MARIANA NORANDI
La Jornada
11 de noviembre de 2006
Una de las posibles soluciones para apaciguar el conflicto que existe en torno al uso de los manglares podría ser la compra de estos ecosistemas, pero para ello es importante tener muy claros los derechos de propiedad de los recursos naturales, los cuales deben ser regulados y tutelados por el estado, aseguró Gabriel Quadri de la Torre, durante la presentación de su libro Políticas públicas: sustentabilidad y medio ambiente, llevada a cabo ayer en el Colegio de Ingenieros Civiles de México, AC.
Los recursos naturales, dijo, pueden ser propiedad pública o privada; los bienes públicos son los servicios ambientales que estos recursos ofrecen. El "mercado del agua", aseveró, tiene el sentido de lograr un uso eficiente de un recurso escaso. Las infraestructuras del agua son monopolios naturales y deben ser concedidos por el Estado. "No hay que hacer de este tema algo ideológico, porque en el mundo existen sistemas de agua públicos y privados que funcionan bien".
Los problemas ambientales, señaló, enfrentan los intereses públicos con los privados, pero si el Estado no juega su papel de regulador y define bien los derechos de propiedad de los recursos naturales, no sólo se obstaculiza una solución viable al conflicto, sino que se frena el progreso del país.
La Jornada
11 de noviembre de 2006
Una de las posibles soluciones para apaciguar el conflicto que existe en torno al uso de los manglares podría ser la compra de estos ecosistemas, pero para ello es importante tener muy claros los derechos de propiedad de los recursos naturales, los cuales deben ser regulados y tutelados por el estado, aseguró Gabriel Quadri de la Torre, durante la presentación de su libro Políticas públicas: sustentabilidad y medio ambiente, llevada a cabo ayer en el Colegio de Ingenieros Civiles de México, AC.
Los recursos naturales, dijo, pueden ser propiedad pública o privada; los bienes públicos son los servicios ambientales que estos recursos ofrecen. El "mercado del agua", aseveró, tiene el sentido de lograr un uso eficiente de un recurso escaso. Las infraestructuras del agua son monopolios naturales y deben ser concedidos por el Estado. "No hay que hacer de este tema algo ideológico, porque en el mundo existen sistemas de agua públicos y privados que funcionan bien".
Los problemas ambientales, señaló, enfrentan los intereses públicos con los privados, pero si el Estado no juega su papel de regulador y define bien los derechos de propiedad de los recursos naturales, no sólo se obstaculiza una solución viable al conflicto, sino que se frena el progreso del país.
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