martes, enero 09, 2007

Deforestación amenaza biodiversidad

Detectan investigadores 25 ‘focos rojos’ en las áreas protegidas de Veracruz; 4.8% de la vegetación natural se perdió en un periodo de 10 años, advierten

ÉDGAR ÁVILA PÉREZ/ CORRESPONSAL
El Universal
Domingo 24 de diciembre de 2006

XALAPA, Ver.— Con el uso de imágenes satelitales y verificaciones de campo con técnicas de geoposicionamiento, investigadores de la Universidad Veracruzana (UV) detectaron 25 focos rojos de áreas naturales en esta entidad que por su alta diversidad y vulnerabilidad deben ser objeto de acciones inmediatas para defender y preservar su riqueza biológica.
Y no es un asunto menor cuando se sabe que Veracruz ocupa el tercer lugar en biodiversidad del país, con una flora calculada entre las 7 mil 700 y 9 mil 136 especies.

El estado se encuentra en los primeros lugares en poseer especies que no existen en ningún otro sitio del país y del planeta, y que se le considera el único donde se observa la transición entre zonas tropicales y templadas.

En este escenario ambiental, los integrantes del Centro de Investigaciones Tropicales de la UV detectaron que la población veracruzana realiza una amplia gama de actividades productivas que “han cambiando y siguen modificando drásticamente su entorno natural en formas y magnitudes diversas”.

Es así que la expansión de actividades agropecuarias, la infraestructura vial y la urbanización, son las causas principales de la deforestación y la pérdida de vegetación natural.

Estos cambios de cobertura de vegetación y uso del suelo dentro del paisaje veracruzano, coincidieron los investigadores, tienen un efecto negativo en al entorno natural, que provocan la reducción de la riqueza biológica y los servicios ambientales, la destrucción y fragmentación de hábitats, todo esto, —advierten— contribuye al cambio climático global.

Los resultados de la investigación denominada Focos rojos para la conservación de la biodiversidad en el estado de Veracruz, establecieron que deben ser protegidos urgentemente nueve humedales y zonas costeras, cinco sitios en los que predomina la selva subhúmeda, cuatro de bosque mesófilo de montaña, cuatro más de bosque de pino y encino, un matorral xerófilo, y uno de selva baja.

De acuerdo con la superficie de vegetación, los más prioritarios son el valle del Uxpanapa, la selva de los Tuxtlas, los humedales de Coatzacoalcos, la laguna de Tamiahua y el bosque mesófilo de la Sierra Madre Oriental, según los resultados finales de la indagatoria de los investigadores Edgard Alan Ellis, Marisol Martínez Bello y Roberto Monroy Ibarra.

Estos sitios presentan una extensión considerable y ecológicamente funcional de vegetación natural, así como daños en su interior; sin embargo, todas ellas están rodeadas por fuertes amenazas que ponen en riesgo la permanencia de las mismas.

Daños causados

Los resultados de este trabajo de investigación de dos años, revelaron que se detectó que 340 mil 932 hectáreas están deforestadas; es decir, aproximadamente 4.8% de la vegetación natural y perturbada se perdió en un periodo de 10 años.

Los sitios más dramáticamente afectados fueron a causa de la expansión agropecuaria y urbana o por apertura de carreteras; empero, el análisis revela que Veracruz aún conserva 26% de la vegetación.

De tal forma que las amenazas principales para 25 zonas son la explotación forestal, extracción de especies, uso de suelo, deforestación, urbanización, contaminación por químicos, infraestructura para el transporte, infraestructura industrial y producción de energía y una fuerte densidad poblacional.

Y es que según el informe El medio ambiente en México, de la Secretaría del medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Veracruz ocupa el primer sitio nacional en la pérdida de vegetación natural con 19% entre los años 1993 y 2000, y con una superficie mínima restante de 15%.

Es el segundo estado en incrementar más velozmente entre el año 2000 y el 2003 su red de carreteras (12.45% anual), lo que favorece la fragmentación del hábitat y la mortandad de animales que se desplazan cruzando por los caminos.

Por si no fuera suficiente, el análisis universitario mostró que sólo 12 de las 22 Áreas Naturales Protegidas de Veracruz coinciden con las áreas prioritarias para la conservación determinadas, y sólo tres de estos focos rojos están protegidos en más de 50%.

La mayoría de las Áreas Naturales Protegidas no están cuidando los sitios que deberían y por otra parte en algunos casos, su área decretada es tan pequeña que dejan de tener una función ecológica importante a escala de paisaje.

Según los expertos, es urgente una recategorización de las áreas existentes y decretar nuevas a través de un diseño previo que involucre a todo el estado.

Y dado que Veracruz posee sólo 8.6% de su territorio cubierto de vegetación natural, debe iniciarse también un proceso de restauración y recuperación de la vegetación perturbada, dirigido a sitios estratégicos y aptos para tales propósitos y que mejoren la calidad de las Áreas Naturales Protegidas.

En este panorama dos cosas son muy necesarias —dicen— por un lado, la creación de mecanismos que permitan la investigación y monitoreo de esas áreas, y la inversión de capital para infraestructura y recursos humanos.

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