Rebelión 19-05-2009
Eduardo Velázquez Globalízate
Un estudio publicado este mes en la prestigiosa revista “Nature” demuestra que los ecosistemas terrestres de China absorbieron entre el 28 y el 37 % de las emisiones de carbono acumuladas de este país entre 1980 y 2000 debido principalmente a los cambios en el uso del suelo que han tenido lugar en el sur del país. Ello puede contribuir a contrarrestar el fuerte incremento en las emisiones de CO2 del gigante asiático.
China es, actualmente, el primer país del mundo en emisiones de CO2. Los bosques son importantes para el ciclo global del carbono porque almacenan grandes cantidades de carbono atmosférico en la vegetación y en el suelo e intercambien carbono con la atmósfera en los procesos de fotosíntesis y respiración. Los bosques constituyen fuentes de CO2 (emiten CO2 a la atmósfera) cuando sufren alteraciones como talas, incendios o aclareos, y se transforman en sumideros (absorben CO2 atmosférico) durante el proceso de regeneración que tiene lugar tras estas alteraciones.
Así, los ecosistemas terrestres de todo el mundo absorbieron carbono a un ritmo de 1-4 Pentagramos por año entre 1980 y 1990 (contrarrestando entre el 10 y el 60 por ciento de las emisiones totales de C02), y la importante deforestación experimentada durante las últimas décadas por países como Brasil e Indonesia ha contribuido enormemente al aumento general de sus emisiones de CO2. Actualmente se está trabajando mucho en la actualización del balance entre las fuentes y los sumideros de carbono a escala regional en las distintas partes del mundo porque una mejora en nuestro conocimiento de los mismos podría ayudarnos a entender mejor el balance de carbono global.
Uno de los balances de carbono a escala regional que más interés despierta internacionalmente es el de China. China es el país más poblado del mundo y uno de los de mayor extensión, y desde 2006 se ha convertido en el principal emisor mundial de emisiones de CO2 debido principalmente al espectacular crecimiento de su economía, que ha incrementado el uso de fuentes de energía no renovables como el carbón y el petróleo, y la producción de cemento (que genera una importante cantidad de emisiones).
Por otra parte, China ha experimentado grandes cambios en el uso del suelo durante las últimas décadas. Sobre este tema ha estado trabajando desde hace varios años un equipo de científicos de la Universidad de Pekín, y parte de sus resultados han sido publicados recientemente por la prestigiosa revista científica “Nature”(1). El trabajo ha merecido importantes comentarios por parte del editor de la revista (2). Los autores han analizado el balance de carbono actual de los ecosistemas terrestres de China y los mecanismos determinantes del mismo entre 1980 y 2000, para lo que han usado diversas técnicas como inventarios de biomasa y carbono en el suelo, medidas de cobertura vegetal tomadas a través de imágenes de satélite, y modelos climáticos y de dinámica forestal.
Sus resultados muestran que los ecosistemas terrestres de China han absorbido entre 0,19 y 0,26 Pentagramos de carbono netos al año durante el periodo considerado, una cifra menor a la equivalente para EEUU pero similar a la de Europa incluyendo la parte Europea de Rusia y las ex-repúblicas soviéticas. Han encontrado también, que mientras el noreste de China funciona como una importante fuente de CO2 debido a la deforestación y al importante desarrollo de la agricultura intensiva, el sur del país funciona como sumidero de CO2, absorbiendo el 65% de las emisiones durante el mismo periodo. Ello se debe al incremento de la superficie forestal debido al abandono de la actividad agraria y a los importantes programas de reforestación que se llevaron a cabo en la zona durante los 80s. El papel que puede jugar el incremento de la superficie forestal en el balance de carbono del país durante las próximas décadas es incierto y se debe seguir siendo estudiado. El trabajo muestra que, en términos generales, los ecosistemas terrestres de China absorbieron entre el 28 y el 37 % de las emisiones de carbono acumuladas de este país entre 1980 y 2000.
(1) Piao, SL; Fang, JY; Ciais, P; Peylin, P; Huang, Y; Sitch, S; Wang, T 2009, The carbon balance of terrestrial ecosystems in China. Nature 458 (7241): 1009-U82
http://www.nature.com/nature/journal/v458/n7241/full/nature07944.html
(2) Gurney, KR 2009, China at the carbon crossroads. Nature 458 (7241): 977-979.
http://www.nature.com/nature/journal/v458/n7241/full/458977a.html
http://www.globalizate.org/evalquez170509.html
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