El Financiero. 15 de junio de 2010 Universo Pyme Eduardo Torreblanca Jacques
Es muy triste constatar que México ha dejado de ser una nación sana y que la celeridad con que el gobierno federal intenta atender los males nos indica la gravedad de las cosas. Buen momento —al menos en lo relativo a atender la obesidad infantil— para apoyar a las Pymes enemigas de la mala nutrición.
Niños obesos señalan muchos responsables. La falta de una cultura nutricional, la ausencia de opciones sanas, los padres despreocupados, las empresas que fabrican chatarra y los medios electrónicos que la promueven conscientes de que ello hace daño o al menos no hace bien a la población infantil.
No parece momento para señalar culpables, aunque debiera ser necesario determinar responsabilidades para que no vuelva a ocurrir lo que ya pasó.
Nuestros niños, los más obesos del mundo. ¿Qué gobierno puede enorgullecerse de haberlo logrado?
Ahora todos quieren alejar a nuestros hijos de las tentaciones que ganan peso, grasa, colesterol del malo y los niveles de glucosa.
Los refrescos y las grasas trans son las nuevas enemigas. Pero Universo Pyme no ha escuchado a un solo servidor público que convoque a Pymes con productos que sean nutritivos para incorporarlos al menú de las cooperativas escolares.
Y de que hay, hay.
Por ejemplo, Texometl es una Pyme jaliscíense que desde hace varios años responde a la necesidad de saber qué carajos hacer con tanto agave que sembramos y que hoy se pudre en el campo por su bajo precio.
En los años en que el kilo estaba por sobre los 17 pesos y las piñas completas pesaban un promedio de 60 kilos, hoy el agave no alcanza a superar los 60 centavos el kilo puesto en planta.
¿Quién quiere sacarle provecho al agave?
Casi nadie. Una Pyme se lanzó a la tarea de sacarle provecho, y en alianza estratégica con quienes saben de laboratorios y procesos químicos consiguen por ocasión primera y a nivel mundial, según aseguran a Universo Pyme, caramelizar el agave.
Se trata de unos dulces de caramelo, que en realidad le afirmo que saben muy ricos, sin que abrume el dulzor.
Caramelizarlo tardó cuatro años de investigación y por el momento hay un solo sabor, aunque van a enriquecerlo con vitaminas y minerales y le agregarán sabores de frutas.
Son productos que pueden ser consumidos por diabéticos por su nivel de asimilación en el cuerpo humano (índice glucémíco de 17.5), no propician las bacterias en los dientes y se ha comprobado que ni aun masticándolos se propician de manera especial las caries.
Tiene esta Pyme una paleta de caramelo con sabores de limón , naranja y yerbabuena con el mismo principio.
Pero también un producto que contiene en un sashet, sobrecito, que además de darle energía al niño le ofrece las bacterias buenas que requiere el organismo para un funcionamiento óptimo.
Todo derivado del agave y con relación a una empresa del sector social que fue en su momento soportada por el gobierno federal para que los responsables de la siembra y cosecha del maguey pudieran soportar los malos momentos en los precios del agave.
Los datos de la Pyme, como costumbre de esta columna: www.texornetl.com y ventas@texometl.com.
Pero si esta Pyme es digna de atención, la referente al proyecto de productos infantiles de Gialive no tiene referente alguno a nivel mundial.
La historia, relatada más en extenso por este espacio en fechas anteriores (buscar: gialive, una Pyme biotecnología mexicana en EL FINANCIERO en línea o en www.universopyme.com.mx sección Columna Universo Pyme), surge de un suceso dramático que encontró feliz final gracias al trabajo de un mexicano, científico mexicano, Edgar Arroyo, y su señora esposa, quienes en cuatro años de trabajo de investigación encuentran una cura a una enfermedad "exótica" que atacó a su hijo y que prometía llevarlo hacia un estado de permanente presencia vegetativa.
En la búsqueda consiguen los elementos para una patente que es una de las cinco en materia biotecnológica mexicana más importantes en América Latina.
Esta empresa tiene hoy 40 productos que se manufacturan en Aguascalientes en una planta subutilizada en función de su capacidad de producción.
Pero una de las áreas más importantes de esta Pyme mexicana es la niñez, y de esos 40 productos que procuran la salud del organismo existen al menos 12 dedicados específicamente a los niños y la necesidad de que cuenten con mejor nutrición.
Popotes con una suerte de chochitos que al paso de la leche o del agua sueltan un saborizante de chocolate que no sólo tiene el sabor sino la molécula principal de la empresa.
El producto, de nombre Gia Pop, cuenta con nueve vitaminas distintas, con niacina, biotina, cobre, calcio, zinc, fósforo, manganeso, magnesio, hierro y ácido fólico. Cero grasas, por cierto.
Productos como Choco Smart, con el componente protengia fortificado con omega-3, polvo para preparar malteadas o bebidas sabor a chocolate.
O un polvo para preparar bebida energizante Gia EN-D, con vitamina A, Cm Caldo, Hierro, y escasas 30 calorías. O su gel^láS^-galleta en parra, congeladas de diversos sabores con ingredientes vitamínicos y muy bajo nivel de azúcar (para productos: vidalg@kanseisc.com y para empresa: www.gialive.com).
El investigador y padre de esta Pyme, por cierto, trabaja en Estados Unidos, y desde ahí mantiene su interés de apoyar a la niñez mexicana y a casos en extremo difíciles como el que tuvo que enfrentar su hijo Andrés, hoy sano y de 17 años.
Opciones existen, porque muy afortunadamente las Pymes que trabajan por las opciones de buena nutrición son decenas y los productos centenares.
Buena oportunidad para que la SEP busque estos productos, lance una convocatoria para concentrar estas opciones, colocarlas en manos de los científicos mexicanos que las validen en sus cualidades para permitir que las mejores Pymes con los mejores productos sean quienes contribuyan a que nuestros hijos dejen de ser vergonzosamente los más obesos del mundo.
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