
Según Roque Sevilla, presidente del Consejo que impulsa la iniciativa, el Primer Mandatario, en la reunión de dos horas a puerta cerrada, mantuvo una tónica positiva. “Hizo preguntas puntuales y aprobó la propuesta en espera de resultados de la gestión”, manifestó.
La estrategia ecuatoriana es ofertar los Certificados de Garantía Yasuní, una especie de garantía de que el crudo quedará bajo tierra en forma indefinida.
Por su concepto (evitar la emisión de CO2), no entrarán al sistema del Protocolo de Kioto (venta de bonos de carbono a USD 17 por cada tonelada métrica de CO2). Sin embargo, tendrán una comercialización parecida y, al costo actual, se calcula que el país recibiría USD 697 millones anuales.
Esos recursos se manejarán a través de un fideicomiso y se priorizará la inversión en proyectos hidroeléctricos.
El presidente Correa hará público el apoyo en su cadena radial del sábado próximo y una comisión viajará el 17 de junio a Inglaterra y a Alemania, para ofertar la propuesta.
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