La FAO ha sostenido siempre de forma activa los biocombustibles como herramienta para la reducción de la pobreza y que supone a la vez una energía limpia y de bajo coste.
Con la tecnología apropiada, los residuos de las cosechas, la hierba, la paja y la maleza son una fuente de biomasa que puede convertirse en combustible. Cultivos como la caña de azúcar, el maíz y la soja se están usando ya con éxito para obtener etanol y biodiesel.
“Nos complace el hecho de que la FAO haya sido elegida para albergar la Secretaría de la GBEP”, aseguró Alexander Müller, Director General Adjunto de la FAO para el Desarrollo Sostenible; “Su presencia nos empujará a continuar apoyando a los Gobiernos e instituciones a formular las políticas y estrategias apropiadas sobre las bioenergías”, añadió.
“Confiamos -aseguró Müller- que la creación de Asociación Mundial de la Bioenergía ayudará a reducir la actual dependencia del petróleo. Durante las próximas décadas veremos como la bioenergía cubre una parte cada vez más importante de las necesidades energéticas del planeta, y tenemos que asegurarnos de que lo hace de forma sostenible. Una sinergia positiva entre la Alianza y la Plataforma Internacional de Bioenergía (IBEP) de la FAO, contribuirá a un aumento del uso sostenible de los biocombustibles”.
Italia y México ocuparán respectivamente la presidencia y la vicepresidencia del Comité Directivo de la GBEP durante el próximo bienio.
Entre los actuales socios de la Asociación Mundial de la Bioenergía (GBEP) se encuentran los 8 países del G-8 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos), China, México, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la Fundación de la ONU, la Asociación Europea de la Industria de la Biomasa (EUBIA) y la FAO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario