En los últimos quince años la cafeticultura estatal ha enfrentado progresivamente "una crisis devastadora expresada en una dramática disminución de la producción y una sensible baja en la calidad del grano, todo ello producto, por un lado, de la caída de los precios internacionales del café, de la ausencia de políticas públicas eficaces dirigidas a fomentar ordenadamente esta actividad, a la falta de financiamientos adecuados y a la desaparición de instituciones que proporcionen o faciliten asistencia técnica oportuna".
Es el veredicto de Mario Cortés Jarquín, presidente de la Unión Estatal de Productores de Café, afiliada a la Confederación Nacional de la Pequeña Propiedad Rural, durante la presentación de la "Guía Técnica para la Rehabilitación de Cafetales", en las plantaciones de café bajo sombra en la región Pluma-Loxicha.
Este conjunto de factores, agregó, "se tradujo en un abandono de las plantaciones realizándose trabajos mínimos de mantenimiento, aparición de plagas y enfermedades para el café en las zonas descuidadas, disminución de ingresos de los productores de aproximadamente el 65 por ciento respecto de la década anterior".
Con todo lo anterior, explicó, se ha acentuado la pobreza en las regiones cafetaleras y como consecuencia de ello se ha profundizado el fenómeno migratorio y la marginación en que viven actualmente los pueblos cafetaleros de Oaxaca.
Por su parte, Gonzalo Villalobos López, director general de la Agencia de Desarrollo Rural BIOAX, responsable de la "Guía Técnica para Rehabilitación de Cafetales", detalló que en la región Pluma-Loxicha la situación de la cafeticultura puede describirse de la siguiente manera:"99 por ciento de los productores son pequeños cultivando predios menores de 5 hectáreas, los rangos de densidades de plantación están en el orden de 800 plantas por hectárea con bajísimos rendimientos (de 2 a 4 quintales por hectárea), que con un buen manejo podría llegar a duplicar o triplicar el número de plantas por unidad de superficie y mejorar los rendimientos".
A pesar de todo, enfatizó el ponente, "la zona ofrece todavía buen café, existe aun buena disposición y ánimo de los productores para retomar la actividad, actualmente se conservan los recursos naturales y se protege la biodiversidad, existe en la región una oferta de empleo rural con salarios muy bajos, lo que explica en buena medida que se defina esta zona como de alta marginación".
Además, dijo, "las plantaciones de café son viejas y por lo tanto con bajos rendimientos, plagadas y enfermas, en su mayoría están siendo abandonadas o destruidas en la búsqueda de nuevas fuentes de ingreso".
Cabe destacar que en la región Pluma-Loxicha la producción del aromático es bajo sombra, y eso ha favorecido la conservación del bosque y los servicios ambientales reduciendo los efectos adversos del cambio climático.
"Se trata de una zona con diversidad biológica única en flora y fauna, tanto así que el Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund) tiene catalogada a la región cafetalera de Pluma-Loxicha como una zona estratégica por su diversidad biológica debido a su alto endemismo y número de especies de distribución restringida, a sus bosques húmedos estables y al gran mosaico complejo de comunidades vegetales".
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