miércoles, diciembre 15, 2010

Devuelven productividad de 300 hectáreas en Pucuato

11:39:28 13-12-2010 Redacción / Quadratín

MORELIA, Mich., 13 de diciembre de 2010.- En el ejido Pucuato, municipio de Hidalgo, Michoacán, poco más de 300 hectáreas han sido reconvertidas de uso agrícola a forestal, vocación original de estas tierras que se vio afectada ante el cambio de uso de suelo, la tala clandestina, incendios forestales y decisiones del pasado que no dieron un rumbo claro a la comunidad.
Hace 18 años comenzaron a proteger sus bosques; sin embargo, a partir del 2003 el núcleo agrario comenzó a tener avances exponenciales en la recuperación de sus bosques, ante el impulso dado al sector forestal que comenzó en el 2001 con la creación de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). En el ejido 900 hectáreas presentaban severos daños; de esta superficie, al menos 590 hectáreas han recibido atención para su rescate, logrando la generación de nueva masa forestal en poco más de 300 hectáreas.
“Una buena parte son áreas que tenían maíz y otras fueron devastadas por el fuego; tenían árboles muy rebanados para sacarle la resina, vino la lumbre y se los acabó dejando casi un desierto. Entonces ahora se ve re bonito que todas estas áreas ya tienen árboles de 7 a 9 años que van creciendo”, platicó Francisco Gómez Marín, ejidatario que del 2001 al 2004 se desempeño como presidente del comisariado ejidal.
Ubicado en el polígono de las cuencas prioritarias del Sistema Cutzamala, el ejido Pucuato cuenta con una extensión de 2 mil 934 hectáreas. Este sitio, forestalmente hablando es una de las mejores calidades de estación, es decir de los suelos más adecuados para las poblaciones forestales sobre todo de pino y encino.
“La principal actividad de Pucuato es la forestal; con apoyo de la Conafor hemos recibido recursos del programa de Silvicultura Comunitaria (Procymaf), para la Conservación de la Biodiversidad (Coinbio), del programa ProÁrbol para reforestar, establecer plantaciones forestales comerciales, cultivo forestal y pago por servicios ambientales. En este año, nos fueron aprobadas 154 hectáreas en el Programa Especial para la Restauración de Microcuencas prioritarias del Sistema Cutzamala y La Marquesa”, expresó Demetrio García Gómez, presidente del comisariado ejidal actualmente.
Con estos apoyos fortalecieron la conservación y el aprovechamiento maderable de sus bosques; iniciaron el proyecto de ecoturismo con la construcción de 3 cabañas para 8 personas cada una, y equipos para la práctica de remo en kayak, bicicleta de montaña, rapel y senderismo. Asimismo, han establecido actividades económicas complementarias como lo es la producción de trucha y servicios gastronómicos.
Con la premisa “¿Qué hijos heredaremos a nuestra tierra?” casi la totalidad de los 75 ejidatarios de Pucuato –“es que todavía uno que otro no se convence”, explicó Francisco Gómez Marín–, el trabajo diario lo complementan con la capacitación a sus muchachos mediante programas de educación ambiental y talleres especiales relacionados con primeros auxilios, prevención de accidentes, atención al cliente, rapel, campismo, combate de incendios forestales, entre otros.
“Me da gusto ver que mi gente ya piensa de otro modo y le está echando ganas a esto de la reforestación, el manejo del bosque y la producción de madera. Ya tenemos un centro turístico, cuya temporada buena es de octubre a abril; tenemos aprovechamientos de madera, y está en proceso el proyecto de resina. A futuro queremos implementar una planta purificadora de agua, así como poner en funcionamiento el centro de acopio, empresa que ya está establecida con toda su herramienta para la transformación de la madera”, detalló Demetrio García Gómez.
La evolución forestal de Pucuato, se debe a la participación de los ejidatarios y sus familias, el ingreso económico que les brinda la actividad, así como al seguimiento que en su turno de 3 años le han dado los últimos cinco presidentes del comisariado ejidal. Lo anterior con la asesoría de prestadores de servicios profesionales, que se han ganado el respeto y confianza de la comunidad.
“Yo tengo un terreno bajo estudios para aprovechamiento que me dará un buen rendimiento, será un aprovechamiento a 10 años. Tengo 8 hijos, un hombre y 7 mujeres, todos han estudiado su licenciatura y trabajan en la comunidad; ahorita los 2 menores siguen estudiando en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en la Facultad de Medicina”, platicó Alfredo Marín, ejidatario de Pucuato.
Salvador Moreno García, gerente de la Comisión Nacional Forestal en Michoacán, resaltó que los resultados del ejido Pucuato, como de otros núcleos agrarios del estado, demuestran que la disposición de la gente y la disponibilidad de terrenos para recuperar su vocación, son la clave del éxito de los programas, con los cuales México se ha comprometido para realizar acciones que contribuyan a la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático y muestra la efectividad de los programas que aplica la institución.

Otras Citas:
“Esto ya pegó, los árboles en la tierra y la conciencia forestal en nuestro hijos”, Misael Marín Cruz, presidente del comisariado ejidal en el periodo 2005-2007, periodo en el que se constituyó la Brigada Comunitaria, la cual opera actualmente con una camioneta y herramienta para la prevención y combate de los incendios forestales.
“Mi hija es ingeniero en agronomía forestal y con ella empezamos. Plantamos diversas variedades de pinos: pseudostrobus, ayacahuite, patula, michoacana y greggi. A nosotros nos tocó hacer estudios y la gente estuvo dispuesta para participar en las asambleas; nos prestamos a ser obedientes con los estudios y vimos que en Pucuato podíamos hacer muchos proyectos”, Francisco Gómez Marín, presidente del comisariado ejidal del 2001 a 2004.

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