Adriana Alatorre
Reforma, 19 de Julio de 2010
El 15 por ciento de los municipios del País pierde el 1.1 por ciento de sus árboles anualmente, sostuvo Francisco Chapela, gerente regional del programa TREES de la organización ambiental Rainforest Alliance.
“De los 2 mil 454 municipios del País, 372 sufren la defroestación contínua de sus áreas arboladas, sobretodo en el sureste mexicano, en entidades como Oaxaca, Guerrero, Veracruz y la Península de Yucatán”, indicó.
En entrevista con REFORMA, el especialista expuso que aunado a los municipios deforestados, existe otro 25 por ciento (628), cuyas áreas arboladas alcanzan menos del 5 por ciento de su superficie.
El integrante de la ONG dedicada a conservar la biodiversidad y a ayudar a implementar mejores prácticas sustentables aseguró que aunque en las cifras macro, la deforestación anual ha caído de 350 mil hectáreas en 1990 a 150 mil, esta cifra debe preocupar a las autoridades mexicanas que no han logrado encontrar la manera de detener el desmonte.
“El análisis a nivel municipal, muestra que se mantiene una zona de municipios con deforestación neta en la vertiente del Golfo de México, que se extiende desde el sur de Veracruz hasta Tabasco y varios municipios de Chiapas, además de algunos puntos aislados en Tamaulipas, la Huasteca, Campeche y Yucatán”, detalló.
Una segunda zona de municipios con deforestación, añadió Chapela, se encuentra en la Sierra Madre Occidental y se puede distinguir una tercera zona en el centro de Oaxaca.
Al abordar la calidad de esta deforestación, el ingeniero agró nomo mostró que la disminución más cuantiosa la tienen los bos ques de coníferas que han pasado de 16 millones de hectáreas a menos de 12 millones entre 1980 y 2002.
La misma caída se registra en los bosques de encino y las selvas, que han disminuido en ese periodo al menos 2 millones de hectáreas.
Por otra parte, el análisis a nivel municipal muestra zonas importantes de recuperación de la superficie forestal como en Coahuila, el sur de Nuevo León y Tamaulipas, que se extiende hacia la Huasteca y Norte de Veracruz.
“Es posible que los cambios que se observan en las tendencias de variación en los patrones de usos del suelo y vegetación se asocien a cambios estructurales en las configuraciones de incentivos a nivel regional, que pueden plantear la posibilidad de iniciar un periodo de recuperación del patrimonio forestal del País”, manifestó.
Para Chapela, cualquier política de producción, conservación o desarrollo en las zonas forestales de México debe partir de reconocer el papel protagónico que deben jugar los propietarios y prever de qué manera se desarrollarán acuerdos para el uso sostenible de los recursos.
lunes, julio 19, 2010
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