La FAO presentó segundo informe del estado de esos recursos y la agricultura
La información que albergan determinados cultivos es crucial para el desarrollo de nuevas variedades de crecimiento rápido, elevado rendimiento y resistencia al calor, sequía y plagas
Al presentar el segundo informe del estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo, el organismo expuso que el cambio climático y la creciente inseguridad alimentaria son grandes desafíos que deben afrontar los gobiernos, por lo que hizo un llamado a comenzar la recolección, preservación y uso sostenible de dichos recursos.
La información genética que albergan determinados cultivos es crucial para el desarrollo de nuevas variedades de crecimiento rápido, elevado rendimiento y resistencia al calor, la sequía, salinidad, plagas y enfermedades. Dichas variedades de semillas son necesarias para combatir la inseguridad alimentaria debido al cambio climático, asentó la FAO en un comunicado.
Explicó que 50 por ciento del incremento en el rendimiento de los cultivos en años recientes se deriva de las nuevas variedades de semillas; el riego y los fertilizantes, del restante 50 por ciento.
El primer informe del estado de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en el mundo se publicó hace 12 años, durante este tiempo el panorama alimentario mundial ha cambiado en forma drástica. El hambre se ha reducido en algunos países, pero ha aumentado en otros. Los precios de los combustibles y de los alimentos se han incrementado; la globalización se ha extendido y profundizado, y las importaciones de alimentos baratos en algunos países amenazan la riqueza de la diversidad local.
De acuerdo con la FAO, la evidencia empírica apunta a una continua extinción de la biodiversidad agrícola que reduce la variedad de los cultivos alimentarios tradicionales que sobrevivieron el siglo XX. El organismo de la ONU calcula que 75 por ciento de la diversidad agrícola se perdió entre 1900 y 2000.
Consideró que entre 16 y 22 por ciento de los parientes silvestres de importantes cultivos alimentarios, como cacahuate, papa y frijol, desaparecerán para 2055, debido al cambio climático.
Actualmente hay mil 750 bancos de genes en el mundo, en 130 hay más de 10 mil adquisiciones, y en 2008 se inauguró en Noruega el depósito mundial de semillas de Svalbald, donde se alberga la gran reserva de la diversidad agrícola mundial. De las 7.4 millones de muestras preservadas en el mundo, los bancos de genes de los gobiernos nacionales conservan 6.6 millones, de los cuales 45 por ciento se encuentra en siete países, frente a los 12 que había 1996.
El informe asienta que la falta de inversiones en la agricultura desde 1980 provocó escasez de científicos agrícolas calificados, incluyendo los fitomejoradores, principalmente en los países en desarrollo. La gente joven, ante la falta de incentivos, se orienta hacia actividades que ofrecen un beneficio más inmediato.
La FAO recomienda aplicar sistemas adecuados para poner las nuevas variedades en manos de los campesinos, por medio del sector público y otros actores.
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