jueves, enero 21, 2010

2010: año de la diversidad biológica

NORBERTO OVANDO Vanguardia, México, 20-Enero-2010

El mundo ha sido convocado a entender la importancia de conservar la diversidad de la vida en la Tierra. ¿La razón? De ello depende nuestra propia supervivencia.

La biodiversidad o diversidad biológica, es la variante de organismos vivos de cualquier fuente o especie que componen los ecosistemas terrestres y acuáticos.

La biodiversidad que vemos en el mundo actual es el resultado de miles de millones de años de evolución, moldeada por los procesos naturales y, más recientemente, afectada por la intervención del ser humano.

La trama de la vida, de la cual somos parte y de la cual dependemos, está compuesta por una gran variedad de plantas, animales, insectos y microorganismos cuya diversidad biológica se expresa en una inmensa variedad de ecosistemas que incluye selvas, bosques, humedales, desiertos, montañas, glaciares, ríos, lagos y paisajes agrícolas y ganaderos.

En cada uno de esos ecosistemas, los seres vivos, incluidos los humanos, forman una comunidad que interactúa entre sí y compite por el aire, el agua y los nutrientes.

La diversidad biológica es por lo tanto, una compleja interacción de formas de vida que hace de la Tierra un lugar común para todos los seres que la habitan. Pero la biodiversidad proporciona un gran número de bienes e insumos que son los que hacen posible la vida en nuestro planeta.

POR QUÉ ES IMPORTANTE

La biodiversidad es la base de los insumos que contribuyen al bienestar del hombre. Esos insumos incluyen alimento, agua, madera y fibra; sustentados por factores de soporte, como el suelo, la fotosíntesis y el reciclaje de nutrientes.

La biodiversidad también contribuye a regular el clima, las inundaciones, las enfermedades, los desechos y la dotación y calidad del agua; incluso nos invita a la recreación y al disfrute de la Naturaleza.

Los seres humanos dependemos de los ecosistemas para obtener, como ya se dijo, toda una serie de insumos esenciales, incluyendo una enorme fuente de genes que podrían tener una utilidad enorme en la agricultura, la crianza de animales e incluso la salud.

La European Environment Agency (EEA) asegura que la biodiversidad está desapareciendo con una rapidez alarmante, debido a la forma en que abusamos de la Naturaleza para sustentar la producción, el consumo y el comercio, como parte de la economía globalizada en la que vivimos.

“La fragmentación de los hábitat a consecuencia del desmonte de bosques y de espacios naturales para construir viviendas y carreteras o plantar cultivos; así como la desecación de los humedales, la represa de los ríos y la sobrepesca en los mares y océanos, son la causa principal de la pérdida de biodiversidad”, dice la EEA.

Y aunque esta pérdida no ha logrado el impacto social que ha alcanzado el calentamiento global, se trata de nuestro más preciado capital natural. Por esta razón, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), lanzó la iniciativa “Cuenta Atrás 2010” (http://www.countdown2010. net/), que agrupa una activa red de miembros dedicada a crear conciencia sobre la pérdida de biodiversidad en nuestro planeta.

Dado que el cambio climático afecta a la biodiversidad, Sebastian Winkler, responsable de “Cuenta Atrás 2010” plantea que, “a medida que el planeta se va calentando y el clima se vuelve más impredecible, los seres humanos tenemos la posibilidad de mudarnos a otros sitios, pero la mayoría de las especies no gozan de ese privilegio”.


MÁS FERTILIZANTES, MENOS COSECHAS

Una investigación liderada por el profesor Andy Hector, de la Universidad de Zurich, muestra los mecanismos que conllevan a la pérdida de la biodiversidad de los campos de cultivo después de que estos han sido sometidos al proceso de fertilización.

Este estudio demuestra que cuando los campos son fertilizados, aumenta su productividad pero disminuye su biodiversidad. De hecho, el suministro adicional de nutrientes a los suelos agrícolas se ha convertido en una de las tres grandes causas de pérdida de la biodiversidad en este siglo.

El resultado de este estudio tiene implicaciones profundas para el manejo sostenible de las cosechas que sirven de alimento a la humanidad.

La fertiización es un arma de doble filo: comienza por aumentar la productividad de las cosechas, pero termina por volver improductivo al suelo que recibe las aportaciones de esos fertilizantes. Esto es así porque cuando a un suelo agrícola se le agrega un producto químico, éste tiene que desplazar a una sustancia natural para ocupar su lugar.

En el corto plazo ese químico aumenta la productividad de las plantas porque el suelo quizá carecía de él, pero a largo plazo, la pérdida de los nutrientes naturales que desplaza el químico es tan alta que el suelo se vuelve cada vez menos productivo.

Por lo tanto, la fertilización de los campos no asegura cosechas sustentables, es decir, no asegura que todos los años se logre el mismo volumen de cosecha, lo cual es de suma importancia para definir una política de conservación dirigida a la producción de alimentos.

MENOS BIODIVERSIDAD, MÁS ENFERMEDADES

Los científicos dicen que la pérdida de biodiversidad incrementará las enfermedades infecciosas en humanos, debido a la continua extinción o desplazamiento de plantas, animales, insectos y microorganismos.

La pérdida de biodiversidad y la destrucción del hábitat, incrementarán la incidencia y la distribución de enfermedades infectocontagiosas. De hecho, muchas de esas nuevas afecciones (como la enfermedad de Lyme) ya están emergiendo, y algunas de las que se consideraban locales (como la tuberculosis resistente a los medicamentos) se están globalizando.

El virus de la gripe H1N1, el virus del Nilo Occidental, la malaria, y otras enfermedades que se han presentado en los últimos años, lo han hecho a causa de la pérdida de biodiversidad.

CONCLUSIÓN

La pérdida de especies ha tenido repercusiones más graves de lo que se pensaba, sobre todo en ecosistemas vitales, como los destinados a la producción alimentaria y al abastecimiento de agua potable.

Muchos científicos plantean que la Tierra se encuentra inmersa en la sexta extinción en masa en la historia de nuestro planeta.

A causa de ello las estimaciones sugieren que 50 por ciento de las especies conocidas se habrán extinguido para finales de este siglo. Pero entre todos podemos revertir ese proceso. Esa es la idea de designar al 2010 como “Año Internacional de la Biodiversidad”. Hay una vieja frase que resume lo que aquí se ha descrito. La frase dice: “La diversidad es lo que le da estabalidad a la Naturaleza”.

Sin biodiversidad, la Naturaleza pierde el asidero que la sustenta y que la hace posible.

Allí donde usted ve diversidad hay esperanza de una vida mejor. Allí donde no la hay, esa esperanza se debilita cada vez más.

La vida —incluyendo la humana— depende de la biodiversidad. Sin ella todo queda condenado al exterminio.

(El autor es experto en Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza)

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