MÉXICO, 3 jun (IPS) - Cuando faltan menos de seis meses para que México acoja una nueva cumbre mundial sobre el clima, las organizaciones anfitrionas del foro paralelo están fracturadas sobre cómo realizarlo, lo que podría debilitar su papel en las negociaciones globales.
Las divergencias se concentran en el tipo de espacio que debe aglutinar a las organizaciones no gubernamentales (ONG) en el balneario caribeño de Cancún, donde tendrá lugar la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16), entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre.
Las ONG que organizaron el Klimaforum 2009, paralelo a la COP 15 celebrada en Copenhague entre el 7 y el 18 de diciembre, y un sector de grupos ecologistas locales quieren repetir la fórmula, mientras que otra parte importante de movimientos y activistas prefiere un esquema más acorde con la realidad mexicana y latinoamericana.
Las desavenencias "surgen principalmente por equilibrios de poder", dijo a IPS Miguel Valencia, uno de los 10 integrantes del Comité Organizador Mexicano del Klimaforum 2010.
"Las grandes ONG internacionales, como Greenpeace y Oxfam, están acomodadas tolerándoles demasiadas cosas a los gobiernos. Aceptan programas y temas que están en negociación en la cumbre y que son intolerables para los movimientos sociales", detalló.
Luego de la fracasada cumbre de Copenhague, una treintena de organizaciones danesas entregaron la estafeta del KlimaForum a representantes de organizaciones mexicanas. En esa edición del foro, también conocido como Cumbre de los Pueblos, participaron unos 50.000 activistas y se realizaron más de 300 actos.
El comité organizador se instaló en febrero y sus reuniones con otras ONG mexicanas, para establecer conjuntamente el espacio de la sociedad civil en la COP 16, comenzaron de inmediato.
El primer encontronazo abierto se produjo durante la Cumbre Mundial de los Pueblos frente al Cambio Climático, realizada en la ciudad boliviana de Cochabamba entre el 20 y 22 de abril.
En ese escenario, un grupo de ONG latinoamericanas difundió un mensaje que sostuvo que "si bien respetamos y valoramos la experiencia del Klimaforum, éste respondía al contexto europeo y danés, específicamente".
"Intentar trasladarlo o importarlo a nuestra región implica desconocer la realidad de nuestras luchas, así como la identidad y la historia de las movilizaciones en el continente", argumentaron las organizaciones opuestas a imitar el foro de Copenhague.
La escisión de las ONG mexicanas se consumó en una reunión el 12 de mayo en Ciudad de México, cuando se hicieron insalvables las diferencias sobre como representar mejor los intereses de la sociedad en la cumbre de Cancún.
En un lado quedaron el comité organizador de Klimaforum 2010 y medio centenar de ONG mexicanas y en otro las filiales aztecas de grandes organizaciones mundiales -como Amigos de la Tierra, Greenpeace y Oxfam- y exponentes tradicionales del ambientalismo local, como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental.
Gustavo Ampugnani, coordinador de política para América Latina de Greenpeace, minimizó las diferencias.
"Son dos espacios que conviven mutuamente. Quizás algunos están más interesados en influir en el proceso de negociación y otros descreen de ese proceso", dijo a IPS, en alusión a las duras críticas de Valencia contra el papel cumplido por las cúpulas de las ONG ambientalistas en las discusiones globales de los gobiernos.
La pugna generó preocupación entre ONG europeas que estarán presentes en Cancún y que esperan que la situación pueda recomponerse y no termine por haber, como quedó proyectado en mayo, dos foros sociales contrapuestos como expresión de la sociedad civil del planeta.
Miembros del Comité Danés del Klimaforum emitieron una carta abierta respecto a la organización del espacio de la sociedad civil en Cancún.
"Es nuestra esperanza de que podamos aprender de las experiencias, errores y éxitos del Klimaforum 2009, en un modo que contribuya al progresivo fortalecimiento de los movimientos de base y de la sociedad civil en todo el mundo y el mayor desarrollo de la dinámica de los movimientos", escribieron Mathilde Kaalund-Jørgensen y John Holten-Andersen.
La COP 15 cerró con un fracaso cuando los más de 120 gobiernos participantes solo pudieron alcanzar un acuerdo sin compromisos obligatorios. En Cancún se pretende que sea suscrito un convenio que le dé continuidad al Protocolo de Kyoto, que entró en vigor en 2005 y que quedará sin efecto en 2012.
El Protocolo de Kyoto obliga a los 37 países con economías más industrializadas que lo ratificaron a reducir para 2012 sus emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del aumento de la temperatura del planeta, en al menos 5,2 por ciento, con respecto a los niveles de 1990.
"Lo peor que puede pasar es que la postura de la sociedad civil frente a las negociaciones salga debilitada y el trabajo se diluya", aseguró a IPS una fuente cercana al proceso de diálogo de las ONG mexicanas para la COP 16.
Fondos europeos destinados al Klimaforum 2010 están congelados, según su comité organizador, que ha optado por proseguir con su iniciativa, al margen de lo que las otras ONG mexicanas decidan.
El Klimaforum 2009 costó poco más de 125 millones de dólares, aportados mayoritariamente por el gobierno de Dinamarca.
Los organizadores del Klimaforum 2010 pidieron al gobierno mexicano y a la alcaldía de Cancún que provea de instalaciones para las actividades que formarán parte del programa de ese encuentro de la sociedad civil.
Para Valencia, la fragmentación "debilita la postura de la sociedad civil" frente a Cancún, donde "va a haber cuatro o 10 cumbres de los pueblos".
"La sociedad civil mexicana es diversa, hay que celebrar eso. Lo que ha pasado no va a afectar las posturas de la sociedad civil frente a las negociaciones formales", aseguró Ampugnani.
La carta danesa llamó "a todas las voces preocupadas y radicales a unirse para crear un foro diverso y decidido para los movimientos sociales, políticos y ecológicos". (FIN/2010)
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