martes, agosto 28, 2007

Cruzada verde en Nicaragua

Por José Adán Silva

Nicaragua intenta revertir la pérdida de recursos hídricos con una masiva plantación de árboles, necesarios para captar la lluvia en áreas de recarga de ríos y lagunas.

MANAGUA
, 13 ago (Tierramérica).- El gobierno de Nicaragua lanzó una campaña nacional para reforestar 60 mil hectáreas anuales de bosques y recuperar 18 ríos perdidos por la tala descontrolada de los últimos años.

La Campaña Nacional de Reforestación se lanzó oficialmente en junio y comenzó en julio en varios municipios de Managua, principalmente en las riberas de lagunas y ríos contaminados por basura y aguas servidas de la capital.

La meta de reforestar 60 mil hectáreas por año se extenderá hasta 2012 y contará con la ayuda de alcaldías, estudiantes de primaria y secundaria, voluntarios ambientalistas, miembros de la policía y del ejército de Nicaragua, explicó William Schwartz, director del estatal Instituto Nacional Forestal (Inafor).

Más de 210 especies se plantarán según zona, clima y tipo de suelo, señaló la Oficina de Fomento Municipal del Inafor. Por ejemplo, en el norte, más frío, se siembran pinares, y en el centro, más cálido, árboles latifoliados.

La "cruzada verde" se hará con el presupuesto asignado este año al Inafor, de unos ocho millones de dólares.

Cuenta con el respaldo pleno del presidente Daniel Ortega y con la cooperación de los ministerios de Agricultura y Ganadería, y de Ambiente y Recursos Naturales, el Instituto de Desarrollo Rural y la Comisión del Medio Ambiente de la Asamblea Nacional, señaló Schwartz.

Hasta agosto, la cifra de árboles plantados supera los 300 mil en la franja del Pacífico y centro de Nicaragua, según datos de la Oficina de Fomento Forestal.

Mario García, técnico de esa oficina, dijo que las zonas prioritarias son las nacientes de 18 ríos desaparecidos entre los occidentales departamentos de León, Chinandega, Matagalpa, Estelí y Jinotega.

Los bosques juegan un papel crucial en las zonas de recarga hídrica de ríos y lagos, pues captan la lluvia y la infiltran a napas subterráneas y acuíferos que alimentan los cuerpos superficiales de agua.

"Sembrar un árbol sólo por sembrarlo no es beneficioso si no va acompañado de otro propósito, como rescatar las fuentes de agua que tanto necesita la población nicaragüense", explicó García.

El funcionario detalló que esta campaña incluye otra, educativa, para que campesinos y ganaderos cambien sus métodos tradicionales de quema de bosques y riego de plantaciones por sistemas más sustentables.

El ecologista independiente Kamilo Lara dijo a Tierramérica que, aunque la cruzada es elogiable, el éxito dependerá del respaldo que el gobierno logre obtener de las 153 alcaldías del país, 58 de las cuales pertenecen a candidatos del opositor Partido Liberal Constitucionalista.

"Las alcaldías son un buen gancho para la efectividad de las campañas, pero si no se hace directamente con las comunidades, la campaña no va a obtener los resultados deseados", comentó Lara.

Según datos del Ministerio del Ambiente, en 1950 existían aproximadamente ocho millones de hectáreas de bosques en el territorio nacional. Actualmente la cobertura boscosa desciende a tres millones de hectáreas y baja cada año.

La cruzada nacional de reforestación "es una carrera contra el tiempo", advirtió Schwartz.

Según estadísticas del gobierno, cada año se talan de manera ilegal cerca de 70 mil hectáreas de bosques. "A ese ritmo, si no se busca cómo frenar esta actividad, en 40 años Nicaragua estará convertida en un desierto", advirtió Schwartz.

El presidente Ortega ordenó que el ejército aumente la vigilancia en carreteras que llegan a las zonas boscosas, principalmente de las áreas protegidas de Bosawa (norte) y de la Reserva Biológica Indio Maíz (sur). Según el mandatario, en esas zonas operan bandas de traficantes de maderas preciosas que las cortan y trasiegan ilegalmente dentro de Honduras y a Costa Rica.

En junio de 2006 el gobierno decretó una Ley de Veda Forestal para detener por 10 años la comercialización de cedro (Cedrela odorata), pochote (Bombacopsis quinata), pino (Pinaceae), mangle (Rhizophoraceae) y ceibo (Erythrina crista-galli).

El experto en manejo de recursos naturales Guillermo Bendaña García expresó a Tierramérica que la advertencia de Schwartz sobre el futuro "no es extremista" y "se encuentra más cerca de la realidad de lo que imaginamos".

Bendaña, autor del libro "Problemas ecológicos globales: ¿El principio del fin de la especie humana?", señaló que el ritmo de destrucción ambiental en América Central podría dejar sin agua al istmo en menos de 30 años.

Un control forestal independiente realizado entre agosto de 2006 y marzo de 2007 por la empresa Global Witness, sostiene que en Nicaragua se pierden entre 70 mil y 180 mil hectáreas de bosque cada año y con ello se deteriora el acceso a las fuentes de agua de consumo humano.

El Informe de Desarrollo Humano 2007, presentado en junio por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), establece que más de 70 por ciento de los 5,1 millones de nicaragüenses carecen de agua potable.

* El autor es colaborador de IPS.

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