La migración no sólo se afecta a las personas
que emigran, también tiene efectos adversos sobre los recursos
naturales y las personas en las comunidades de origen. Problemas
como la tala ilegal, narcotráfico, pérdida de participación y
coordinación local que hay en las comunidades rurales, son algunas
de las consecuencias que han comenzado a surgir.
Elinor Ostrom, premio Nobel de Economía 2009,
dijo que se trabaja en un marco que pueda usarse en todas las
ciencias sociales para trabajar en conjunto temas de relevancia como
el cambio climático y la migración.
“Las comunidades locales han enfrentado los
problemas de distintas formas creativas y se han hecho numerosos
trabajos regionales, pero no hay comunicación entre ellas y en
ocasiones abordan empleo de los recursos y falta de coordinación”,
expuso.
En conferencia señaló que frente al cambio
climático es importante no asumir una sola escala u organización
como respuesta. “Se requiere innovación, trabajo conjunto, nuevas
ideas y acceso al crédito bancario”, indicó.
Añadió que se requiere de sistemas
policéntricos, es decir de tamaños distintos, organizados.
En el caso de México, sugirió que se reconozca
por completo las ventajas de ser Federación. Por el lado positivo
comentó que México cuenta con una nueva legislación muy importante
para definir aspectos relacionados con el cambio climático.
David Kaimowitz, director de desarrollo sostenible
de la fundación Ford expuso que si bien la migración ha traído
efectos positivos en las comunidades de origen de los migrantes como
la creación de organizaciones trasnacionales que invierten en
actividades como producción de bienes orgánicos o ecoturismo y que
posibilitan mejorías en lugares de origen, también hay mayor
descomposición social y narcotráfico, por lo que se requiere
fortalecer las comunidades.
Agregó que como consecuencia de la migración se
reportan mayores incendios forestales, tala ilegal, ganadería
extensiva, menor participación en asambleas locales y poco interés
en los jóvenes por participar en empresas forestales comunitarias.
“Faltan políticas para recomponer el manejo
comunitario de los recursos naturales, proyectos conjuntos entre
migrantes en el exterior con sus comunidades, que las mujeres puedan
ser más activas en sus asambleas y fortalecer el campo, los recursos
naturales y forestales”, señaló.
Leticia Merino, investigadora de la UNAM, estimó
que en los próximos cinco años crecerán 30% los precios de los
productos agrícolas, tema que requerirá un replanteamiento, sobre
todo porque México es importador de productos agrícolas. En México
30% de los hogares rurales tienen al menos un inmigrante en EU y 11%
del ingreso de estos hogares proviene de las remesas.
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