International Tropical Timber Organization
YOKOHAMA, JAPÓN, 10 de noviembre de 2007: El Consejo Internacional de las Maderas tropicales ha comprometido 10,1 millones de dólares estadounidenses para la financiación de nuevos proyectos y actividades orientados a la conservación y la ordenación, utilización y comercio sostenibles de los recursos forestales tropicales.
El Consejo es el órgano rector de la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), que se reúne dos veces al año para debatir un amplio programa encaminado a fomentar la ordenación sostenible de los bosques tropicales y el comercio de madera tropical producida de forma sostenible. Los fondos comprometidos esta semana durante su cuadragésimo tercer período de sesiones se suman al total de 5,6 millones de dólares comprometido en el mes de mayo durante el cuadragésimo segundo período de sesiones del Consejo, celebrado en Port Moresby, Papua Nueva Guinea, con lo cual la suma total adjudicada en 2007 asciende a más de 15,7 millones de dólares estadounidenses.
En este período de sesiones, el primero celebrado bajo la coordinación del nuevo Director Ejecutivo de la OIMT, Emmanuel Ze Meka, el Consejo financió catorce proyectos y tres anteproyectos, por un monto total de 5,6 millones de dólares, incluido uno para promover la adopción de la ordenación forestal sostenible en la Amazonia brasileña y otro orientado a establecer un programa de clonación de árboles en Côte d’Ivoire. Asimismo, se financió un proyecto dirigido al uso de técnicas de percepción remota para controlar los incendios forestales en la región tropical de China y otro para fomentar la ordenación forestal sostenible en los territorios forestales de las comunidades indígenas del Darién, en Panamá. El Consejo, conjuntamente con el Fondo Común para los Productos Básicos, también financió un proyecto encaminado a ofrecer capacitación a las comunidades rurales del Congo para la extracción de valiosos aceites esenciales de plantaciones de eucalipto. Por otra parte, el Consejo adjudicó fondos para el Fondo de Becas Freezailah, a fin de permitir que este valioso programa continúe ofreciendo becas a candidatos de mérito.
El Consejo aprobó además un programa de trabajo bienal para 2008-2009, con un presupuesto total de 9,2 millones de dólares estadounidenses para su ejecución, de los cuales 4,5 millones se adjudicaron en este período de sesiones (con contribuciones voluntarias de 1,5 millones de dólares y 3 millones de fondos sin asignación específica, inclusive del Fondo de Cooperación de Bali). El programa de trabajo incluye actividades relativas a políticas que orientarán las labores de la Organización durante el bienio, inclusive la formulación de una respuesta de la OIMT ante los últimos adelantos alcanzados en las negociaciones sobre el cambio climático y sus repercusiones para los bosques tropicales.
El financiamiento anunciado en este período de sesiones para proyectos, anteproyectos y el programa de trabajo bienal incluyó también casi 4 millones de dólares para un nuevo programa sobre la aplicación de legislación y comercio en relación con los bosques tropicales (TFLET, por sus siglas en inglés). El gobierno de los Países Bajos fue uno de los principales donantes de este programa, que también recibió donaciones de Japón, Estados Unidos, Australia, Noruega y la Asociación de Importadores Madereros de Japón (JLIA). Durante este período de sesiones, se adjudicaron más de dos millones de dólares para proyectos y actividades relacionados con el programa TFLET, inclusive la financiación de un proyecto conjunto de la Organización Africana de la Madera y la OIMT para promover la ordenación forestal sostenible y la certificación forestal en África, así como otro encaminado a mejorar la aplicación y observancia de la legislación forestal en Papua Nueva Guinea. Los principales donantes de este período de sesiones para actividades no relacionadas con el programa TFLET fueron los gobiernos de Japón, Suiza y Estados Unidos.
El Consejo estudió también la situación relativa a la ratificación del CIMT de 2006. Este convenio, que sucede al tratado que rige actualmente la Organización (CIMT, 1994), debería entrar en vigor a principios de 2008, pero probablemente se demore su entrada en vigor debido al lento proceso de ratificación por los países miembros.
viernes, noviembre 30, 2007
jueves, noviembre 29, 2007
CAMBIO CLIMÁTICO: América Latina pasa la cuenta al mundo rico
Por Mario Osava*
No habrá definiciones cruciales en la reunión sobre cambio climático de Indonesia, donde América Latina insistirá en pasarle la cuenta al mundo rico por el incontenible recalentamiento.
RÍO DE JANEIRO, 26 nov (Tierramérica).- Los gobiernos latinoamericanos reclaman mayores compromisos de los países industriales en la mitigación del cambio climático y en el apoyo para soportar sus efectos.
Con esa disposición participarán en la XIII Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco sobre Cambio Climático, que se celebrará entre el 3 y el 14 de diciembre en Bali, Indonesia.
Las naciones industriales prometieron contribuir al fondo especial para la adaptación, pero “nada aportaron hasta ahora”, se quejó José Domingos Miguez, secretario de la Comisión Interministerial de Cambios del Clima de Brasil y uno de los representantes de este país en la COP.
Se acordó que al fondo le tocaría el equivalente a dos por ciento de los recursos negociados en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), pero hay divergencias sobre el organismo que se encargaría de gestionar esos recursos.
El MDL es uno de los instrumentos previstos en el Protocolo de Kyoto sobre Cambio Climático para ayudar a los países industriales a cumplir sus obligaciones de reducción de gases de efecto invernadero mediante inversiones en proyectos limpios en el mundo en desarrollo.
Como “máximo responsable” del calentamiento global, el mundo industrial tiene “la obligación moral de financiar los planes y acciones de adaptación de los países en desarrollo”, en especial de los más vulnerables, como los pequeños estados insulares, subrayó Omar Rivera, experto del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, que también estará en Bali.
Muchas islas desaparecerán o perderán buena parte de sus tierras y playas, ante la elevación del nivel del mar por el derretimiento de los glaciares, que también reducirá el agua dulce disponible en las zonas que dependen del hielo de las montañas, como muchos pueblos andinos.
El financiamiento y soporte para enfrentar los disturbios son "una prioridad a defender" para Perú, “un país altamente vulnerable”, corroboró Vanesa Vereau, presidenta de la no gubernamental Asociación Unidos por el Cambio Climático, que además reclama de Lima una “posición firme” a favor de mayores compromisos de reducir los gases invernadero, considerados responsables del recalentamiento.
Hacer efectivo el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”, consagrado en la Convención, es una posición que comparten las autoridades consultadas por Tierramérica en la región.
En consecuencia, Brasil se niega a fijar metas para abatir sus emisiones, pese a las presiones de ambientalistas y expertos de este país, que está entre los cinco mayores emisores de gases debido a la deforestación de la Amazonia.
Por iniciativa de un diputado ecologista, se tramita en el parlamento un proyecto de ley que obligaría a reducir, hasta 2012, las emisiones de gases invernadero a volúmenes cuatro por ciento menores a los de 1990, poco menos que el 5,2 por ciento fijado por el Protocolo de Kyoto para las naciones industriales.
“Brasil debe asumir metas, aunque voluntarias”, opinó José Marengo, meteorólogo del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales y miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que reúne a miles de científicos de todo el mundo.
Los dramáticos informes divulgados desde febrero por el IPCC --destacando las tragedias que el mundo sufrirá si no se adoptan fuertes medidas para reducir la contaminación atmosférica-- despertaron esperanzas de que la conferencia de Bali cristalice decisiones que aclaren el futuro de la humanidad.
Pero la expectativa es “desproporcionada”, porque no habrá avances sin la adhesión de Estados Unidos, que “no está en condiciones de avanzar”, sentenció el embajador Raúl Estrada Oyuela, que acaba de dejar la Dirección de Asuntos Ambientales de la cancillería argentina, pero estará en Bali como miembro del Comité de Control de Cumplimiento del Protocolo de Kyoto, cuyo equipo de redacción presidió hace 10 años.
El Protocolo de Kyoto es el único tratado internacional que establece obligaciones de reducción de gases invernadero, procedentes sobre todo de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la ganadería.
Estados Unidos repudió los compromisos del Protocolo --firmado en 1997 y en vigor apenas desde 2005-- argumentando que afectaría su economía y arrojando dudas sobre la responsabilidad humana en el recalentamiento.
Además, la COP no abordará cuestiones “sustantivas”, pues estará volcada a definir el proceso, la agenda y el cronograma de las negociaciones hasta 2009, sobre “un segundo período de Kyoto”, señaló Miguez.
El brasileño rechaza la expresión “post Kyoto”, pues no se trata de un nuevo proceso, sino de una continuación bajo principios ya acordados. El mundo industrial deberá cumplir nuevas metas obligatorias, “con los países en desarrollo ayudando mediante el MDL”, sostuvo.
Brasil, sin embargo, trata de mostrar sus avances, como haber disminuido a la mitad el ritmo de deforestación amazónica en los tres últimos años y desarrollado una matriz energética sobre todo renovable, con energía hidroeléctrica y combustibles agrícolas.
Sus propuestas apuntan a la creación de mecanismos, “en el ámbito de la Convención” y no del Protocolo, que incentiven políticas públicas de reducción de gases, como el combate a la deforestación y el desarrollo de la bioenergía, como un fondo voluntario para remunerar los países que frenen la pérdida de bosques.
Pese a la actitud negativa de Estados Unidos y de países como Japón, Australia y Canadá, que quieren sustituir Kyoto por otro acuerdo, Miguez es optimista sobre definir un proceso de negociación antes de 2009.
Un fracaso dejaría el mundo a la deriva por un lapso que podría ser fatal, considerando que insumió 13 años poner en vigencia el Protocolo de Kyoto, desde la firma de la Convención en 1992, advirtió.
Estrada Oyuela alimenta alguna esperanza porque China e India, que se convirtieron en grandes emisores de gases por su rápido crecimiento económico y sus enormes poblaciones, “están un poco más receptivas para hacer cambios” en favor del clima.
Sin Brasil, China e India, “ningún esfuerzo será efectivo”, opinó Suzana Kahn, otra integrante brasileña del IPCC, experta en energía y transporte.
Por su peso ambiental, “no pueden dejar de jugar un papel activo en las negociaciones internacionales”, dijo Kahn, quien, como superintendenta de Clima y Mercado de Carbono del gobierno del estado de Río de Janeiro, coordinó un plan pionero para mitigar y adaptarse al cambio climático, que será presentado en Bali.
Si no asume compromisos, Brasil pierde fuerza para ejercer liderazgo en las negociaciones, según ambientalistas como Fabio Feldman, quien dirigió el Foro Brasileño de Cambios Climáticos y fue secretario de Ambiente del sureño estado de São Paulo. Este país podría cumplir metas con sólo hacer efectiva una de sus políticas, la de reducir la deforestación, responsable de 75 por ciento de las emisiones nacionales de gases, se arguye.
Pero las obligaciones para los países en desarrollo solo serán aceptables una vez que el mundo rico cumpla las suyas, fijadas en Kyoto para 2012, y asuma otras “mucho más significativas de reducción de sus emisiones en el nuevo régimen a ser negociado”, concluyó el cubano Rivera.
* Con aportes de Marcela Valente (Buenos Aires), Patricia Grogg (La Habana) y Milagros Salazar (Lima).
No habrá definiciones cruciales en la reunión sobre cambio climático de Indonesia, donde América Latina insistirá en pasarle la cuenta al mundo rico por el incontenible recalentamiento.
RÍO DE JANEIRO, 26 nov (Tierramérica).- Los gobiernos latinoamericanos reclaman mayores compromisos de los países industriales en la mitigación del cambio climático y en el apoyo para soportar sus efectos.
Con esa disposición participarán en la XIII Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco sobre Cambio Climático, que se celebrará entre el 3 y el 14 de diciembre en Bali, Indonesia.
Las naciones industriales prometieron contribuir al fondo especial para la adaptación, pero “nada aportaron hasta ahora”, se quejó José Domingos Miguez, secretario de la Comisión Interministerial de Cambios del Clima de Brasil y uno de los representantes de este país en la COP.
Se acordó que al fondo le tocaría el equivalente a dos por ciento de los recursos negociados en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), pero hay divergencias sobre el organismo que se encargaría de gestionar esos recursos.
El MDL es uno de los instrumentos previstos en el Protocolo de Kyoto sobre Cambio Climático para ayudar a los países industriales a cumplir sus obligaciones de reducción de gases de efecto invernadero mediante inversiones en proyectos limpios en el mundo en desarrollo.
Como “máximo responsable” del calentamiento global, el mundo industrial tiene “la obligación moral de financiar los planes y acciones de adaptación de los países en desarrollo”, en especial de los más vulnerables, como los pequeños estados insulares, subrayó Omar Rivera, experto del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, que también estará en Bali.
Muchas islas desaparecerán o perderán buena parte de sus tierras y playas, ante la elevación del nivel del mar por el derretimiento de los glaciares, que también reducirá el agua dulce disponible en las zonas que dependen del hielo de las montañas, como muchos pueblos andinos.
El financiamiento y soporte para enfrentar los disturbios son "una prioridad a defender" para Perú, “un país altamente vulnerable”, corroboró Vanesa Vereau, presidenta de la no gubernamental Asociación Unidos por el Cambio Climático, que además reclama de Lima una “posición firme” a favor de mayores compromisos de reducir los gases invernadero, considerados responsables del recalentamiento.
Hacer efectivo el principio de “responsabilidades comunes pero diferenciadas”, consagrado en la Convención, es una posición que comparten las autoridades consultadas por Tierramérica en la región.
En consecuencia, Brasil se niega a fijar metas para abatir sus emisiones, pese a las presiones de ambientalistas y expertos de este país, que está entre los cinco mayores emisores de gases debido a la deforestación de la Amazonia.
Por iniciativa de un diputado ecologista, se tramita en el parlamento un proyecto de ley que obligaría a reducir, hasta 2012, las emisiones de gases invernadero a volúmenes cuatro por ciento menores a los de 1990, poco menos que el 5,2 por ciento fijado por el Protocolo de Kyoto para las naciones industriales.
“Brasil debe asumir metas, aunque voluntarias”, opinó José Marengo, meteorólogo del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales y miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que reúne a miles de científicos de todo el mundo.
Los dramáticos informes divulgados desde febrero por el IPCC --destacando las tragedias que el mundo sufrirá si no se adoptan fuertes medidas para reducir la contaminación atmosférica-- despertaron esperanzas de que la conferencia de Bali cristalice decisiones que aclaren el futuro de la humanidad.
Pero la expectativa es “desproporcionada”, porque no habrá avances sin la adhesión de Estados Unidos, que “no está en condiciones de avanzar”, sentenció el embajador Raúl Estrada Oyuela, que acaba de dejar la Dirección de Asuntos Ambientales de la cancillería argentina, pero estará en Bali como miembro del Comité de Control de Cumplimiento del Protocolo de Kyoto, cuyo equipo de redacción presidió hace 10 años.
El Protocolo de Kyoto es el único tratado internacional que establece obligaciones de reducción de gases invernadero, procedentes sobre todo de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la ganadería.
Estados Unidos repudió los compromisos del Protocolo --firmado en 1997 y en vigor apenas desde 2005-- argumentando que afectaría su economía y arrojando dudas sobre la responsabilidad humana en el recalentamiento.
Además, la COP no abordará cuestiones “sustantivas”, pues estará volcada a definir el proceso, la agenda y el cronograma de las negociaciones hasta 2009, sobre “un segundo período de Kyoto”, señaló Miguez.
El brasileño rechaza la expresión “post Kyoto”, pues no se trata de un nuevo proceso, sino de una continuación bajo principios ya acordados. El mundo industrial deberá cumplir nuevas metas obligatorias, “con los países en desarrollo ayudando mediante el MDL”, sostuvo.
Brasil, sin embargo, trata de mostrar sus avances, como haber disminuido a la mitad el ritmo de deforestación amazónica en los tres últimos años y desarrollado una matriz energética sobre todo renovable, con energía hidroeléctrica y combustibles agrícolas.
Sus propuestas apuntan a la creación de mecanismos, “en el ámbito de la Convención” y no del Protocolo, que incentiven políticas públicas de reducción de gases, como el combate a la deforestación y el desarrollo de la bioenergía, como un fondo voluntario para remunerar los países que frenen la pérdida de bosques.
Pese a la actitud negativa de Estados Unidos y de países como Japón, Australia y Canadá, que quieren sustituir Kyoto por otro acuerdo, Miguez es optimista sobre definir un proceso de negociación antes de 2009.
Un fracaso dejaría el mundo a la deriva por un lapso que podría ser fatal, considerando que insumió 13 años poner en vigencia el Protocolo de Kyoto, desde la firma de la Convención en 1992, advirtió.
Estrada Oyuela alimenta alguna esperanza porque China e India, que se convirtieron en grandes emisores de gases por su rápido crecimiento económico y sus enormes poblaciones, “están un poco más receptivas para hacer cambios” en favor del clima.
Sin Brasil, China e India, “ningún esfuerzo será efectivo”, opinó Suzana Kahn, otra integrante brasileña del IPCC, experta en energía y transporte.
Por su peso ambiental, “no pueden dejar de jugar un papel activo en las negociaciones internacionales”, dijo Kahn, quien, como superintendenta de Clima y Mercado de Carbono del gobierno del estado de Río de Janeiro, coordinó un plan pionero para mitigar y adaptarse al cambio climático, que será presentado en Bali.
Si no asume compromisos, Brasil pierde fuerza para ejercer liderazgo en las negociaciones, según ambientalistas como Fabio Feldman, quien dirigió el Foro Brasileño de Cambios Climáticos y fue secretario de Ambiente del sureño estado de São Paulo. Este país podría cumplir metas con sólo hacer efectiva una de sus políticas, la de reducir la deforestación, responsable de 75 por ciento de las emisiones nacionales de gases, se arguye.
Pero las obligaciones para los países en desarrollo solo serán aceptables una vez que el mundo rico cumpla las suyas, fijadas en Kyoto para 2012, y asuma otras “mucho más significativas de reducción de sus emisiones en el nuevo régimen a ser negociado”, concluyó el cubano Rivera.
* Con aportes de Marcela Valente (Buenos Aires), Patricia Grogg (La Habana) y Milagros Salazar (Lima).
Apoya Sagarpa plantaciones de maíz transgénico: Greenpeace
La coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos del organismo, Aleira Lara, dijo que es grave que la dependencia mantenga una postura en favor de ese tipo de cultivos
Notimex
El Universal
Ciudad de Mëxico
Martes 20 de noviembre de 2007
21:15 A pesar de que el país no cuenta con las medidas precautorias para autorizar cultivos experimentales, la Sagarpa promociona supuestos beneficios que tendrán los productores de maíz transgénico con la venta del grano, indicó Greenpeace-México.
La coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace, Aleira Lara, dijo que es grave que esa dependencia, responsable de las políticas para el campo mexicano, "mantenga una postura en favor de los cultivos transgénicos".
Refirió en un comunicado que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) se ha mostrado a favor de las corporaciones que patentan semillas transgénicas para su comercialización en México, como ocurrió en un foro en Jalisco.
Esos cultivos sólo beneficiarán a corporaciones como Monsanto, Syngenta y Pioneer, y perjudicarán a los productores de maíz, quienes deberán pagar entre 30 y 35 por ciento más por semillas genéticamente modificadas, en comparación con las convencionales, añadió.
Notimex
El Universal
Ciudad de Mëxico
Martes 20 de noviembre de 2007
21:15 A pesar de que el país no cuenta con las medidas precautorias para autorizar cultivos experimentales, la Sagarpa promociona supuestos beneficios que tendrán los productores de maíz transgénico con la venta del grano, indicó Greenpeace-México.
La coordinadora de la campaña de agricultura sustentable y transgénicos de Greenpeace, Aleira Lara, dijo que es grave que esa dependencia, responsable de las políticas para el campo mexicano, "mantenga una postura en favor de los cultivos transgénicos".
Refirió en un comunicado que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) se ha mostrado a favor de las corporaciones que patentan semillas transgénicas para su comercialización en México, como ocurrió en un foro en Jalisco.
Esos cultivos sólo beneficiarán a corporaciones como Monsanto, Syngenta y Pioneer, y perjudicarán a los productores de maíz, quienes deberán pagar entre 30 y 35 por ciento más por semillas genéticamente modificadas, en comparación con las convencionales, añadió.
MEDIO AMBIENTE: 'Deje fluir al sanitario fuera del ciclo del agua'
IPS News
By Zofeen Ebrahim
SEOUL, Nov 25 (IPS) - The one message that came across at the just concluded general assembly of the World Toilet Association (WTA) was that conventional flush toilets are not only environment unfriendly but are also a serious public health hazard.
And while the United Nations estimates that 2.6 billion people are living without proper sanitation and without access to potable water, those using flush toilets are converting precious water into dangerous effluents.
Sanitation experts who gathered in the Korean capital for the assembly, that concluded on Sunday, called for a major paradigm shift and even a ‘back to nature’ approach to the disposal of human waste.
"We are on the wrong track," said Hubert J. Gijzen, a biotechnologist representing UNESCO’s Indonesian office.
Newer ways, all agreed, were needed to be developed to dispose human excreta. If flush toilets have to be used they must be redesigned to reduce water consumption, or else use recycled water.
‘’The current conventional sanitation systems will not be able to achieve the (United Nations’) Millennium Development Goal,’’ said lawmaker James D. Mamit from Malaysia, who is environment advisor to its state of Sarawak.
Ecologists are calling for a major sanitation reformation, along the concept of ‘EcoSan’ or ecological sanitation, that would contribute towards water conservation and mitigating surface and ground water pollution, thereby reducing the risk of water-borne diseases.
One of the technologies being widely advocated involves separation of faeces, urine and grey water, thereby minimising the volume of water needed to flush away excreta. Valuable nutrients are recovered, and the residual matter converted into biogas and used as fuel.
This rethinking would not only require innovation, research, training and awareness-raising but an abandonment of conventional water management while developing strategies that are effective, low-tech and low-cost as well.
Mamit suggests the inclusion of EcoSan concept at the policy level and suitable changes to existing legislations in many countries that favour conventional, centralised sanitary systems.
"It is understandable that these impacts were not foreseen at a time when the world population was only around one billion people, and global change pressures of today were not foreseen," said Gijzen. But with climate change, population explosion, major urbanisation, which has in turn led to informal settlements, the old method of removing human waste is not sustainable.
"No doubt water is life, but it is also a killer because we are contaminating our water," says Gijzen, adding that wastewater treatment was costly and still does not produce safe and pathogen-free effluents.
"In developing regions, effluents get dumped into water courses untreated due to the phenomenal costs of sewer collection systems and high rate of wastewater treatment technology. And with more than five billion people living near contaminated water we can never hope to get rid of water-borne epidemics or meet the Millennium Development Goals."
If taking the "toilet out of the water cycle" suggestion is taken seriously it is possible, Gijzen says, to have greener, eco-friendly cities 50 years from now while providing a toilet which everyone on the globe can afford. ‘’Living in a home next to a water course, which not only has crystal clear water, but which you can you can actually drink from, can be a reality,’’ says Gijzen.
One promising design for a toilet, that attracted attention at the Seoul meet, actually recycles water using a biological and physical process and sends it back into the toilet bowl. Keon Ki- Lee, a Korean engineer who designed the system, says the toilet can be set up with or without a waterline or a drainage system and is environment friendly because the system does not produce a water discharge. "It has been received favourably by our local government," explained Lee
A new UNESCO project Sustainable Urban Water Management Improves Tomorrow’s City’s Health, or SWITCH for short, already implemented with a hefty budget of 32 million US dollars for a period of five years, is already being implemented.
A whole range of eco-friendly models are being tried and tested in nine demo cities which include Bogota, Beijing, Ghana, Lima, Colombia and Alexandria. Schemes include those for the rational use of water, effluent reuse, dry sanitation, urine separation and nutrient recovery.
Mamit shared the experience of an EcoSan model established in two residential rural schools in Sarawak where toilets were modified to accommodate one flushing in a day using up to two litres of water. The biogas produced has helped save over 500 dollars per month that was spent on buying cooking gas for the school kitchen.
By Zofeen Ebrahim
SEOUL, Nov 25 (IPS) - The one message that came across at the just concluded general assembly of the World Toilet Association (WTA) was that conventional flush toilets are not only environment unfriendly but are also a serious public health hazard.
And while the United Nations estimates that 2.6 billion people are living without proper sanitation and without access to potable water, those using flush toilets are converting precious water into dangerous effluents.
Sanitation experts who gathered in the Korean capital for the assembly, that concluded on Sunday, called for a major paradigm shift and even a ‘back to nature’ approach to the disposal of human waste.
"We are on the wrong track," said Hubert J. Gijzen, a biotechnologist representing UNESCO’s Indonesian office.
Newer ways, all agreed, were needed to be developed to dispose human excreta. If flush toilets have to be used they must be redesigned to reduce water consumption, or else use recycled water.
‘’The current conventional sanitation systems will not be able to achieve the (United Nations’) Millennium Development Goal,’’ said lawmaker James D. Mamit from Malaysia, who is environment advisor to its state of Sarawak.
Ecologists are calling for a major sanitation reformation, along the concept of ‘EcoSan’ or ecological sanitation, that would contribute towards water conservation and mitigating surface and ground water pollution, thereby reducing the risk of water-borne diseases.
One of the technologies being widely advocated involves separation of faeces, urine and grey water, thereby minimising the volume of water needed to flush away excreta. Valuable nutrients are recovered, and the residual matter converted into biogas and used as fuel.
This rethinking would not only require innovation, research, training and awareness-raising but an abandonment of conventional water management while developing strategies that are effective, low-tech and low-cost as well.
Mamit suggests the inclusion of EcoSan concept at the policy level and suitable changes to existing legislations in many countries that favour conventional, centralised sanitary systems.
"It is understandable that these impacts were not foreseen at a time when the world population was only around one billion people, and global change pressures of today were not foreseen," said Gijzen. But with climate change, population explosion, major urbanisation, which has in turn led to informal settlements, the old method of removing human waste is not sustainable.
"No doubt water is life, but it is also a killer because we are contaminating our water," says Gijzen, adding that wastewater treatment was costly and still does not produce safe and pathogen-free effluents.
"In developing regions, effluents get dumped into water courses untreated due to the phenomenal costs of sewer collection systems and high rate of wastewater treatment technology. And with more than five billion people living near contaminated water we can never hope to get rid of water-borne epidemics or meet the Millennium Development Goals."
If taking the "toilet out of the water cycle" suggestion is taken seriously it is possible, Gijzen says, to have greener, eco-friendly cities 50 years from now while providing a toilet which everyone on the globe can afford. ‘’Living in a home next to a water course, which not only has crystal clear water, but which you can you can actually drink from, can be a reality,’’ says Gijzen.
One promising design for a toilet, that attracted attention at the Seoul meet, actually recycles water using a biological and physical process and sends it back into the toilet bowl. Keon Ki- Lee, a Korean engineer who designed the system, says the toilet can be set up with or without a waterline or a drainage system and is environment friendly because the system does not produce a water discharge. "It has been received favourably by our local government," explained Lee
A new UNESCO project Sustainable Urban Water Management Improves Tomorrow’s City’s Health, or SWITCH for short, already implemented with a hefty budget of 32 million US dollars for a period of five years, is already being implemented.
A whole range of eco-friendly models are being tried and tested in nine demo cities which include Bogota, Beijing, Ghana, Lima, Colombia and Alexandria. Schemes include those for the rational use of water, effluent reuse, dry sanitation, urine separation and nutrient recovery.
Mamit shared the experience of an EcoSan model established in two residential rural schools in Sarawak where toilets were modified to accommodate one flushing in a day using up to two litres of water. The biogas produced has helped save over 500 dollars per month that was spent on buying cooking gas for the school kitchen.
viernes, noviembre 23, 2007
El maíz, el etanol, los ricos y el hambre
Por Mark Sommer
Más allá del etanol de maíz, hay que buscar energías que superen la oposición éticamente detestable entre combustible para los ricos o alimento para los hambrientos, dice en esta columna el periodista Mark Sommer.
ARCATA, California, 12 nov (Tierramérica).- Como un estudiante holgazán ante la inminencia de un examen final, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afronta la crisis de los hidrocarburos estableciendo ambiciosas metas para producir anualmente 35 mil millones de galones de agrocombustibles para 2017.
El gobierno de Bush aprieta el acelerador en la producción de etanol, alarmado por el aumento del precio del petróleo, la inestabilidad en regiones ricas en hidrocarburos y la creciente competencia por esos recursos de potencias como China e India.
Pero, empujado por poderosos intereses, el presidente eligió el maíz para destilar etanol, una opción cara, ineficiente y destructiva.
El etanol no es intrínsecamente un mal negocio. Aunque ha estado en el tapete desde que Henry Ford lo consideró como el combustible para su modelo Ford T, la única nación que ha explotado su potencial práctico es Brasil.
Un amplio sector del transporte de ese país utiliza etanol refinado de la caña de azúcar, que llena los tanques de vehículos adaptados al uso de ese biocombustible, fabricados en el propio Brasil.
Con una eficacia energética ocho veces superior a la del alcohol carburante de maíz, el etanol brasileño habría conquistado por completo el mercado estadounidense si Washington no le hubiera aplicado un arancel aduanero de 54 centavos de dólar por galón (3,78 litros) para proteger los intereses de los maiceros estadounidenses.
En los últimos años, grandes empresas distribuidoras de alimentos como Cargill y Archer Daniels Midland han presionado a la Casa Blanca y al Congreso legislativo para obtener generosas subvenciones a la producción de maíz, que se suman a la barrera arancelaria de 54 centavos por galón.
El etanol de maíz resulta un mal negocio en muchos aspectos. Como antídoto al cambio climático su aporte es insignificante, dado que emite solamente 13 por ciento menos de gases de efecto invernadero que la gasolina.
Sus costos elevados son ya evidentes para 800 millones de personas que no tienen suficientes alimentos en el mundo. La presión ejercida por la demanda de etanol de maíz causó el año pasado en México un aumento de 50 por ciento en el precio de las tortillas, la base de la alimentación de los mexicanos.
China e India están comenzando a sufrir la inflación provocada por el encarecimiento del maíz y de la soja. Las existencias mundiales de alimentos se reducen a niveles en los cuales no será posible contrarrestar una gran hambruna como las que las sequías, las inundaciones y otros disturbios climáticos provocan cada vez con más frecuencia.
Pero el etanol de fuentes no alimentarias podría proporcionar significativos beneficios ambientales y económicos y evitar la oposición, éticamente detestable, entre combustible para los ricos o alimento para los hambrientos.
Por ejemplo, el etanol de celulosa, a su vez obtenida de desechos de madera y de pasturas, ofrece una alternativa potencial.
Considerado inicialmente hace una década, ha sido lento en desarrollarse por la escasez de capitales e investigaciones y por un obstáculo tecnológico sustancial para obtener de modo eficaz y económico la descomposición enzimática de la compleja cadena química de la celulosa a gran escala. Hasta hoy no se ha construido ninguna gran planta de etanol de celulosa y ese proceso enzimático sigue siendo más caro que el del maíz.
La clave para reducir los impactos económicos y ambientales del etanol consiste en usar desechos alimenticios y cultivos explícitamente dedicados a la producción de combustibles en tierras desgastadas o no apropiadas para otras formas de agricultura.
Hay una especie de justicia poética en replantar las Grandes Planicies de América del Norte con las resistentes pasturas originarias que alguna vez alimentaron a millones de búfalos. Pese a que este tipo de producción está muy atrás en subsidios y en inversiones respecto del maíz, el etanol de celulosa está comenzando a ganar impulso.
No hubo nada en las últimas décadas que haya generado en el sector privado tanto entusiasmo ni inversiones como esta producción, dice Keith Collins, economista jefe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Sin embargo, aunque el maíz sea finalmente reemplazado por la celulosa, seguiremos enfrentando el desafío de poner a los intermediarios del agronegocio, una de las fuerzas más potentes en el mundo, a tono con las necesidades humanas que están lejos de ser su prioridad.
Irónicamente, los altos precios de los alimentos no ayudan a los agricultores ni a los consumidores. Como decía una balada popular en tiempos de la Depresión en Estados Unidos, el intermediario es el que se lleva todo.
El alimento debe estar sobre todo al servicio de un derecho humano, y no ser una simple materia prima que se comercia a expensas de aquellos que no pueden permitírsela. Debemos tomar conciencia de esto y estructurar un sistema de producción de combustibles y de alimentos más inspirado en valores humanos que en el interés de los accionistas.
* El autor es columnista y director del premiado programa radial A World of Possibilities. Derechos reservados IPS.
Más allá del etanol de maíz, hay que buscar energías que superen la oposición éticamente detestable entre combustible para los ricos o alimento para los hambrientos, dice en esta columna el periodista Mark Sommer.
ARCATA, California, 12 nov (Tierramérica).- Como un estudiante holgazán ante la inminencia de un examen final, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, afronta la crisis de los hidrocarburos estableciendo ambiciosas metas para producir anualmente 35 mil millones de galones de agrocombustibles para 2017.
El gobierno de Bush aprieta el acelerador en la producción de etanol, alarmado por el aumento del precio del petróleo, la inestabilidad en regiones ricas en hidrocarburos y la creciente competencia por esos recursos de potencias como China e India.
Pero, empujado por poderosos intereses, el presidente eligió el maíz para destilar etanol, una opción cara, ineficiente y destructiva.
El etanol no es intrínsecamente un mal negocio. Aunque ha estado en el tapete desde que Henry Ford lo consideró como el combustible para su modelo Ford T, la única nación que ha explotado su potencial práctico es Brasil.
Un amplio sector del transporte de ese país utiliza etanol refinado de la caña de azúcar, que llena los tanques de vehículos adaptados al uso de ese biocombustible, fabricados en el propio Brasil.
Con una eficacia energética ocho veces superior a la del alcohol carburante de maíz, el etanol brasileño habría conquistado por completo el mercado estadounidense si Washington no le hubiera aplicado un arancel aduanero de 54 centavos de dólar por galón (3,78 litros) para proteger los intereses de los maiceros estadounidenses.
En los últimos años, grandes empresas distribuidoras de alimentos como Cargill y Archer Daniels Midland han presionado a la Casa Blanca y al Congreso legislativo para obtener generosas subvenciones a la producción de maíz, que se suman a la barrera arancelaria de 54 centavos por galón.
El etanol de maíz resulta un mal negocio en muchos aspectos. Como antídoto al cambio climático su aporte es insignificante, dado que emite solamente 13 por ciento menos de gases de efecto invernadero que la gasolina.
Sus costos elevados son ya evidentes para 800 millones de personas que no tienen suficientes alimentos en el mundo. La presión ejercida por la demanda de etanol de maíz causó el año pasado en México un aumento de 50 por ciento en el precio de las tortillas, la base de la alimentación de los mexicanos.
China e India están comenzando a sufrir la inflación provocada por el encarecimiento del maíz y de la soja. Las existencias mundiales de alimentos se reducen a niveles en los cuales no será posible contrarrestar una gran hambruna como las que las sequías, las inundaciones y otros disturbios climáticos provocan cada vez con más frecuencia.
Pero el etanol de fuentes no alimentarias podría proporcionar significativos beneficios ambientales y económicos y evitar la oposición, éticamente detestable, entre combustible para los ricos o alimento para los hambrientos.
Por ejemplo, el etanol de celulosa, a su vez obtenida de desechos de madera y de pasturas, ofrece una alternativa potencial.
Considerado inicialmente hace una década, ha sido lento en desarrollarse por la escasez de capitales e investigaciones y por un obstáculo tecnológico sustancial para obtener de modo eficaz y económico la descomposición enzimática de la compleja cadena química de la celulosa a gran escala. Hasta hoy no se ha construido ninguna gran planta de etanol de celulosa y ese proceso enzimático sigue siendo más caro que el del maíz.
La clave para reducir los impactos económicos y ambientales del etanol consiste en usar desechos alimenticios y cultivos explícitamente dedicados a la producción de combustibles en tierras desgastadas o no apropiadas para otras formas de agricultura.
Hay una especie de justicia poética en replantar las Grandes Planicies de América del Norte con las resistentes pasturas originarias que alguna vez alimentaron a millones de búfalos. Pese a que este tipo de producción está muy atrás en subsidios y en inversiones respecto del maíz, el etanol de celulosa está comenzando a ganar impulso.
No hubo nada en las últimas décadas que haya generado en el sector privado tanto entusiasmo ni inversiones como esta producción, dice Keith Collins, economista jefe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Sin embargo, aunque el maíz sea finalmente reemplazado por la celulosa, seguiremos enfrentando el desafío de poner a los intermediarios del agronegocio, una de las fuerzas más potentes en el mundo, a tono con las necesidades humanas que están lejos de ser su prioridad.
Irónicamente, los altos precios de los alimentos no ayudan a los agricultores ni a los consumidores. Como decía una balada popular en tiempos de la Depresión en Estados Unidos, el intermediario es el que se lleva todo.
El alimento debe estar sobre todo al servicio de un derecho humano, y no ser una simple materia prima que se comercia a expensas de aquellos que no pueden permitírsela. Debemos tomar conciencia de esto y estructurar un sistema de producción de combustibles y de alimentos más inspirado en valores humanos que en el interés de los accionistas.
* El autor es columnista y director del premiado programa radial A World of Possibilities. Derechos reservados IPS.
miércoles, noviembre 07, 2007
Revolución de los biocombustibles llega a la aviación
Por Mario Osava
Un combustible alternativo para la aviación debe ser compartido, de uso transfronterizo y ajeno a proteccionismos, dice el inventor del bioqueroseno y del biodiésel.
RÍO DE JANEIRO, 5 nov (Tierramérica).- El bioqueroseno tiene potencial para despegar en el mercado internacional a más velocidad que otros combustibles alternativos, aunque sea el más nuevo y el que enfrenta exigencias de calidad más extremas por destinarse a la aviación.
Los aviones tienen una vida útil de unos 30 a 40 años. Y sus fabricantes quieren asegurarles combustible hasta el final, explica a Tierramérica el ingeniero químico Expedito Parente, quien inventó hace casi tres décadas el biodiésel y el bioqueroseno, ambos refinados de plantas oleaginosas.
Antes de que los aviones nuevos sean desguazados, el petróleo puede desaparecer o costar demasiado para operaciones comerciales de gran consumo de combustible. Por eso no deberían faltar inversiones para desarrollar, perfeccionar y producir el queroseno vegetal, estimuladas también por la presión del cambio climático.
El auge de combustibles destilados de vegetales --maíz, caña de azúcar, palmas y soja, entre otros-- obedece a que liberan menos gases de efecto invernadero que los derivados del petróleo, y al agotamiento cada vez más próximo de éstos.
El queroseno vegetal se está probando "en toda la cadena del transporte aéreo, incluyendo fabricantes de aviones, turbinas y accesorios y la red de distribución de combustibles aeronáuticos", informa Parente. En dos años debería ser confirmado como alternativa válida al queroseno del petróleo, prevé.
El proceso involucra a "todo el universo interesado", destaca y evita nombrar a la estadounidense Boeing, la mayor fabricante mundial de aviones que firmó un acuerdo de cooperación con Tecbio, la empresa que Parente fundó en 2001 para impulsar sus proyectos. "El convenio inicial fue ampliado a los demás actores", aclara.
Su énfasis responde a una visión que el científico y empresario explica con la didáctica del profesor universitario, ante la pregunta sobre el futuro comercial del bioqueroseno y la posibilidad de que enfrente barreras proteccionistas como las que traban las exportaciones del etanol brasileño a países industriales.
El etanol "tiene su propio mundo, el del transporte individual, de motores pequeños", el biodiésel se destina "al transporte colectivo, a motores y vehículos grandes como camiones, autobuses, tractores, trenes y navíos", y ambos se distinguen del bioqueroseno porque impulsan el transporte terrestre y marítimo, señaló.
A diferencia del biodiésel que se pretende para consumo local, aprovechando las materias primas del lugar, el bioqueroseno de aviación "tiene que ser internacional, compartido", de uso transfronterizo y ajeno a proteccionismos nacionales. Exige "trabajo en red", como se está haciendo con las pruebas, recalca.
Ese aspecto cooperativo también ayuda a acelerar su desarrollo. Además, la aviación no cuenta con la alternativa del motor eléctrico de la que disponen los vehículos terrestres, lo que obliga a concentrar esfuerzos en el bioqueroseno, acota.
Parente patentó sus dos innovaciones en 1980. Pero, por el largo tiempo sin uso, las patentes cayeron y el biodiésel y el bioqueroseno pasaron a ser de dominio público.
Ahora cobran fuerza por la amenaza del cambio climático. En Brasil el biodiésel sólo será mezclado obligatoriamente con el diésel petrolero a partir de enero, en la proporción de dos por ciento, con un rezago de tres años respecto de Europa.
Parente empezó a dedicarse a los biocombustibles a fines de los años 70, como profesor de la Universidad Federal de Ceará, en el Nordeste de Brasil y lejos de los centros dinámicos del país. Su sueño se frustró por el desinterés oficial en la producción de ese combustible y del bioqueroseno, probado con éxito en 1983 en un vuelo de casi mil kilómetros de un avión de fabricación nacional.
Por entonces "había una miopía cerebral", según el experto, que ahora teme "un astigmatismo" que deforme la visión sobre los biocombustibles. La energía procedente de biomasa se distingue de la del petróleo por constituir otro paradigma y por cumplir tres misiones, enseña en sus charlas.
Además de la ambiental, tiene una misión social, pues debe mejorar las condiciones de vida rural, "valorizando al ser humano", y otra estratégica, la de preparar la "era solar" que sucederá a la petrolera, prevé.
A los 67 años, Parente renueva su entusiasmo anunciando para mayo la inauguración de la primera planta "semiindustrial" para refinar aceite de la palma babasú (Orbignya phalerata martins), abundante en 18 millones de hectáreas del Nordeste y la Amazonia oriental, además de un centro de referencia en investigaciones de bioqueroseno.
Es necesaria una buena producción, porque un avión exige por lo menos 10 mil litros de combustible para despegar, comenta. El aceite láurico, que producen las palmas, es la materia prima de su queroseno vegetal para aviones. "Hay otra fuente alternativa", pero que exige aún muchos estudios y es "un secreto a guardar", asegura.
La industria aeronáutica vive una situación singular ante las presiones ambientales y el fin del petróleo, lo que obliga a fuertes inversiones en biocombustibles, única alternativa que parece viable, reconoce Delcio Rodrigues, experto en energía de la organización no gubernamental Vitae Civilis, activa en el problema climático.
El transporte aéreo es uno de los sectores de mayor expansión y es blanco de numerosos informes sobre emisiones de gases invernadero. Pero sustituir el queroseno fósil es difícil, porque los aviones exigen combustibles de “gran intensidad energética” para mantener largas autonomías de vuelo sin aumentar el peso a transportar, explica Rodrigues a Tierramérica.
No sirven alternativas como el etanol de los automóviles, que requiere un consumo mayor que el de gasolina, ejemplifica.
Pero en Brasil el avión agrícola Ipanema vuela con alcohol carburante. Modelo creado por la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer), una de las mayores fabricantes de aeronaves ligeras y medianas, es desde 2004 el primero certificado para consumir etanol. Pero es pequeño y no recorre las largas distancias de los vuelos comerciales.
* Corresponsal de IPS.
Un combustible alternativo para la aviación debe ser compartido, de uso transfronterizo y ajeno a proteccionismos, dice el inventor del bioqueroseno y del biodiésel.
RÍO DE JANEIRO, 5 nov (Tierramérica).- El bioqueroseno tiene potencial para despegar en el mercado internacional a más velocidad que otros combustibles alternativos, aunque sea el más nuevo y el que enfrenta exigencias de calidad más extremas por destinarse a la aviación.
Los aviones tienen una vida útil de unos 30 a 40 años. Y sus fabricantes quieren asegurarles combustible hasta el final, explica a Tierramérica el ingeniero químico Expedito Parente, quien inventó hace casi tres décadas el biodiésel y el bioqueroseno, ambos refinados de plantas oleaginosas.
Antes de que los aviones nuevos sean desguazados, el petróleo puede desaparecer o costar demasiado para operaciones comerciales de gran consumo de combustible. Por eso no deberían faltar inversiones para desarrollar, perfeccionar y producir el queroseno vegetal, estimuladas también por la presión del cambio climático.
El auge de combustibles destilados de vegetales --maíz, caña de azúcar, palmas y soja, entre otros-- obedece a que liberan menos gases de efecto invernadero que los derivados del petróleo, y al agotamiento cada vez más próximo de éstos.
El queroseno vegetal se está probando "en toda la cadena del transporte aéreo, incluyendo fabricantes de aviones, turbinas y accesorios y la red de distribución de combustibles aeronáuticos", informa Parente. En dos años debería ser confirmado como alternativa válida al queroseno del petróleo, prevé.
El proceso involucra a "todo el universo interesado", destaca y evita nombrar a la estadounidense Boeing, la mayor fabricante mundial de aviones que firmó un acuerdo de cooperación con Tecbio, la empresa que Parente fundó en 2001 para impulsar sus proyectos. "El convenio inicial fue ampliado a los demás actores", aclara.
Su énfasis responde a una visión que el científico y empresario explica con la didáctica del profesor universitario, ante la pregunta sobre el futuro comercial del bioqueroseno y la posibilidad de que enfrente barreras proteccionistas como las que traban las exportaciones del etanol brasileño a países industriales.
El etanol "tiene su propio mundo, el del transporte individual, de motores pequeños", el biodiésel se destina "al transporte colectivo, a motores y vehículos grandes como camiones, autobuses, tractores, trenes y navíos", y ambos se distinguen del bioqueroseno porque impulsan el transporte terrestre y marítimo, señaló.
A diferencia del biodiésel que se pretende para consumo local, aprovechando las materias primas del lugar, el bioqueroseno de aviación "tiene que ser internacional, compartido", de uso transfronterizo y ajeno a proteccionismos nacionales. Exige "trabajo en red", como se está haciendo con las pruebas, recalca.
Ese aspecto cooperativo también ayuda a acelerar su desarrollo. Además, la aviación no cuenta con la alternativa del motor eléctrico de la que disponen los vehículos terrestres, lo que obliga a concentrar esfuerzos en el bioqueroseno, acota.
Parente patentó sus dos innovaciones en 1980. Pero, por el largo tiempo sin uso, las patentes cayeron y el biodiésel y el bioqueroseno pasaron a ser de dominio público.
Ahora cobran fuerza por la amenaza del cambio climático. En Brasil el biodiésel sólo será mezclado obligatoriamente con el diésel petrolero a partir de enero, en la proporción de dos por ciento, con un rezago de tres años respecto de Europa.
Parente empezó a dedicarse a los biocombustibles a fines de los años 70, como profesor de la Universidad Federal de Ceará, en el Nordeste de Brasil y lejos de los centros dinámicos del país. Su sueño se frustró por el desinterés oficial en la producción de ese combustible y del bioqueroseno, probado con éxito en 1983 en un vuelo de casi mil kilómetros de un avión de fabricación nacional.
Por entonces "había una miopía cerebral", según el experto, que ahora teme "un astigmatismo" que deforme la visión sobre los biocombustibles. La energía procedente de biomasa se distingue de la del petróleo por constituir otro paradigma y por cumplir tres misiones, enseña en sus charlas.
Además de la ambiental, tiene una misión social, pues debe mejorar las condiciones de vida rural, "valorizando al ser humano", y otra estratégica, la de preparar la "era solar" que sucederá a la petrolera, prevé.
A los 67 años, Parente renueva su entusiasmo anunciando para mayo la inauguración de la primera planta "semiindustrial" para refinar aceite de la palma babasú (Orbignya phalerata martins), abundante en 18 millones de hectáreas del Nordeste y la Amazonia oriental, además de un centro de referencia en investigaciones de bioqueroseno.
Es necesaria una buena producción, porque un avión exige por lo menos 10 mil litros de combustible para despegar, comenta. El aceite láurico, que producen las palmas, es la materia prima de su queroseno vegetal para aviones. "Hay otra fuente alternativa", pero que exige aún muchos estudios y es "un secreto a guardar", asegura.
La industria aeronáutica vive una situación singular ante las presiones ambientales y el fin del petróleo, lo que obliga a fuertes inversiones en biocombustibles, única alternativa que parece viable, reconoce Delcio Rodrigues, experto en energía de la organización no gubernamental Vitae Civilis, activa en el problema climático.
El transporte aéreo es uno de los sectores de mayor expansión y es blanco de numerosos informes sobre emisiones de gases invernadero. Pero sustituir el queroseno fósil es difícil, porque los aviones exigen combustibles de “gran intensidad energética” para mantener largas autonomías de vuelo sin aumentar el peso a transportar, explica Rodrigues a Tierramérica.
No sirven alternativas como el etanol de los automóviles, que requiere un consumo mayor que el de gasolina, ejemplifica.
Pero en Brasil el avión agrícola Ipanema vuela con alcohol carburante. Modelo creado por la Empresa Brasileña de Aeronáutica (Embraer), una de las mayores fabricantes de aeronaves ligeras y medianas, es desde 2004 el primero certificado para consumir etanol. Pero es pequeño y no recorre las largas distancias de los vuelos comerciales.
* Corresponsal de IPS.
lunes, noviembre 05, 2007
Menores emisiones tóxicas de las plantas industriales líderes de América del Norte; aumentan, en cambio, las de otras plantas
Nuevos datos de México permiten el primer análisis trinacional de emisiones y transferencias de contaminantes
Comisión para la Cooperación ambiental
Montreal, 18/10/2007 – La publicación más reciente del informe En balance de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) revela que la disminución continua en las emisiones de sustancias tóxicas al medio ambiente en Canadá y Estados Unidos —15 por ciento de 1998 a 2004— está siendo impulsada por un grupo de plantas industriales que son las mayores generadoras de emisiones.
Sin embargo, de acuerdo con el informe de la CCA, el importante papel de las principales plantas generadoras de residuos contrasta de manera marcada con un aumento significativo en las emisiones y transferencias de sustancias químicas de un grupo mucho mayor de plantas industriales que registran menores niveles de emisiones.
En el informe anual, dado a conocer hoy, se compara la contaminación industrial de un conjunto combinado de establecimientos de Canadá y Estados Unidos: tres millones de toneladas de sustancias emitidas o transferidas en ambos países en 2004. Más de un tercio de este total se emitió en sitio (ello incluye un volumen superior a 700,000 toneladas emitidas al aire), y otro tercio se transfirió para reciclaje.
Cabe destacar que, por vez primera, En balance ofrece también información sobre México. En los tres países, las sustancias registradas por la mayor proporción de plantas industriales fueron metales (plomo, cromo, níquel y mercurio) y sus compuestos.
“Queda claro que las acciones gubernamentales y de la industria para limitar las emisiones de sustancias químicas muestran un avance constante”, señaló el director ejecutivo de la CCA, Adrián Vázquez Gálvez. “También se desprende del análisis que un gran número de plantas industriales pequeñas y medianas necesitan hacer más para reducir sus residuos y emisiones a fin de que veamos aún mayores avances en América del Norte. Confiamos en que los avances logrados por los líderes industriales y el hecho de que la prevención de la contaminación sea una estrategia probada alienten a todos los sectores a enfrentar los problemas de contaminación desde su origen.”
El análisis de la CCA demuestra que las instalaciones de Canadá y Estados Unidos que registraron actividades de prevención de la contaminación —rediseño de productos y procedimientos, detección de derrames y fugas, y sustitución de materias primas— lograron reducciones en el periodo 2002-2004. Las plantas que no llevaron a cabo estas actividades no mostraron avances similares.
La nueva edición de En balance incluye un capítulo especial en el que se presenta un examen detallado del reciclaje industrial en la región. Los resultados señalan que se recicló más de un tercio de las emisiones y transferencias de Canadá y Estados Unidos registradas en 2004, es decir, un volumen por arriba del millón de toneladas. El reciclaje ha aumentado en años recientes debido a los incrementos en la producción y en los precios de la chatarra de metal; de hecho, la mayoría de los materiales reciclados fueron metales, entre otros: cobre, zinc, plomo y sus compuestos.
El análisis trilateral se basa en un conjunto de datos combinados de 9 sectores industriales, 56 sustancias químicas y más de 10,000 plantas industriales, y compara las emisiones y transferencias de plantas similares en Canadá, Estados Unidos y México. El informe refleja un patrón distinto de emisiones y transferencias para cada uno de los tres países.
Las comparaciones de las emisiones industriales de los tres países seguirán mejorando a medida que la CCA trabaje con los gobiernos, la industria y ONG para aumentar el número de sustancias químicas y plantas comparables.
En balance compila información del Inventario Nacional de Emisiones de Contaminantes (National Pollutant Release Inventory, NPRI) de Canadá, el Inventario de Emisiones Tóxicas (Toxics Release Inventory,TRI) de Estados Unidos y, comenzando con su primer año de registro obligatorio en 2004, el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes de México.
Comisión para la Cooperación ambiental
Montreal, 18/10/2007 – La publicación más reciente del informe En balance de la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) revela que la disminución continua en las emisiones de sustancias tóxicas al medio ambiente en Canadá y Estados Unidos —15 por ciento de 1998 a 2004— está siendo impulsada por un grupo de plantas industriales que son las mayores generadoras de emisiones.
Sin embargo, de acuerdo con el informe de la CCA, el importante papel de las principales plantas generadoras de residuos contrasta de manera marcada con un aumento significativo en las emisiones y transferencias de sustancias químicas de un grupo mucho mayor de plantas industriales que registran menores niveles de emisiones.
En el informe anual, dado a conocer hoy, se compara la contaminación industrial de un conjunto combinado de establecimientos de Canadá y Estados Unidos: tres millones de toneladas de sustancias emitidas o transferidas en ambos países en 2004. Más de un tercio de este total se emitió en sitio (ello incluye un volumen superior a 700,000 toneladas emitidas al aire), y otro tercio se transfirió para reciclaje.
Cabe destacar que, por vez primera, En balance ofrece también información sobre México. En los tres países, las sustancias registradas por la mayor proporción de plantas industriales fueron metales (plomo, cromo, níquel y mercurio) y sus compuestos.
“Queda claro que las acciones gubernamentales y de la industria para limitar las emisiones de sustancias químicas muestran un avance constante”, señaló el director ejecutivo de la CCA, Adrián Vázquez Gálvez. “También se desprende del análisis que un gran número de plantas industriales pequeñas y medianas necesitan hacer más para reducir sus residuos y emisiones a fin de que veamos aún mayores avances en América del Norte. Confiamos en que los avances logrados por los líderes industriales y el hecho de que la prevención de la contaminación sea una estrategia probada alienten a todos los sectores a enfrentar los problemas de contaminación desde su origen.”
El análisis de la CCA demuestra que las instalaciones de Canadá y Estados Unidos que registraron actividades de prevención de la contaminación —rediseño de productos y procedimientos, detección de derrames y fugas, y sustitución de materias primas— lograron reducciones en el periodo 2002-2004. Las plantas que no llevaron a cabo estas actividades no mostraron avances similares.
La nueva edición de En balance incluye un capítulo especial en el que se presenta un examen detallado del reciclaje industrial en la región. Los resultados señalan que se recicló más de un tercio de las emisiones y transferencias de Canadá y Estados Unidos registradas en 2004, es decir, un volumen por arriba del millón de toneladas. El reciclaje ha aumentado en años recientes debido a los incrementos en la producción y en los precios de la chatarra de metal; de hecho, la mayoría de los materiales reciclados fueron metales, entre otros: cobre, zinc, plomo y sus compuestos.
El análisis trilateral se basa en un conjunto de datos combinados de 9 sectores industriales, 56 sustancias químicas y más de 10,000 plantas industriales, y compara las emisiones y transferencias de plantas similares en Canadá, Estados Unidos y México. El informe refleja un patrón distinto de emisiones y transferencias para cada uno de los tres países.
Las comparaciones de las emisiones industriales de los tres países seguirán mejorando a medida que la CCA trabaje con los gobiernos, la industria y ONG para aumentar el número de sustancias químicas y plantas comparables.
En balance compila información del Inventario Nacional de Emisiones de Contaminantes (National Pollutant Release Inventory, NPRI) de Canadá, el Inventario de Emisiones Tóxicas (Toxics Release Inventory,TRI) de Estados Unidos y, comenzando con su primer año de registro obligatorio en 2004, el Registro de Emisiones y Transferencia de Contaminantes de México.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)