La Crónica de hoy
jueves 03 de septiembre de 2009
La crisis financiera debe tomarse como la oportunidad para lanzar un modelo de desarrollo económico diferente que aproveche de manera sustentable el potencial que ofrece la diversidad natural del país y sea la base para generar nuevos empleos e ingresos, señaló Julia Carabias Lillo, presidenta del Centro Interdisciplinario de Biodiversidad y Ambiente (Ceiba)
MÈXICO, D.F. 2 septiembre 2009.- Al presentar su ponencia magistral en el seminario-taller Crisis Económica y Medio Ambiente, la bióloga indicó que este nuevo esquema económico debe estar basado en la explotación racional de los recursos naturales y dar prioridad a la conservación de la biodiversidad. “La economía y la conservación de los recursos van de la mano para generar riqueza”, agregó.
Añadió que los sistemas de producción en México no incorporaron criterios ecológicos para la utilización de sus recursos. La infraestructura, dijo, no consideró los impactos ambientales y la ausencia de un mercado diversificado ha limitado el desarrollo económico, por lo que el costo ambiental es el costo del desarrollo. “Un problema del deterioro ambiental a analizar en el contexto de la crisis son las reformas de la tenencia de la tierra, puesto que en ellas no hubo cuidado en el manejo del capital natural: su repartición dio paso a la transformación en los ecosistemas provocando resultados muy nocivos.
“Esto se debe a que durante muchos años se dieron concesiones a gente que no era dueña de las tierras, lo cual provocó procesos de explotación hasta el agotamiento”, aseguró la también investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM.
Enfatizó que la administración pública no ha incluido una garantía que valore la biodiversidad. Los países, frente a la crisis, han actuado de manera distinta para aminorar este problema, pero no se está contemplando el riesgo ambiental. “Si la salida, otra vez, a esta crisis es a costa del medio ambiente, la vamos a pagar muy caro”, sentenció Carabias Lillo.
CONSUMO.
Durante el evento realizado en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, la experta explicó además que los patrones de consumo han establecido una demanda de bienes y servicios que no son sustentables, lo cual impacta en los sistemas ambientales.
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