Los parques ecoturísticos y el pago por servicios ambientales convierten a los bosques en una actividad rentable, un negocio que no necesita del todo la transformación de la madera para producir dinero
El Universal
Jueves 12 de julio de 2007
Los parques ecoturísticos y el pago por servicios ambientales convierten a los bosques en una actividad rentable, un negocio que no necesita del todo la transformación de la madera para producir dinero.
Por la generación de agua, tierra y oxígeno, la captura de carbono, la protección a la biodiversidad, facilitar espacios para cultivos bajo sombra o, simplemente, por habilitar áreas de esparcimiento, los propietarios de bosques pueden beneficiarse de recursos económicos al tiempo que esperan los plazos para la tala responsable de sus árboles.
En febrero pasado, durante la presentación del programa forestal ProÁrbol, el presidente Felipe Calderón Hinojosa se pronunció en favor del aprovechamiento sustentable de los bosques.
En Huimanguillo, Tabasco, externó el interés del gobierno federal por impulsar el sector forestal del país y convertirlo en una fuente de ingresos para los más de 400 mil indígenas que, de acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), viven en los bosques y selvas de México.
ProÁrbol agrupa los programas de planeación y organización forestal, producción, productividad, infraestructura, conservación y restauración de bosques que en años pasados operaban de forma aislada a través de la Semarnat.
Hoy, con motivo del Día del Árbol, el jefe del Ejecutivo federal dará el banderazo de salida de la campaña nacional de reforestación en el paraje Agua Bendita, comunidad de San Juan Atzingo, Ocuilan, en el estado de México.
La meta para este año, según el compromiso del gobierno con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, es de 250 millones de árboles, un cuarto del esfuerzo de reforestación mundial, en el que 100 millones de éstos árboles se destinarán a plantaciones forestales comerciales.
En entrevista, Víctor Sosa Cedillo, coordinador de Producción y Productividad de la Conafor, expuso que en este tipo de plantaciones la generación de recursos por extracción de madera se incrementa 10 veces, comparado con bosques y selvas naturales. Sin embargo, el pago por servicios ambientales es igualmente redituable en ambos casos.
Humberto Adame Castillo, subgerente de la Conafor en Morelos, comentó que un bosque debe considerarse una fábrica de agua y oxígeno.
Por el pago de servicios ambientales relacionados con la recarga de mantos freáticos, el apoyo de la Comisión va de 328 pesos hasta 430 pesos por hectárea al año y en la captura de carbono el pago es de 4 mil pesos por hectárea en extensiones de 500 a máximo 3 mil hectáreas.
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